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Kazajistán es un diamante en bruto para el turismo internacional.
La nación de Asia Central es el destino idóneos para quienes anhelan sumergirse en modernas ciudades, conocer naturaleza única, disfrutar de paisajes de película y degustar una gastronomía que sorprende con una explosión de sabores.
Kazajistán es conocido por tener el Cañón de Charyn (una garganta natural de unos 90 kilómetros de longitud, formada por la erosión de la roca sedimentaria durante millones de años), el Mausoleo de Khoja Ahmed Yasawi (construido en honor al poeta y santo sufí Khoja Ahmed Yasawi, quien vivió en el siglo XII y fue considerado como uno de los líderes religiosos más importantes de Asia Central) y la Necrópolis de Begazinski (ejemplo excepcional de la cultura funeraria de los nómadas de la estepa euroasiática).
Sin embargo, existen otras cinco joyas turísticas que no pueden dejar de visitarse.
La Bayterek de Astaná
La Bayterek es uno de los símbolos más importantes de Astaná, la capital de Kazajistán.
El mirador es una pieza de arte en cada uno de sus centímetro. El monumento representa el mítico árbol de la vida y también a un mágico pájaro de la felicidad: el pájaro, llamado Samruk, había empollado sus huevos en las grietas entre dos ramas de un álamo.
La estructura, de 105 metros, que se eleva desde una base ancha y plana en una plaza elevada, consiste en un estrecho eje cilíndrico, rodeado por vigas ramificadas blancas que se ensanchan en la parte superior (el «árbol») y soportan una esfera reflectante dorada de 22 m de diámetro (el «huevo»), donde está la plataforma de observación.
El Bayterek no solo ofrece las mejores vistas de Astaná, sino que guarda una sorpresa en su interior.
El nivel superior cuenta con una impresión dorada de la mano derecha de Nursultan Nazarbayev, el primer presidente de la República independiente de Kazajistán, montada en un adornado pedestal. Una placa invita al visitante a poner su mano en la huella y pedir un deseo.
Junto con la huella de la mano, y también orientada en la dirección del palacio presidencial, hay una escultura de madera de un globo y 16 segmentos radiales, en conmemoración del Congreso de Dirigentes de Religiones Mundiales y Tradicionales, celebrado en varias ocasiones en Astaná.
La mezquita de Ust-Kamenogorsk
En Öskemen, capital de la provincia de Kazajistán Oriental, se encuentra la impresionante mezquita de Ust-Kamenogorsk. El templo no solo impacta por sus grandes dimensiones, sino por las tonalidades azules de su arquitectura que capturan la mirada del visitante.
Su elaboración fue un regalo del Gobierno de Turquía a Kazajistán y es, sin duda, una de las grandes joyas que visitar en la nación, junto a la mezquita de Hazret Sultán en Astaná, ya que es una de las más grandes de Asia Central (con un complejo arquitectónico de 11 hectáreas) y cuenta con una cúpula de 51 m de altura que termina con una aguja con una luna creciente apuntando hacia La Meca.
Los kurgán
En el este de Kazajistán también existe la posibilidad de entrar a uno de los kurgán (túmulo funerario) de las tribus escitas (Sakas) que vivieron en Asia Central desde los siglos VIII al I a. C. A pesar de que la mayoría de los túmulos fueron saqueados y deformados en la antigüedad, aún existe en la región un museo que recopila los artículos encontrados dentro de los kurgán, así como incluso restos de los caballos que eran enterrados con las personas.
Los visitantes podrán incluso entrar a un verdadero kurgán, donde podrán observar una gran recreación de la tumba descubierta, donde los cadáveres reposaban en una especie de ataúd de madera, mientras que a su lado permanecían los cuerpos de sus caballos dispuestos de una forma y organización funeraria específica para ayudar a sus amos a cruzar hacia el ‘otro mundo’.
Anochecer de Almatý
Almatý es la ciudad más grande de Kazajistán y fue la capital del de la RSS de Kazajistán (de 1929 hasta 1991) y luego de la República independiente de Kazajistán (desde 1991 hasta 1997). El nombre procede del kazajo «алма/almá» («manzana“) y ата/atá («abuelo“) y se suele traducir por Padre de las Manzanas, ya que la manzana es nativa de la región donde se encuentra la ciudad.
La ciudad cuenta con una elevada montaña que se puede visitar a través de una secuencia de teleféricos. Sin embargo, sus ciudadanos optan subir hasta la cima realizando largas caminatas durante horas, ya que bromean sobre que el teleférico es la opción de los más vagos.
En la cima de la montaña, los visitantes podrán ver un pequeño parque de atracciones, un área para comer y una zona de compras. Sin embargo, el momento más especial del viaje es hacer coincidir el regreso en teleférico con el anochecer, ya que el paisaje desde la altura permitirá disfrutar de la hermosura de Almatý bañado con los últimos rayos de sol.
La catedral de la Santa Ascensión
En Almatý también se encuentra la catedral de la Santa Ascensión. Se trata de una Iglesia ortodoxa rusa situada en el Parque Panfílov y que fue construida en el siglo XIX. Se trata del segundo edificio de madera más alto del mundo (la altura de la cruz de la cúpula principal es de 39,6 metros, y la altura del campanario es de 46 metros. La catedral tiene capacidad para 1.800 personas).
A pesar de que sufrió un incendio, la estructura quedó intacta, por lo que es casi idéntica a su versión original.
Al estilo del barroco ucraniano, impresiona con sus cinco brillantes cúpulas. Las paredes interiores de la catedral están decoradas con coloridos frescos y un iconostasio pintado.
La construcción del templo comenzó en 1904 y se completó en 1907. Esta estructura arquitectónica única se erigió con madera de abeto azul de Tian Shan, teniendo en cuenta el aumento de la actividad sísmica de la región. En la prueba del terrible del terremoto de 1911, la construcción de la Catedral de la Ascensión tuvo exito: solo una pequeña esquina del campanario se hundió, y rompió sus vidrios unicamente. Con su altura impresionante, la construcción del edificio resultó ser muy resistente a la destrucción y flexible como un árbol en el viento.
Durante la era soviética, el Museo Estatal Central de la República Socialista Soviética Autónoma de Kazajistán se encontraba en el edificio de la catedral, y su campanario se utilizó como la primera estación de radio en Kazajistán.
Solo en 1995 el edificio fue nuevamente transferido a la Iglesia Ortodoxa Rusa. Hoy en día, los servicios en la catedral se llevan a cabo diariamente y la escuela dominical está funcionando.
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