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Como el perro y el gato.
Porque ni cruzan palabra.
Este sábado, 19 de julio de 2025, la crisis en la cúpula del poder argentino es el tema central de la agenda política.
El enfrentamiento entre Victoria Villarruel, vicepresidenta de Argentina, y el presidente Javier Milei ha escalado a niveles inéditos desde la restauración democrática en el país.
El distanciamiento es tan notorio que ni siquiera se saludan en actos públicos, mientras las redes sociales y los despachos oficiales son escenarios de reproches cruzados.
La tensión no sólo erosiona la relación personal, sino que también repercute directamente en la gobernabilidad y la proyección internacional del Ejecutivo.
La figura de Villarruel despierta un interés creciente tanto en Argentina como fuera de sus fronteras.
Su historia personal, su marcado perfil conservador y su actitud desafiante ante Milei han convertido a esta abogada y activista en uno de los nombres propios del momento. Analizar quién es realmente Victoria Villarruel y cómo llegó a protagonizar una ruptura con el presidente es fundamental para entender el actual escenario argentino.
Una vicepresidenta atípica: origen, formación y salto a la política
Victoria Eugenia Villarruel nació en Buenos Aires el 13 de abril de 1975, en una familia con fuerte tradición militar. Es hija y nieta de miembros destacados del Ejército argentino; su abuelo fue historiador naval y sobrevivió a varios atentados guerrilleros, mientras que su padre alcanzó un alto rango castrense. Esa crianza marcó su visión del mundo: desde joven se interesó por los temas vinculados al terrorismo y los derechos humanos, pero desde una perspectiva muy diferente a la dominante en Argentina tras la dictadura.
Abogada de formación, se especializó en derecho internacional humanitario. En 2008 realizó un curso sobre coordinación interagencial y lucha contra el terrorismo en el William J. Perry Center for Hemispheric Defense Studies, dependiente del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Fundó el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV), una organización dedicada a visibilizar a las víctimas civiles de atentados cometidos por organizaciones armadas en los años 70.
Su salto al Congreso llegó en 2021 como diputada nacional por La Libertad Avanza, la fuerza liberal-conservadora que lidera Milei. Rápidamente se convirtió en referente del sector más duro dentro del espacio, defendiendo posturas antiabortistas, negacionistas respecto al terrorismo de Estado durante la dictadura y alineándose con movimientos conservadores internacionales como Vox en España.
El binomio con Milei: alianza electoral, divergencias ideológicas y ruptura
La candidatura conjunta de Milei y Villarruel fue estratégica: él representaba el ala ultraliberal económica; ella, el polo conservador con llegada a sectores militares, religiosos y parte del electorado desencantado con el kirchnerismo. Sin embargo, las diferencias quedaron claras desde un principio:
- Milei apostaba por una desregulación total de la economía; Villarruel sostenía posiciones más proteccionistas en algunos aspectos sociales.
- Ella rechazaba temas como el aborto legal o la legalización del comercio de órganos, banderas liberales que Milei llegó a defender públicamente.
- Su visión sobre los años 70 era irreconciliable: mientras Milei buscó distanciarse públicamente del Proceso militar, Villarruel ha sido señalada como revisionista histórica e incluso negacionista por organismos de derechos humanos.
La relación comenzó a tensarse apenas asumieron en diciembre de 2023. Milei rompió su promesa electoral y no le confió los ministerios clave de Defensa ni Seguridad. A partir de ahí, Villarruel quedó aislada del círculo íntimo presidencial —donde Karina Milei, hermana del presidente, tiene gran peso— y se refugió en su rol institucional como presidenta del Senado.
La grieta interna se transformó en escándalo público tras una serie de votaciones parlamentarias donde Villarruel habilitó sesiones contrarias al ajuste fiscal promovido por Milei. El presidente la acusó abiertamente —sin nombrarla— de traición y dejó claro que no hay margen para reconciliación: “Roma no paga traidores”, escribió tras ignorarla deliberadamente durante un acto oficial en mayo pasado.
¿Cómo afecta este conflicto al gobierno?
El choque entre ambos tiene efectos directos sobre:
- La gestión legislativa: sin apoyo coordinado entre Casa Rosada y Senado, las leyes clave para Milei se traban o sufren derrotas inesperadas.
- La credibilidad internacional: inversores observan con inquietud una fractura que debilita aún más a un gobierno sin mayoría parlamentaria.
- El futuro político: crecen las versiones sobre una posible renuncia o destitución de Villarruel —recordando antecedentes como Cobos con Cristina Fernández— o su armado propio para disputar el poder dentro o fuera de La Libertad Avanza.
Guillermo Francos, jefe de Gabinete, reconoció públicamente que existe una “crisis política” profunda e instó a resolverla para evitar males mayores.
Diez curiosidades sobre Victoria Villarruel
Para entender mejor este fenómeno político conviene repasar algunos datos poco conocidos sobre la vicepresidenta:
- Es la cuarta mujer vicepresidente en Argentina (tras Isabel Perón, Gabriela Michetti y Cristina Fernández).
- Fue reconocida por medios internacionales como el Financial Times por su capacidad política e institucional pese a sus posturas polémicas.
- Es autora de varios libros sobre víctimas del terrorismo en Argentina.
- En 2020 firmó la Carta de Madrid impulsada por Vox contra “el avance comunista” en Iberoamérica.
- Mantiene vínculos fluidos con sectores militares retirados.
- Es muy activa en redes sociales; responde personalmente mensajes críticos e incluso insultos.
- Ha sido acusada reiteradamente por organismos internacionales de derechos humanos por minimizar delitos cometidos durante la dictadura militar.
- Tiene una relación especialmente conflictiva con Karina Milei.
- Se opone al matrimonio igualitario pero apoya las uniones civiles.
- Se especula con que podría liderar una escisión conservadora si finalmente rompe con La Libertad Avanza.
¿Qué puede pasar ahora?
El desenlace es incierto pero las señales apuntan a mayor polarización interna:
- Si continúa esta fractura pública entre presidente y vice —donde ni siquiera median saludos protocolares— crecerán las especulaciones sobre renuncias o mociones parlamentarias inéditas.
- Un sector del peronismo explora tender puentes con Villarruel para frenar reformas clave impulsadas por Milei.
- Analistas internacionales alertan sobre el riesgo institucional si el conflicto escala: sin vicepresidenta operativa ni diálogo fluido entre poderes, cualquier crisis social o económica podría precipitar un escenario caótico.
En definitiva, lo que ocurre hoy entre Victoria Villarruel y Javier Milei va mucho más allá del choque personal: es un síntoma claro del desgaste acelerado que puede sufrir cualquier coalición heterogénea sin mecanismos sólidos para procesar diferencias ideológicas profundas.
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