El diccionario secreto de los horteras de la ‘Trama PSOE’: de Koldo ‘el pequeño’ al ‘Guipuchi’ pagafantas

En España, cuando la realidad supera la ficción política, surgen tramas que parecen sacadas de una novela negra. La última entrega del caso Koldo revela no solo una presunta red de comisiones, amaños y favores, sino también un peculiar diccionario en clave. Entre “el pequeño” (alias atribuido a Santos Cerdán) y “el Guipuchi” o “Guipu” (apodo del empresario vasco implicado en las adjudicaciones), los protagonistas manejaban una jerga propia para moverse con soltura entre contratos públicos, sobres y favores. Todo muy castizo, pero con aroma a thriller de los años ochenta.

La investigación ha desvelado que estos sobrenombres no eran simples bromas internas: permitían a los implicados referirse a personas y operaciones delicadas sin nombrarlas abiertamente en las conversaciones. Un argot tan elaborado que haría sonrojar al mismísimo Villarejo. Los investigadores han documentado cómo Santos Cerdán era identificado como «el pequeño», mientras que el empresario vasco relacionado con las mascarillas y otros contratos públicos aparecía como “el Guipuchi” o “Guipu”.

Koldo García, el notario clandestino: ¿por qué lo grababa todo?

Pero si algo ha hecho saltar por los aires la estrategia defensiva del PSOE es el papel de Koldo García como notario clandestino. El exasesor de José Luis Ábalos no solo participaba en las gestiones más oscuras; también se dedicó meticulosamente a grabar durante cuatro años —de 2019 a 2023— conversaciones clave con Cerdán, Ábalos y otros miembros de la red. Ocho audios que hoy son dinamita judicial.

¿Por qué grababa Koldo a todos? La explicación está lejos del altruismo cívico. Según la UCO, Koldo guardó estas pruebas como un seguro de vida: sabía que los tentáculos de la investigación se acercaban y optó por conservar material incriminatorio para protegerse o negociar llegado el momento. Una suerte de póliza anti-traición que se volvió en su contra cuando la Guardia Civil requisó sus dispositivos. En palabras del Ministerio Público, la potencia incriminatoria de estas grabaciones es tal que muchas veces «dispensa de cualquier comentario adicional».

El modus operandi recuerda inevitablemente al clásico refrán: «Quien roba a un ladrón…». Solo que aquí, además de ladrones, los protagonistas han demostrado ser unos auténticos macarras políticos: insultos cruzados, amenazas veladas y un clima propio de suburbio mafioso más que de partido centenario.

De las primarias amañadas al “tema Marruecos”: el alcance político

Entre las joyas documentales figura una conversación donde se insinúa un amaño en las primarias del PSOE de 2014 —las que auparon a Pedro Sánchez—. Santos Cerdán instruyó entonces a Koldo para “meter dos papeletas” extra sin ser visto. Una anécdota que muestra hasta qué punto la cultura del atajo ha contaminado algunas estructuras internas del partido.

No menos jugoso es el intercambio en el que Koldo le recuerda a Ábalos: «También está el tema de Marruecos y aquí nadie dice nada». La mención abre nuevas incógnitas sobre supuestas gestiones opacas con terceros países —en este caso Marruecos— en plena pandemia, mientras se negociaban contratos millonarios para material sanitario.

El informe UCO: ¿financiación ilegal y caída en cadena?

El verdadero terremoto ha llegado con el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. El documento refuerza las tesis para imputar al PSOE como persona jurídica por financiación ilegal. Según las diligencias, desde la Gerencia del partido se habría reclamado a altos cargos —como al exdirector general de Carreteras, Javier Herrero— aportaciones económicas irregulares bajo eufemismos como “impuestos internos”. La Ley Orgánica 7/2015 prevé ya desde hace una década la responsabilidad penal directa para partidos políticos por delitos como este.

La gravedad del asunto ha precipitado dimisiones (como la reciente salida forzada de Santos Cerdán) y ha puesto al presidente Pedro Sánchez ante su mayor crisis política interna. Las acusaciones populares piden ya abiertamente la imputación formal del partido, lo que supondría un hito histórico en democracia.

Este escándalo puede sentar jurisprudencia si finalmente se imputa formalmente al PSOE como persona jurídica por financiación ilegal; sería la primera vez bajo el actual Código Penal español.

Diccionario rápido para no perderse en el escándalo

Un escándalo así merecía su propio glosario. Los apodos utilizados han hecho las delicias de tuiteros y cronistas políticos, con memes ya circulando sobre “el pequeño”, “el Guipuchi” y compañía. Algunas claves del argot:

• El pequeño: Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE.
• Guipuchi/Guipu: Empresario vasco ligado a adjudicaciones públicas sospechosas.
• El jefe: Pedro Sánchez.
• Tema Marruecos: Negociaciones opacas sobre contratos internacionales.
• Aportaciones económicas: Eufemismo para supuestos pagos ilícitos internos.

Grabaciones de la vergüenza

Las grabaciones no solo abarcan temas económicos; recogen también reproches personales dignos del patio trasero más sórdido como un encontronazo de Santos Cerdán con Félix Bolaños; o los problemas del trío con el reparto del dinero.

El informe UCO menciona expresamente cómo algunos implicados presumían internamente de haber “hecho desaparecer problemas”, lo que añade tintes casi literarios al asunto.

El caso Koldo nos deja una trama digna de serie negra nacional: entre grabadoras ocultas, apodos pintorescos y un diccionario propio para sortear la legalidad. El futuro judicial —y político— aún promete giros dignos del mejor guion.