Pampa Clemesí, el poblado sin luz eléctrica al lado de la planta solar más grande del mundo y un viaje al corazón de Perú

Viajar a Pampa Clemesí es sumergirse en una paradoja que solo se entiende recorriendo sus polvorientas calles y sintiendo el pulso de su gente.

Este pequeño poblado, enclavado en la región de Moquegua, al sur de Perú, vive bajo un sol abrasador y rodeado de dunas y pampas que parecen infinitas.

Desde hace años, su nombre ha saltado a los medios internacionales por una razón insólita: sus casas siguen sin luz eléctrica estable mientras, al otro lado de la carretera, brilla una de las mayores plantas solares de América Latina.

La historia reciente de Pampa Clemesí es un reflejo de los contrastes que atraviesan los procesos de modernización en muchas regiones rurales.

En 2024, el gobierno peruano inauguró la Central Solar Fotovoltaica Clemesí, una instalación capaz de inyectar 115 megavatios al sistema nacional y evitar la emisión anual de 135.000 toneladas de CO₂.

Junto a la planta Rubí, con 145 MW, forman el complejo solar más grande del país y uno de los más relevantes del continente.

Sin embargo, hasta hace muy poco, los vecinos seguían alumbrándose con velas o pequeños generadores diésel. Esta contradicción ha convertido a Clemesí en símbolo y denuncia: el progreso puede ser tan tangible como inalcanzable para quienes viven junto a él.

¿Por qué viajar a Pampa Clemesí?

Visitar este rincón perdido permite entender cómo las grandes infraestructuras energéticas no siempre mejoran la vida cotidiana allí donde se levantan. También ofrece una visión auténtica del sur peruano: paisajes desérticos salpicados por oasis agrícolas, comunidades resilientes y el trasfondo de un país en plena transición energética. Para quienes buscan rutas alternativas lejos del turismo masivo, Clemesí brinda una experiencia singular: observar el choque entre lo ancestral y lo moderno mientras se descubren las tradiciones locales y el lento avance hacia un futuro más sostenible.

Cómo llegar desde España

El viaje hasta Pampa Clemesí exige planificación y espíritu aventurero. Desde España, lo habitual es volar hasta Lima (Aeropuerto Internacional Jorge Chávez), con conexiones directas desde Madrid y Barcelona operadas por aerolíneas como Iberia o Air Europa. El trayecto dura unas 12 horas.

Una vez en Lima, hay dos opciones principales:

• Tomar un vuelo doméstico a Arequipa o Tacna (ambos aeropuertos reciben varios vuelos diarios).
• Desde cualquiera de estas ciudades, desplazarse por carretera hasta Moquegua (unas 4-5 horas en bus o coche privado).

Desde Moquegua capital, hay que dirigirse hacia el distrito de Mariscal Nieto y seguir las indicaciones hacia la planta solar Rubí-Clemesí. El último tramo se realiza por caminos rurales; se recomienda alquilar un vehículo todoterreno o contratar transporte local.

Medios de transporte en la zona

La movilidad dentro de Clemesí es limitada; no existen servicios regulares de taxi ni transporte público formal. Los desplazamientos entre comunidades suelen hacerse en mototaxi (vehículo motorizado típico en zonas rurales peruanas) o furgonetas compartidas. Para los tramos más largos o para explorar los alrededores agrícolas y desérticos, lo mejor es acordar traslados privados con conductores locales.

Coste y precios para dos personas

Viajar a esta zona remota implica ciertos gastos fijos:

• Vuelo internacional España-Lima: desde 700 € ida y vuelta por persona.
• Vuelo interno Lima-Arequipa/Tacna: desde 70 € ida y vuelta.
• Bus o coche privado Arequipa-Moquegua: alrededor de 30 € por persona.
• Hospedaje básico en Moquegua o pueblos cercanos: desde 25 € la noche (habitación doble).
• Comidas en restaurantes locales: unos 6-10 € por persona.
• Traslados privados al complejo solar: negociar precios, pero calcular unos 40-50 € ida y vuelta.
• Gastos adicionales (entradas, imprevistos): unos 50 €.

Presupuesto total estimado para dos personas durante cinco días: desde 1.300 € (ajustable según tipo de alojamiento y actividades).

Mejor estación del año para visitar

La región de Moquegua goza de clima seco casi todo el año gracias al influjo del desierto costero. La mejor época es entre abril y octubre, cuando las temperaturas son templadas (18-26 °C) y apenas llueve. En verano austral (diciembre-marzo), pueden darse lluvias ocasionales que dificultan el acceso por caminos rurales.

Restaurantes imprescindibles

La oferta gastronómica es sencilla pero auténtica. En Moquegua capital destacan:

• El Cántaro: cocina tradicional peruana con productos frescos del valle.
• La Casona: platos criollos e internacionales; ideal para cenar tras un día explorando.
• Antojitos Moqueguanos: pequeña fonda donde probar picantes locales y dulces artesanales.

En Pampa Clemesí no hay restaurantes formales; los visitantes suelen comer en casas particulares previo acuerdo o llevar provisiones desde Moquegua.

Documentación necesaria

Los ciudadanos españoles pueden entrar en Perú como turistas presentando su pasaporte con una vigencia mínima de seis meses. No se requiere visado para estancias inferiores a 90 días. Es recomendable llevar copia impresa del seguro médico internacional.

Moneda

La moneda oficial es el sol peruano (PEN). En Moquegua existen cajeros automáticos; sin embargo, en zonas rurales como Clemesí solo se acepta efectivo. Conviene cambiar moneda suficiente antes del viaje al área rural.

Claves y trucos para disfrutar al máximo

• Asegura suficiente efectivo antes de salir de Moquegua.
• Lleva agua potable extra; el clima seco puede causar deshidratación.
• Protege tus dispositivos electrónicos frente al polvo fino del desierto.
• Solicita permiso antes de fotografiar a personas o instalaciones energéticas.
• Si te interesa conocer el proceso energético local, coordina visitas guiadas con antelación a través del municipio o empresas responsables del complejo solar.

Curiosidades y anécdotas del lugar

Resulta irónico pasear por Clemesí mientras se escuchan los zumbidos lejanos de los paneles solares más modernos del país. Hasta hace poco, sus habitantes solo podían cargar móviles una vez por semana gracias a pequeños generadores donados por ONGs o vecinos más acomodados. La llegada inminente del tendido eléctrico supone una revolución cotidiana: pronto podrán conservar alimentos refrigerados, estudiar por la noche o acceder a servicios básicos digitales.

El contraste entre tecnología puntera e infraestructuras ausentes ha llamado la atención tanto de medios peruanos como internacionales. Algunos vecinos cuentan cómo recibieron a periodistas extranjeros sorprendidos por la paradoja: “tenemos tanta energía cerca… pero no podíamos encender ni una bombilla”.

Un futuro que empieza a iluminarse

En febrero de 2025 se completó la primera fase del proyecto estatal para llevar electricidad las 24 horas a las cerca de 360 familias que forman Pampa Clemesí. El plan incluye más de cuatro kilómetros de redes eléctricas nuevas y la promesa –por parte del Ministerio– de culminar todas las obras antes de finalizar el año. Este avance abre nuevas oportunidades económicas para la comunidad: desde pequeños talleres artesanales hasta proyectos turísticos sostenibles ligados al auge mundial por las energías renovables.

Visitar Pampa Clemesí ahora permite ser testigo directo del cambio: ver cómo una comunidad entera pasa –en cuestión de meses– del aislamiento eléctrico a la expectativa realista del desarrollo local sostenible gracias al mismo sol que durante décadas fue solo un espectador silente sobre sus techos polvorientos.