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Al socialista Ximo Puig le crecen los enanos.
A poco más de dos semanas, de unas elecciones autonómicas en las que todo indica que se juega a cara y cruz la presidencia de la Generalitat Valenciana con el popular Carlos Mazón, aparecen nuevas pruebas de corrupción socialista.
lEn este caso y llueve sobre mojado, son más facturas ilegales a favor de su hermano: en concreto 370.
Con una caradura que espanta, el Partido Socialista se presenta en estos comicios como la única solución para erradicar la corrupción del PP.
Lo hace cuando lleva ocho años en el poder y salpicado por un interminable rosario de corruptelas, que van desde los abusos a menores a la metida de mano en la caja pública.
Se ha descubierto, entre otras cosas, que Ximo Puig pagó a su hermano Francis hasta 57 veces sin contrato cuando era alcalde.
Y que desde que asumió el cargo como presidente de la Comunidad Valenciana, los ingresos del enchufado ‘hermanisimo‘ se multiplicaron.
A este turbio asunto familiar se suma la financiación ilegal del PSPV-PSOE, en el caso Azud, en el que Puig aparece en las anotaciones de la libreta del ex tesorero del partido.
El hermano de Puig también está implicado en un caso de facturas duplicadas e infladas para recibir fondos públicos.
Y encima, como telón de fondo, está ahora la huelga de médicos, espoleada por la pésima gestión de la sanidad en la Comunidad Valenciana.
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