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En una decisión que vuelve a encender uno de los debates culturales más intensos de los últimos años, Donald Trump firmó el jueves una orden ejecutiva que restablece oficialmente el Columbus Day como festividad federal en Estados Unidos. El presidente proclamó el 13 de octubre de 2025 como Día de Colón, dando un giro a la política implementada por su predecesor Joe Biden, quien había establecido oficialmente el Día de los Pueblos Indígenas para esa misma fecha.
La proclamación vino acompañada de una defensa apasionada del navegante genovés, a quien Trump describió como «el héroe americano original, un gigante de la civilización occidental y uno de los hombres más valientes y visionarios que han caminado sobre la faz de la tierra». Durante la firma del documento tras su reunión de gabinete, el mandatario republicano pronunció entre aplausos unas palabras que resonaron en todo el mundo: «Columbus Day, we’re back, Italians. We love the Italians» (Estamos de vuelta, italianos. Amamos a los italianos).
El texto oficial emitido por la Casa Blanca no escatima en halagos hacia Cristóbal Colón. La proclamación resalta que el explorador fue «comisionado por los Reyes Católicos de España» para llevar a cabo una travesía por el Atlántico con las embarcaciones la Niña, la Pinta y la Santa María, motivado por una «noble misión: descubrir una nueva ruta comercial a Asia, llevar gloria a España y difundir el Evangelio de Jesucristo a tierras lejanas». Según el documento, al llegar a América, Colón «plantó una majestuosa cruz en un acto de gran devoción, dedicando la tierra a Dios y poniendo en práctica el orgulloso legado de fe de América».
Sin embargo, la proclamación no se limita a exaltar la figura histórica del navegante. Trump aprovechó la ocasión para lanzar un ataque directo contra lo que denomina la «izquierda radical», acusándola de orquestar «una campaña vil y sin piedad para borrar nuestra historia, calumniar a nuestros héroes y atacar nuestro patrimonio». El presidente hizo referencia explícita a los actos vandálicos contra estatuas del explorador y su progresivo borrado del ámbito público en los últimos años, fenómenos que él atribuye a políticas que califica como «woke».
«Escandalosamente, en los últimos años, Cristóbal Colón ha sido el blanco principal de una campaña despiadada para borrar nuestra historia, difamar a nuestros héroes y atacar nuestro patrimonio. Ante nuestros propios ojos, radicales de izquierda derribaron sus estatuas, vandalizaron sus monumentos, mancharon su reputación y buscaron exiliarlo de nuestros espacios públicos», reza el texto oficial. La proclamación finaliza con una afirmación contundente: «Bajo mi liderazgo, esos días han terminado y nuestra nación ahora se quedará con una simple verdad: Cristóbal Colón fue un verdadero héroe americano y cada ciudadano está eternamente endeudado con su incansable determinación».
La decisión tomada por Trump marca un cambio drástico respecto a la línea seguida por la administración Biden, quien fue pionero en reconocer oficialmente el Día de los Pueblos Indígenas. Esta medida buscaba reparar simbólicamente siglos de colonización y violencia hacia las comunidades nativas americanas. En más de 200 ciudades estadounidenses, incluidas Phoenix, Seattle y San Francisco, esta jornada había reemplazado al Columbus Day como símbolo de resistencia y memoria.
Un guiño transatlántico con trasfondo político
La proclamación presidencial incluye un reconocimiento explícito hacia los italoamericanos y su contribución cultural al país, presentándose como un gesto hacia esta comunidad en Estados Unidos. «Hasta el día de hoy, Estados Unidos e Italia comparten un vínculo especial arraigado en los valores intemporales de la fe, la familia y la libertad. Mi Administración espera fortalecer nuestra larga e histórica amistad en los años venideros», señala el documento.
Este guiño ha sido interpretado como un mensaje político directo al gobierno italiano encabezado por la primera ministra Giorgia Meloni, con quien Trump mantiene afinidades ideológicas y culturales. La referencia al origen genovés del propio Colón, ignorando las recientes investigaciones basadas en ADN recuperado del explorador, refuerza esta lectura diplomática sobre la proclamación.
El documento presidencial ahonda en una narrativa histórica tradicional al afirmar que el viaje de Colón trajo «miles de años de sabiduría, filosofía, razón y cultura a través del Atlántico hasta América», sentando así las bases del «triunfo de la civilización occidental en menos de tres siglos». Esta visión celebra sin matices críticos la llegada europea al continente americano y ha generado respuestas inmediatas por parte colectivos indígenas y sectores progresistas.
Para las comunidades nativas americanas, el retorno del Columbus Day representa «una negación del genocidio y la colonización que fundaron Estados Unidos,» según afirma la organización Native Voices Alliance. Varios líderes indígenas recordaron que Colón «no descubrió América; inauguró siglos de esclavitud y exterminio» . La polémica se inscribe dentro un debate más amplio sobre cómo se recuerda la historia estadounidense; se enfrentan visiones opuestas sobre el legado colonial y el papel fundamental que desempeñaron las poblaciones originarias en la construcción del país.
Datos curiosos sobre el Columbus Day
La historia del Día de Colón en Estados Unidos está llena detalles poco conocidos. Esta festividad fue proclamada por primera vez en 1892 por el presidente Benjamin Harrison, coincidiendo con el 400 aniversario del desembarco colombiano en América. No obstante, no se convirtió oficialmente en festividad federal hasta 1937 durante la presidencia de Franklin D. Roosevelt, como respuesta a las demandas ejercidas por grupos italoamericanos que buscaban visibilizar su aportación al país.
Un dato curioso es que mientras en Estados Unidos, se celebra cada segundo lunes de octubre —no exactamente el 12 como ocurre con el Día de la Hispanidad en España— esto provoca que su fecha varíe cada año; aunque curiosamente coincide con el 13 octubre en 2025. Este cambio responde a la Ley Uniforme sobre Fines de Semana Largos aprobada en 1968.
Otro aspecto poco conocido es que estados como Hawái, Alaska o incluso Dakota del Sur nunca han celebrado oficialmente este día. Desde 1990, Dakota del Sur eligió conmemorar exclusivamente el Día de los Pueblos Nativos Americanos; convirtiéndose así en precursor del movimiento que cobraría fuerza años después. Ciudades como Berkeley (California) fueron pioneras al reemplazar esta festividad ya desde 1992; justo 500 años después del desembarco colombiano.
Ranking de las ciudades que rechazaron el Columbus Day
A lo largo del tiempo han sido muchas las localidades estadounidenses que han ido abandonando gradualmente esta celebración para sustituirla por un homenaje al Día de los Pueblos Indígenas o nombres similares. Este movimiento comenzó tímidamente durante los años noventa pero cobró impulso tras las protestas ocurridas en 2020 contra monumentos históricos relacionados con colonialismo y esclavitud.
Con merecido reconocimiento histórico destaca Berkeley, California; quien se convirtió este año 1992 en pionera al renombrar oficialmente este día como Día de los Pueblos Indígenas. Posteriormente le siguió Santa Cruz también ubicada en California adoptando medidas similares dos años después. Estas iniciativas permanecieron aisladas durante más tiempo hasta que desde 2014 se produjo una ola significativa cambios importantes entre ciudades clave.
Entre ellas están Seattle (Washington), Minneapolis (Minnesota) o Albuquerque (Nuevo México) quienes hicieron lo propio ese mismo año; mientras Portland (Oregón) lo hizo también tres años después junto con Phoenix (Arizona), muy relevante dado su estatus como capital estatal donde reside importante población indígena americana. San Francisco (California) junto con Cincinnati (Ohio) adoptaron estas medidas entre 2017-2018.
El cambio alcanzó incluso estados enteros: Vermont se convirtió desde 2016 en pionero adoptando oficialmente este homenaje sustituyendo así al Columbus Day; seguido posteriormente por Maine o Nuevo México ese mismo año. Hasta antes del mandato presidencial actual más allá doscientos municipios junto con varias entidades estatales habían modificado o eliminado dicha celebración .
Una batalla cultural con proyección electoral
La restauración del Columbus Day realizada por parte del presidente Trump va más allá del debate histórico; se convierte además en un acto ideológico cargado implicaciones políticas evidentes. En un país tan polarizado respecto temas raciales e identitarios así como memoria histórica —el mandatario republicano utiliza esta proclamación para distanciarse claramente lo que denomina “políticas woke” buscando reforzar su base electoral conservadora ante futuros comicios .
El decreto presidencial incluye una orden simbólica potente: “la bandera estadounidense debe ondear todos edificios públicos honrando así al gran Cristóbal Colón junto todos aquellos quienes construyeron esta nación”. Esto obliga instituciones federales estatales locales exhibir pabellón nacional cada 13 octubre convirtiendo jornada celebración nacional va mucho más allá reconocimiento histórico hacia personaje controvertido.
Finalmente queda instando pueblo estadounidense “a celebrar este día mediante ceremonias actividades apropiadas”; dejando abierta puerta diversas celebraciones previsiblemente generarán tensiones aquellos municipios estados quienes durante años trabajado resignificar fecha clave reconocimiento pueblos originarios. Así pues proclama Trump revive unas guerras culturales persistentes sociedad contemporánea estadounidense cuya resolución parece aún lejana dentro creciente fragmentación política social.
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