Chencho Arias lanza una contundente reflexión sobre la nula influencia internacional de la España de Sánchez

El artículo de Inocencio Arias titulado El menguante peso de España, publicado en El Debate, pone sobre la mesa la cuestión del declive relativo que experimenta la posición internacional de España. Arias, con su reconocida experiencia diplomática, aborda desde el primer momento el tema clave: la pérdida de influencia de España en los ámbitos europeos y globales.

El autor es contundente en su reflexión en la que advierte que España, antaño protagonista destacado en la escena europea y con voz propia en las grandes decisiones, ve ahora cómo su peso político y diplomático se diluye sin que la opinión pública parezca alarmarse.

Pese a que podemos presumir de lo que ahora llaman soft power, ya que nos ven como «gente amable, hospitalaria, simpática con envidiable gastronomía, buen clima y rica en historia y monumentos», al momento de mostrar músculo en lo económico, sociológico, cultural y político, la cosa cambia.

«Económicamente no estamos en la Champions. España es líder en Europa en paro, más aún en el juvenil, en absentismo laboral, en índice de miseria y riesgo de pobreza infantil. En abandono escolar sólo nos supera Rumanía. Nuestra competitividad es archi mejorable. Aunque el gobierno saque pecho social, los ocho años de sanchismo no han aliviado para nada estos índices de bochorno».

No duda en señalar España ha ido perdiendo posiciones entre sus socios y aliados, especialmente en comparación con otras potencias europeas. Arias subraya que esta tendencia no es solo una percepción subjetiva, sino una realidad constatada en las cumbres y foros internacionales. Y apunta directamente al presidente del Gobierno de este declive:

«El papel de Sánchez se ha devaluado. Su política acrecienta fuera la convicción de que España tiene un futuro inviable como nación –hay lugares en que la ley no se aplica– y que el presi, por no perder la Moncloa, es el caballo de Troya de los separatistas que apuntillan al Estado».

En este sentido, le afea por sus «malabarismos para contentar a sus aliados internos o buscando la refriega electoralmente rentable con Trump lo desprestigian ante sus aliados externos. Su insolidaria y chulesca postura en el rearme que acordó la OTAN le pasa factura».

Estima que un país que no se hace valer acaba por ser ignorado y esta irrelevancia internacional tiene efectos directos sobre la economía, la seguridad y hasta la autoestima colectiva.

Finalmente, el autor concluye con una advertencia:

“En el exterior vislumbran, ya que Sánchez es un tahúr sin el menor escrúpulo. Y España por ello, crecientemente, una comparsa egoísta y fullera”.