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Un fraude sin precedentes golpea al sector agropecuario uruguayo

La multimillonaria estafa de las ‘vacas virtuales’: más de 4.300 afectados y Uruguay en shock

Miles de uruguayos y argentinos pierden millones en una compleja estafa piramidal basada en supuestas inversiones ganaderas

Periodista Digital 18 Jun 2025 - 11:19 CET
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Uruguay, tierra de pasturas infinitas y ganado que da fama internacional a sus carnes, atraviesa una crisis inesperada.

La denominada estafa de las “vacas virtuales” ha puesto patas arriba la confianza en el sector agropecuario, considerado uno de los pilares económicos y culturales del país.

Más de 4.300 personas, entre inversores uruguayos y argentinos, han sido víctimas de un elaborado esquema piramidal que prometía rentabilidades excepcionales a cambio de invertir en la supuesta compra, engorde y venta de ganado.

La realidad era mucho menos bucólica: las vacas nunca existieron y el dinero acabó esfumándose en uno de los fraudes más sonados de la historia reciente uruguaya.

La empresa responsable logró captar millones de dólares presentando un modelo tan simple como atractivo: invertir en vacas, seguir su engorde virtualmente y recibir beneficios periódicos gracias a su posterior comercialización.

Sin embargo, investigaciones judiciales revelan que menos del 11% de las ganancias prometidas fueron realmente abonadas a los inversores. El resto, como suele ocurrir en las estafas piramidales, se utilizaba para pagar a los primeros participantes con el dinero fresco aportado por los nuevos incautos.

Cómo funcionaba el engaño

El modus operandi era sofisticado pero jugaba con la idiosincrasia local. En Uruguay casi todo el mundo tiene alguna relación directa o indirecta con el campo. Aprovechando esta conexión emocional y la solidez histórica del negocio ganadero, los promotores del fraude ofrecían contratos digitales —respaldados supuestamente por ganado real— y acceso a plataformas online donde los inversores podían “ver” el avance del engorde de sus animales. Todo era ficticio.

El golpe final llegó cuando la pirámide dejó de sostenerse y miles de ahorradores descubrieron que las vacas eran puro humo digital.

Impacto social y económico

El daño trasciende lo puramente financiero. Uruguay es uno de los países con mayor número de cabezas de ganado por habitante del mundo; la confianza en el sector agropecuario ha sido durante décadas un baluarte nacional. Este caso ha minado esa percepción:

Los afectados se cuentan por miles y muchos han visto peligrar sus ahorros vitales. En foros digitales abundan testimonios que van desde el desconcierto hasta la indignación: “Nadie pensó que algo así podía pasar aquí; todos confiamos porque era ganado uruguayo”, relata una afectada.

Perfil del personaje clave tras la estafa

Aunque todavía bajo investigación judicial, los reportes apuntan a un grupo reducido de promotores, expertos tanto en marketing digital como en negocios rurales ficticios. Su identidad se mantiene parcialmente reservada mientras avanzan los procesos penales, pero se sabe que utilizaron estructuras empresariales opacas y contactos con asesores legales para dotar al fraude de apariencia legítima.

Entre las curiosidades sobre los responsables:

Anécdotas e historias detrás del fraude

Varios relatos personales ilustran el alcance humano del escándalo:

La gran paradoja es que muchos damnificados son precisamente personas ligadas históricamente al campo, curtidas en las realidades rurales pero vulnerables ante la sofisticación digital del engaño.

Reflexión final

La estafa de las vacas virtuales deja heridas profundas en Uruguay, no solo por el dinero perdido sino por el golpe moral a un país orgulloso de su tradición ganadera. El caso sirve como advertencia global sobre los riesgos de mezclar confianza ciega, tecnología y modelos financieros opacos, incluso allí donde el terreno parece más fértil para la honestidad rural.

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