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Venezuela celebra el "Día de la Resistencia Indígena"

La enésima imbecilidad de Maduro: Exige a España que pida perdón por la conquista de América

La narcodictadura bolivariana también pide "justicia y reparación" por los "crímenes de lesa humanidad" cometidos contra los indígenas

Paul Monzón 13 Oct 2024 - 01:23 CET
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En esta ocasión, con motivo del Día de la Resistencia Indígena, el ministro del Interior, Diosdado Cabello, arremetió contra lo que llamó “el mal llamado Reino de España” y calificó su comportamiento de “arrogancia imperialista” y “maldad”.

Según Cabello, España debería pedir disculpas “todos los días” por lo que describe como un genocidio y saqueo contra los pueblos originarios del continente.

Esta postura no es nueva; Venezuela y su gobierno, bajo la presidencia del dictador Nicolás Maduro, han hecho de este discurso una bandera constante en su narrativa política. En cada aniversario del 12 de octubre, las palabras se repiten, se actualizan, pero el mensaje sigue siendo el mismo: exigir responsabilidad y disculpas a España por hechos ocurridos hace más de cinco siglos.

Sin embargo, surge la pregunta: ¿es esta demanda un acto legítimo de justicia histórica o una estrategia política para mantener vivo el fervor nacionalista y desviar la atención de los problemas internos que atraviesa Venezuela? Las palabras de Cabello y el tono del gobierno venezolano parecen indicar que se trata de una mezcla de ambas.

Es cierto que la historia de la conquista de América estuvo llena de violencia, injusticia y explotación. No se puede negar que las comunidades indígenas fueron sometidas, esclavizadas y en muchos casos exterminadas.

Reconocer y honrar esa parte de la historia es crucial para entender la identidad y las luchas de América Latina. Sin embargo, utilizar este argumento para atacar a una nación en el presente, y más aún, para cuestionar su forma de gobierno —como lo hace el parlamento venezolano al instar a la abolición de la monarquía española— parece ser más un recurso político que una auténtica búsqueda de reconciliación o justicia.

Nicolás Maduro, en línea con esta narrativa, también ha criticado la celebración del 12 de octubre en España, día que para él marca el inicio de un periodo de “genocidio, exterminio, esclavismo y colonialismo”. Y aunque estas palabras resuenan con fuerza, sobre todo entre sectores que se identifican con la resistencia indígena, cabe cuestionar si esta retórica es realmente un compromiso con las causas de los pueblos originarios o una manera de avivar el resentimiento histórico para fortalecer el discurso del oficialismo.

A 532 años de la llegada de los europeos al continente americano, la realidad es que las sociedades latinoamericanas son el resultado de una compleja mezcla de culturas, lenguas y tradiciones. Reconocer las injusticias y los crímenes cometidos durante la conquista es importante, pero el enfoque debería estar en cómo mejorar las condiciones actuales de las comunidades indígenas, muchas de las cuales continúan marginadas y sin acceso a derechos básicos. Pedir disculpas por un pasado remoto puede ser un gesto simbólico, pero las acciones concretas en el presente son las que realmente cambiarían la situación.

Venezuela sigue utilizando esta narrativa para movilizar a sus seguidores y reafirmar su posición en defensa de los pueblos originarios, como lo ha demostrado con la movilización convocada para el Día de la Resistencia Indígena. Pero, al mismo tiempo, las declaraciones del gobierno parecen diseñadas para consolidar una agenda interna y culpar a actores externos por las situaciones adversas que enfrenta el país. ¿Hasta qué punto esta narrativa contribuye realmente a la reconciliación histórica y no es solo una estrategia política más?

La memoria histórica es fundamental, pero es responsabilidad de los gobiernos actuales no solo recordar y honrar a las víctimas del pasado, sino también garantizar que sus derechos y necesidades sean atendidos en el presente.

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