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TENSIÓN EN EL CARIBE Y DEBATE EN WASHINGTON

Trump evalúa sus opciones para derrocar a Maduro: el precedente de Noriega en Panamá y la penosa realidad militar chavista

La Casa Blanca analiza su estrategia frente al régimen de Nicolás Maduro, mientras el precedente de Panamá y la capacidad militar del chavismo establecen los límites de cualquier posible intervención

Mario Lima 15 Nov 2025 - 10:12 CET
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Suenan cada día más fuerte los tambores de guerra.

En los corredores del poder en Washington, el debate sobre cómo abordar el régimen de Nicolás Maduro cobra fuerza.

El recuerdo de la invasión a Panamá en 1989, que resultó en la caída del dictador Manuel Noriega, se presenta como un posible modelo a seguir, aunque las similitudes son, en muchos aspectos, engañosas.

En Venezuela, la fuerza militar chavista y la posibilidad de un conflicto prolongado complican cualquier opción de intervención directa. Las recientes maniobras militares estadounidenses en el Caribe y el endurecimiento del discurso oficial en Caracas intensifican la tensión y generan incertidumbre sobre los próximos pasos.

La estrategia estadounidense sigue marcada por un halo ambiguo.

La Casa Blanca despliega músculo bélico en el Caribe mientras lanza advertencias claras pero también deja abierta la puerta a posibles negociaciones. La experiencia panameña indica que acciones rápidas son viables contra regímenes débiles e isolados; sin embargo, Venezuela no se asemeja a Panamá en absoluto. Las repercusiones humanas, políticas e incluso geoestratégicas derivadas de cualquier intervención serían considerablemente mayores.

El régimen encabezado por Maduro confía en crear un clima disuasorio basado en el caos: no promete vencer en una guerra convencional sino transformar cualquier conflicto en un verdadero quebradero para quien intente ocupar su territorio; prevé fragmentación social, violencia desatada e incluso riesgo anárquico.

Aunque su capacidad bélica es modesta comparada con potencias mayores, la amenaza latente de un conflicto duradero junto al impacto regional continúan siendo factores relevantes que influirán sobre las decisiones desde Washington.

La historia nos enseña que los paralelismos rara vez son exactos o sencillos. El futuro inmediato para Venezuela parece depender ahora mismo del desarrollo estratégico entre actores donde cada movimiento implica riesgos colosales.

El precedente de Panamá y sus limitaciones

La caída de Noriega fue un proceso acelerado. En cuestión de días, las tropas estadounidenses lograron derrocar al régimen e instaurar un gobierno aliado. Sin embargo, los analistas advierten que el contexto actual es radicalmente distinto. Venezuela cuenta con una población mucho más grande, una geografía más compleja y una red de lealtades políticas y militares forjadas a lo largo de dos décadas de chavismo.

En cambio, en Venezuela la incertidumbre es mayor. Aunque el régimen de Maduro muestra un aparente poderío militar, la realidad operativa no coincide con la propaganda oficial. A pesar de ello, la fragmentación social y la existencia de milicias leales al chavismo podrían convertir cualquier intento de ocupación en un escenario conflictivo y duradero.

Capacidad militar del chavismo venezolano

Los datos sobre el poder militar venezolano ofrecen una imagen confusa: cifras infladas en los informes oficiales contrastan con serias dudas sobre la efectividad real de las fuerzas armadas. Los últimos reportes sitúan a Venezuela en el puesto 50 del ranking mundial de poder militar, siendo la novena potencia del continente americano; sin embargo, está muy lejos de alcanzar a Estados Unidos.

Estructura y efectivos

Armamento y tecnología

Estado real y limitaciones

Escenario ante un posible enfrentamiento: ¿cómo respondería Venezuela?

La posibilidad de una intervención militar estadounidense plantea varios escenarios posibles. Uno sería llevar a cabo una campaña aérea y naval precisa con ataques dirigidos a infraestructuras clave sin necesidad de desplegar grandes cantidades de tropas terrestres. En este marco, las posibilidades venezolanas para resistir son bastante reducidas:

Si se diera lugar a una invasión terrestre, lo más factible para el régimen sería adoptar tácticas guerrilleras o proseguir con una guerra prolongada. Maduro ha amenazado con “guerra prolongada” e instruido a su población sobre tácticas defensivas para dificultar cualquier ocupación extranjera incrementando así los costos políticos para Washington.

Factores externos y alianzas

Un aspecto crucial es la relación entre Venezuela con Rusia e Irán, países que han proporcionado armamento y apoyo técnico durante años. No obstante, no hay indicios claros que sugieran que estos aliados estén dispuestos a intervenir militarmente si se produce un conflicto directo con Estados Unidos.

Su asistencia se limita principalmente al suministro de sistemas armamentísticos y asesoría técnica sin enviar tropas al país latinoamericano.

En cuanto al ámbito regional, las posturas adoptadas por países vecinos como Colombia, Brasil o aquellos caribeños serán determinantes; sin embargo, por ahora predomina un ambiente cauteloso marcado por el temor ante una escalada incontrolable.

 

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