Un agente doble del narco sacude el tablero político en México y deja a Sheinbaum contra las cuerdas

Todo lo que puede salir mal, suele salir mal.

Y cuando se andas con malas compañías, pasa lo que pasa.

Este sábado, 26 de julio de 2025, México amanece envuelto en una nueva tormenta política tras la filtración de que un agente doble del narcotráfico, con pasado en la cúpula de seguridad pública, trabajó durante años como mano derecha de Adán Augusto López, uno de los pesos pesados de Morena y adalid público contra la impunidad.

La noticia no solo ha puesto en jaque al Gobierno, sino que ha dejado a Claudia Sheinbaum ante su primer incendio institucional desde que llegó a la presidencia.

El escándalo reabre el eterno debate sobre el peso real del narco en las instituciones mexicanas y arroja dudas sobre la promesa de regeneración política que abanderó Morena.

Además, la polémica se entrelaza con la crisis diplomática con España y el creciente antiespañolismo en el discurso oficialista, una estrategia que algunos consideran cortina de humo frente a problemas internos cada vez más difíciles de ocultar.

Un narco en el corazón del poder: el caso Bermúdez

La polémica estalló cuando se supo que Hernán Bermúdez, ex secretario de Seguridad Pública durante el mandato de Adán Augusto López como gobernador de Tabasco, era en realidad “Comandante H”, líder operativo de La Barredora, brazo armado vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Durante años, Bermúdez fue considerado la sombra leal y eficiente del ahora senador y coordinador parlamentario, hombre clave en el círculo íntimo del expresidente López Obrador.

Este vínculo ha generado un terremoto político porque Adán Augusto López ha construido su carrera pública como paladín contra la corrupción y el crimen organizado. Su relación directa y prolongada con un jefe narco destroza ese relato. La oposición, encabezada por el PAN, pide ya su renuncia inmediata y denuncia que “Morena está moralmente derrotado”, remarcando que ningún alto cargo puede alegar ignorancia ante vínculos tan evidentes.

• Hernán Bermúdez ejerció funciones clave en materia de seguridad durante años.
• Fue responsable directo del auge violento y del afianzamiento territorial de La Barredora en Tabasco.
• El escándalo pone bajo sospecha los mecanismos internos de vigilancia política y policial dentro del partido gobernante.

Sheinbaum, a los pies de los caballos

La revelación llega en el peor momento para Claudia Sheinbaum, que apenas cumple dos meses en la presidencia. Tras prometer mano dura contra los cárteles y mayor transparencia, su gobierno afronta ahora acusaciones graves sobre la infiltración del narco en las estructuras estatales.

El contexto es especialmente delicado porque Estados Unidos mantiene una presión constante sobre México para frenar el tráfico ilegal —especialmente fentanilo— hacia su frontera norte. El escándalo da munición a Washington para exigir acciones más drásticas e incluso amenaza con activar nuevos aranceles comerciales si no percibe cambios efectivos antes del 1 de agosto.

• El ejecutivo negocia contrarreloj con EE UU para evitar sanciones económicas.
• El caso Bermúdez debilita seriamente la posición negociadora mexicana.
• El ala dura republicana acusa abiertamente al Gobierno mexicano de connivencia estructural con los cárteles.

Adán Augusto López: caída libre para un peso pesado

Adán Augusto López representa mucho más que una figura regional. Fue gobernador bajo el paraguas directo del lopezobradorismo, secretario federal con acceso a información privilegiada sobre seguridad nacional y es considerado aún uno de los posibles relevos naturales dentro del oficialismo.

Su caída arrastra consigo no solo la narrativa anticorrupción morenista sino también buena parte de las alianzas políticas tejidas por AMLO. La oposición aprovecha para remarcar cómo los discursos públicos sobre lucha contra la impunidad chocan frontalmente con las prácticas reales dentro del partido.

Puntos destacados:

• La amistad personal y política entre López Obrador y Adán Augusto es conocida desde hace décadas.
• Su gestión en Tabasco estuvo marcada por episodios violentos atribuidos al avance del narco.
• La reacción interna en Morena oscila entre el silencio incómodo y llamadas aisladas a revisar protocolos internos.

El antiespañolismo como cortina de humo

En paralelo al escándalo interno, el gobierno de Sheinbaum mantiene viva una retórica crítica hacia España. La presidenta decidió no invitar al rey Felipe VI a su toma de posesión argumentando agravios históricos no resueltos. Esta postura ha renovado tensiones diplomáticas pero parece tener poca incidencia real fuera del debate mediático.

Expertos consultados coinciden: “Lo de la invitación al Rey no creo que tenga mayor trascendencia. Es algo que necesita Sheinbaum para irse posicionando”. Sin embargo, el uso recurrente del pasado colonial como argumento político parece responder más a necesidades internas —tapar crisis o distraer a la opinión pública— que a una verdadera agenda exterior transformadora.

Listas recientes han puesto también bajo lupa las contradicciones dentro del propio entorno presidencial:

• Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del anterior presidente AMLO y referente intelectual antiespañolista, prepara ahora su traslado académico a Madrid reclamando nacionalidad española por ascendencia directa.
• Mientras tanto, relaciones comerciales y culturales entre ambos países siguen funcionando con normalidad pese al ruido diplomático.

El narco: poder fáctico e impunidad crónica

Las últimas semanas han visto cómo diversos informes estadounidenses alertan sobre la capacidad real de los cárteles para infiltrar estructuras políticas mexicanas. Organizaciones como el CJNG no solo operan impunemente sino que han llegado incluso a espiar agentes federales estadounidenses dentro del propio territorio norteamericano. La DEA denuncia operaciones sofisticadas por parte del narco para vigilar e intimidar funcionarios judiciales tanto en México como en EE UU.

En este contexto:

• El modelo tradicional basado en descabezar grandes organizaciones criminales muestra síntomas claros de fatiga.
• La presión internacional obliga al gobierno mexicano a priorizar resultados inmediatos sobre reformas estructurales profundas.
• Sectores críticos temen una escalada represiva sin cambios reales en los mecanismos estatales que permiten la infiltración criminal.

Mirando al futuro: ¿un punto de inflexión?

La crisis actual podría marcar un antes y un después en la relación entre política e instituciones criminales en México. El caso Bermúdez demuestra hasta qué punto las redes del narco han logrado mimetizarse con las estructuras estatales más sensibles. Para Claudia Sheinbaum, lo inmediato es sobrevivir políticamente a este vendaval, restaurar confianza interna e internacional y ofrecer pruebas tangibles —no solo discursos— de cambio real.

Puntos clave para observar:

1. Las reacciones internas dentro de Morena: ¿habrá purga o pacto tácito?
2. Respuesta institucional frente a Estados Unidos: ¿sanciones o colaboración reforzada?
3. Evolución diplomática con España: ¿reconciliación pragmática o persistencia simbólica?

El impacto real dependerá no solo de las decisiones presidenciales sino también del pulso entre las distintas facciones internas y externas al Gobierno. Lo seguro es que hoy México enfrenta uno de sus mayores desafíos contemporáneos: romper —o perpetuar— el círculo vicioso entre poder político y poder criminal.