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EEUU AUMENTA LA PRESIÓN SOBRE EL CHAVISMO

¿Se quiere quedar Trump con el petróleo venezolano como dice el dictador Maduro?

La Casa Blanca ataca la red que comercializa el petróleo de Venezuela mediante nuevas sanciones a navieras y buques, justo un día después de hacerse con un cargamento crucial frente a sus costas

Periodista Digital 12 Dic 2025 - 09:50 CET
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Pintan bastos para el chavismo.

Y el tirano está cada día más asustado.

La imagen de un gigantesco petrolero abordado por fuerzas estadounidenses frente a las costas venezolanas parece sacada de una película. Sin embargo, representa un cambio en la estrategia de Donald Trump: pasar de un castigo financiero amplio a un ataque preciso sobre la logística del crudo venezolano, que es la principal fuente de ingresos del Gobierno de Nicolás Maduro.

En menos de un día, Washington ha transitado desde mostrar la incautación del buque Skipper hasta anunciar sanciones contra seis compañías navieras y seis superpetroleros relacionados con el transporte del petróleo venezolano. El mensaje es claro: quien se atreva a mover ese crudo se coloca en la línea de fuego.

Medidas tomadas por Estados Unidos

El nuevo conjunto de acciones del Departamento del Tesoro combina dos ataques simultáneos: uno dirigido a la red familiar y política de Maduro, y otro a la infraestructura que respalda las exportaciones petroleras.

Acciones destacadas:

En términos prácticos, estas sanciones:

La administración Trump lo presenta como un intento por “negar recursos financieros al régimen ilegítimo” y cortar “las fuentes que alimentan el narcotráfico y la criminalidad” en el hemisferio.

La incautación del petrolero: una advertencia en alta mar

El detonante visible de este nuevo ciclo ha sido la notable incautación del petrolero Skipper frente a las costas venezolanas.

El abordaje fue liderado por el Servicio de Guardacostas estadounidense con apoyo naval, bajo autoridad del FBI.

El buque navegaba bajo bandera de Guyana, que luego negó su registro oficial, sugiriendo un uso indebido de bandera. Anteriormente conocido como Adisa, ya había sido vinculado por autoridades estadounidenses a redes de contrabando de crudo iraní investigadas durante años.

El Gobierno de Trump ha dejado claro su intención de quedarse con el cargamento una vez finalizado el proceso legal correspondiente.

Desde Caracas, la respuesta ha sido contundente. El Ejecutivo venezolano ha calificado el hecho como “robo descarado” y “acto de piratería internacional”, insistiendo en que esta operación confirma que el objetivo real de Washington no es promover la democracia ni combatir el narcotráfico, sino apoderarse de las riquezas petroleras del país.

Maduro, el petróleo y la narrativa del saqueo

La argumentación utilizada por Nicolás Maduro no es nueva; sin embargo, Caracas sostiene que los EEUU emplea acusaciones sobre narcotráfico y violaciones derechos humanos como fachada, el verdadero propósito sería forzar un cambio de régimen para controlar las mayores reservas probadas de petróleo del mundo.

Esta ofensiva estadounidense forma parte de un conjunto de medidas que incluye sanciones financieras a miembros específicos de la cúpula chavista (algunos desde 2019), restricciones al espacio aéreo y persecución activa tanto a cargamentos como a los buques involucrados en su transporte.

En actos públicos, Maduro mezcla denuncias políticas con mensajes internos sobre resistencia: Los imperialistas pensaron que nuestro pueblo flaquearía; aquí nadie flaquea ni flaqueará jamás.

Para el chavismo, la incautación del Skipper junto con las sanciones impuestas refuerzan su narrativa sobre asedio externo. Además, les permite trasladar parte del coste económico y social derivado de la crisis hacia las decisiones tomadas en Washington.

¿Está Trump realmente tras el petróleo venezolano?

Esa pregunta ha resonado durante años: “Maduro afirma que Trump quiere apoderarse del petróleo venezolano. ¿Es ese realmente el objetivo primordial de EEUU?”

Los acontecimientos recientes permiten matizar:

  1. Interés económico y geopolítico indiscutible
    • Venezuela produce actualmente menos de 900.000 barriles diarios; está muy lejos de su potencial debido a la destrucción de la industria petrolera por parte del chavismo, pero sigue siendo un jugador relevante en el mercado global.
    • Sus principales compradores son hoy China y otros países asiáticos en menor medida, frecuentemente ofreciendo descuentos significativos debido al riesgo sancionador y a la competencia con Rusia e Irán.
    • Debilitar esa capacidad exportadora:
      • Aumenta la presión sobre Caracas.
      • Alinea a Venezuela dentro del grupo de productores altamente sancionados por la inestabilidad que ocasionan (Rusia e Irán), lo cual permite a Washington utilizar el petróleo como herramienta geopolítica.
  2. Objetivo político explícito: cambio de régimen
    • La Casa Blanca califica al Gobierno madurista como “régimen ilegítimo” tras el fraude electoral perpetrado por Maduro, y lo vincula al narcotráfico y a otras organizaciones criminales internacionales como el Cartel de los Soles, el Tren de Aragua o Hezbolá.
    • Ha elevado considerablemente la recompensa por capturar al líder chavista e incorporado al llamado Cartel de los Soles en su lista negra como organización criminal extranjera.
    • A su vez, mantiene una presencia militar sin precedentes recientes frente a las costas venezolanas dentro del marco operativo denominado Operación Lanza del Sur, oficialmente dirigida contra el narcotráfico.
  3. El petróleo como palanca más allá del botín
    • Más que apropiarse directamente del crudo venezolano, la estrategia actual se centra en impedir que Maduro convierta esos recursos en ingresos utilizables para continuar su régimen de terror.
    • La lógica es clara:
      • Cuanto más difícil sea colocar ese petróleo, menor será la capacidad financiera del Estado venezolano.
      • Se busca forzar concesiones políticas e idealmente, provocar un cambio dentro del poder.

Dentro de este marco, las palabras de Maduro sobre que “siempre se trató acerca nuestras riquezas”, replicada por la izquierda para justificar la continuidad de una dictadura afín, no abordan plenamente la complejidad detrás de la estrategia estadounidense. Es simplemente un mantra que oculta una realidad innegable: que la dictadura chavista al fin está siendo enfrentada con fuerza por actores internacionales.

El impacto en el mercado y economía venezolana

La ofensiva contra navieras y petroleros llega en un momento crítico para un sistema energético venezolano ya dañado por años de desinversión, corrupción y sanciones.

Consecuencias previsibles:

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