OPINIÓN / REPASANDO COLUMNAS

Jabois le lee la cartilla al PP: «Tienen dos canales y le echan la culpa a dos tertulias por Podemos»

Pablo Sebastián asegura que Carmen Chacón contará con el apoyo de El Mundo y de Pedrojota para hacerse con el PSOE

Jabois le lee la cartilla al PP: "Tienen dos canales y le echan la culpa a dos tertulias por Podemos"
Floriano, Cospedal, Rajoy, Arenas y Gonzalez Pons. Partido Popular

Marhuenda pide a Rajoy que prescinda del arriolismo

En la prensa sigue la abundancia de columnas sobre las elecciones y el nuevo super-héroe de los pobres, Pablo Iglesias.

La mejor, por lo inesperado de su contenido es la escrita por Salvador Sostres, que es el único que felicita al PP por su victoria. Luis María Anson y Antonio Casado aseguraron el lunes que al PP y al PSOE no le shabía ocurrido nad ay que el bipartidismo se mantenía… y horas después Alfredo Pérez Rubalcaba dimitía. Sostres va más lejos: el PSOE se ha desplomado, pero el PP sigue a flote. Vamos, más entusiasmo que Arriola.

Que el partido del Gobierno, bajo el yugo de la crisis más atroz haya sido capaz de ganar unas elecciones, es algo realmente extraordinario.

La carraca del fin del bipartidismo está bien para llegar de aquí hasta el verano, pero es un delirio más de estas señoritas histéricas e impresionables que últimamente se dedican al análisis de los resultados electroales.

Pablo Iglesias es tan grotesco como Marine Le Pen y Nigel Farage, y los tres tienen ideas igual de contrarias a la libertad y los intereses de la Humanidad.

No sé a qué viene tanto alboroto con Podemos.

Continuando en el capítulo d elas frivolidades, UPYD ha empezado a deshincharse.

Esquerra, eso sí, ha ganado a Convergència. Es el primer aviso y el segundo serán las municipales. Es importante que, si Artur Mas no tiene un hobby, se busque uno de inmediato, porque pronto va a tener los lunes al sol, y los martes.

El único argumento de la izquierda ha sido insultar a Miguel Arias, y Miguel Arias ha impuesto su superioridad.

Esta columna sí que se la va a colocar Carmen Martínez Castro a Rajoy junto al Marca.

Con menos adjetivos y menos entusiasmo por el PP, Enric Juliana (La Vanguardia) escribe algo parecido.

«Suerte hemos tenido de Podemos, que ha interceptado buena parte del voto progresista; sin Podemos, el PSOE podía habernos ganado las elecciones», confesaba ayer por la mañana a este diario un relevante dirigente del PP. «La irrupción de Podemos nos ayudará a explicar a nuestros electores por qué no hay que dispersar el voto de centroderecha»

Con una victoria pálida, el PP español ha conseguido colocarse en el reducido grupo de partidos guberna,entales que no han perdido las elecciones en Europa. Rajoy sigue siendo proveedor de estabilidad en los mercados de Bruselas y Berlín. El PSOE entra en crisis interna y se le complica el flanco izquierda. CiU pierde las elecciones, por muy poco, pero las pierde.

MARHUENDA LE ACONSEJA A RAJOY QUE DESPIDA A ARRIOLA

Varios columnistas se ocupan de Pedro Arriola con motivo de su charla en el Forum Europa.

Federico Jiménez Losantos (El Mundo) le atiza con todo el resquemor que le tiene desde hace años.

Arriola, el doctor Bacterio de la era Aznar, el doctor Complejos de ayer y hoy, es un devoto de la izquierda. De Rubalcaba ha dicho que el PP «lo echará de menos» porque es «un hombre de Estado» y que «con él de presidente dormiría tranquilo». En Suiza, puede. ¿Olvida Arriola al que «lo sabía todo de todos», al Faisán, al demagogo abyecto del 13-M? Está claro que a Maricomplejines le gustan los chulazos de izquierda. Y luego se queja.

El cabreo de las bases del PP y de los escasos intelectuales de derechas es tan grande que Francisco Marhuenda (La Razón) se enfrenta a su antiguo jefe, Mariano Rajoy, y pide que le despida.

Es un buen momento para que el PP abandone el arriolismo en el baúl de los recuerdos así como la creatividad a los ‘pitufo azul’. En esta etapa conviene salir a vender el producto, como un buen comercial, y olvidarse de ser el primero de la clase sin explicar lo que se hace.

Lo malo es que Marhuenda es de los que corren a apuntalar al PSOE.

El PSOE está sumido en la desorientación. Es un grave problema para España porque la alternativa a su izquierda nos retrotrae a un radicalismo más propio de los países subdesarrollados.

Manuel Jabois (El Mundo) se ríe de los pronósticos y las explicaciones de Arriola y me permite enlazar con el protagonista de la semana: Pablo Iglesias.

De vez en cuando Pedro Arriola, ese genio del silencio, la pausa y el perfil bajo, que reclama a sus clientes la inmovilidad para tener éxito, dice una cosa y sale en todas las portadas. Ayer se refirió a Podemos para decir que a Madrid venían a parar todos los frikis, cosa a la que según Arriola ha contribuido la televisión.

En el PP no tienen ganas de entenderlo. Ellos, que tienen dos canales, le echan la culpa a dos tertulias. Pero Iglesias no ha ganado votos en la televisión: los ha ganado en campaña. Muy metódicamente, con mucha más inteligencia que la que demuestra cuando habla, Pablo Iglesias ha olfateado el desencanto y lo ha llenado de arengas que podían haber incluido tranquilamente un «a por ellos, oé». No es producto de la televisión, de la crisis o del 15M; es un producto, al igual que todos, de la democracia. Una democracia tan débil, según el poder, que puede alterarse desde el ‘prime time’.

Estoy de acuerdo con su conclusión: Pablo Iglesias no se ganó los votos sólo en la televisión.

Ruiz Quintano (ABC) ya no compara a Iglesias sólo con Felipe González, sino, también, con José Antonio, fundador de la Falange.

Su discurso fundacional lo dio, como José Antonio, en un teatro madrileño, prometiendo cosas que emocionarían al mismo Spielberg.

-Echaremos de las instituciones a los sinvregüenzas.

En su momento, Felipe González prometió 800.000 puestos de trabajo y la recuperación de Gibraltar, y con eso se tiró 14 años en La Moncloa. El líder de la derecha que diga con éxito «Váyase, señor Iglesias» está ya en primero de Bachiller.

GISTAU ADVIERTE DE QUE LA CLASE MEDIA ESTÁ HARTA

Ignacio Camacho (ABC) reclama al PP y a su amo que cuiden a su electorado.

Los sectores de apoyo clásicos del centro-derecha se han quedado en su casa, descontentos con las subidas de impuestos y el maltrato a las clases medias. Cuatro de cada diez votantes le dieron la espalda: eso es el aviso serio de una mayoría social perdida. Y ha tenido suerte el PP de que casi todos se hayan abstenido en vez de ponerle los cuernos con otras candidaturas.

Para que su electorado regrese a las urnas el Gobierno tiene que devolverle pronto parte de lo que le ha arrebatado. Bajar la presión fiscal, retirar leyes antipáticas, facilitar el crédito bancario y tratar con tacto a colectivos agraviados. Hacer política: salir a la calle y dar la cara a riesgo de que se la partan. Al menos verá venir la bofetada; de otro modo la recibirá en diferido en forma de silenciosa venganza electoral.

Y David Gistau (ABC) coincide en lo que le dijo el alto cargo del PP a Juliana: ahora toca agitar el espantajo de que viene los rojos. Pero quizás eso tampoco funcione.

Con sus votantes desmotivados, decepcionados, cuando no ultrajados por las mentiras electorales, el PP de pronto encuentra una amenaza extremista que está a las puertas de San Jerónimo y que podría permitirle presentarse ante las clases medias como un protector de la estabilidad. Probablemente no vaya a disponer de ningún otro argumento electoral en la sucesión de elecciones hasta las generales.

Pero ocurre que buena parte de la clase media ya no es la que ansiaba conservar cuanto tenía, trabajo, atención médica, colegio y vacaciones (el obrero que bebía Perrier en Bahamas de Tom Wolfe). Está tan vapuleada, tan imbuida de presagios apocalípticos, y al mismo tiempo tan harta de que le falle la política tradicional en asuntos que incluyen la corrupción, que habrá que ver si no tiene finalmente una inclinación experimental que la haga buscar siglas nuevas, también en el ámbito del PP, de momento solo abstencionista, sin temor a fracturar una partitocracia que de todos modos está herida. Es difícil que cuaje el miedo entre quienes creen haber perdido ya.

ENTERRANDO AL PSOE

Acerquémonos al PSOE. Según Marcello (Republica.com), ahora Zapatero y Felipe librarán una batalla por el control del partido por personas interpuestas.

Está claro que la candidata de Zapatero es Chacón, pero no está tan claro que apoyos mediáticos y económicos están por detrás de esa candidatura, ahora que se han conocido que ella tenía preparada una detallada estrategia de primarias que sin duda ha costado un dinero y más que costará si la lleva a cabo.

cuenta con la sorprendente ayuda del diario El Mundo y de Pedro J. Ramírez, quien mantiene una especial relación con Zapatero y puede que con la presencia de algún empresario notorio de los que en su día recibieron favores de ZP.

no está claro es el nombre del candidato de Rubalcaba y de González. Se ha especulado con Patxi López e incluso su dimisión del PSE, por la reciente derrota electoral europea en el País Vasco (que se añade a su fracaso durante las elecciones autonómicas de Euskadi), ha sido interpretada como un paso para optar al liderazgo nacional, lo que no tiene sentido dado que quien ha sufrido dos derrotas, y ha dimitido por ello, no puede pretender liderar al PSOE en toda España.

A diferencia de Anson y Casado, José María Marco (La Razón) es de lo que creen que el PSOE debe desaparecer por el bien de los españoles.

Nada de todo esto permite prever que el PSOE recupere la sensatez, es decir, la centralidad, la moderación, la capacidad de diálogo y el sentido nacional. Es seguro que nuestro país necesita un partido de centro izquierda, pero tal vez lo mejor sea que ese partido no tenga nada que ver con el PSOE.

En la misma línea, García Domínguez (Libertaddigital.com) sostiene que Pablo Iglesias se está comiendo al PSOE no a Izquierda Unida.

La gran paradoja es que el genuino heredero de Zapatero, no otra cosa resulta ser Iglesias Ful, ha nacido extramuros del PSOE. Al cabo, si por algo se define el zapaterismo, esa enfermedad infantil del izquierdismo, es por el recurso a la pornografía sentimental como invariable sucedáneo del pensamiento político. De ahí, por cierto, que su terreno de juego predilecto fuesen los platós.

Y en ese campo, el del humo audiovisual, por mucho que se esfuercen, ni Madina ni Chacón le llegan a los talones a Iglesias Ful. Podemos, contra lo que todo el mundo había interpretado, no le siega la hierba bajo los pies a Izquierda Unida, sino al PSOE.

Y David Trueba despide a Rubalcaba con un elogio que parece una esquela: muy listo, pero era demasiado listo, feo y viejo para los tiempos de la televisión. (¿Pero no es Twitter la revolución de las comunicaciones?).

Ser el político más inteligente y habilidoso en la sombra de los partidos no basta. Podría haber sido un presidente estupendo para estos tiempos, no en cambio candidato, porque en el cartel electoral del candidato la gente no vota inteligencia, sino ilusión e incandescencia. En el reinado de la tele, que es el cine según Dalí, anónimo, tecnológico y estandarizado, Rubalcaba era un bicho raro, que transparentaba su desconfianza hacia el medio porque conocía su superficial profundidad y su entretenido tedio. Rubalcaba salvó a su partido y perdió las elecciones. No es poco el mérito, pero un partido sin poder es como una bicicleta sin pedales, nadie quiere empujar para que otro coja velocidad.

LA INTELIGENCIA DE ERC

Francesc Carreras (El País) es autor de un análisis sobre la votación en Cataluña en el que alaba a ERC.

Mediante su habilidad táctica y estratégica, se ha ido zampando a los demás, uno tras otro han quedado literalmente engullidos. El pasado domingo dio el último bocado: sacó más votos que CiU. Y, como siempre, lo hizo sin despeinarse.

El tripartito fue un desastre pero ERC logró su principal objetivo: embarcar a socialistas y convergentes en la aprobación del nuevo estatuto. De esta manera, sabiendo que la frustración estatutaria generaría victimismo, preparaba el futuro salto hacia la independencia.

Se acabó el tripartito, volvió CiU a la presidencia de la Generalitat y ERC pasó a ser un socio cada vez más indispensable. Hasta que el error fatal de Mas al convocar elecciones en noviembre de 2012 devolvió a ERC el protagonismo perdido. Ahora podía exigir y apostó fuerte: un referéndum de independencia. Mas obedeció mansamente y en las primeras elecciones, las del domingo, ERC da el sorpasso y se convierte en el primer partido de Cataluña.

no hay duda de que desde hace 15 años su influencia ha sido decisiva: entonces era el único partido que apostaba por la independencia.

LA TRISTEZA DE LAS AMIGAS DIVORCIADAS DE RIGALT

Carmen Rigalt (El Mundo) escribe una columna, ‘Amor, memeces’, muy entretenida sobre lo que significan la edad, el amor y la soledad para las mujeres. Adecuada para desengrasar el cerebro de tanta política.

Me gustaría defender la idea de que a los 80 se puede amar con la misma capacidad que a los 20, pero no tengo cuajo. Hace años que la palabra amor ha desaparecido del mapa y sólo la manejo para trabajar. En mi entorno nadie la pronuncia. Aquellas amigas que siguen en pareja (las menos) hablan como mucho de la convivencia, destacando su lado más confortable. Las más, sin embargo, son hijas de la Ley del divorcio y salieron adelante dando tumbos.

Hoy albergan una idea utilitaria del amor, pues se divorciaron sin tener conciencia de que sus condiciones objetivas no eran las adecuadas para emprender una andadura en solitario. Algunas se vieron abocadas a buscar nuevas parejas por pura supervivencia. Es en ellas en quien pienso ahora, cuando llegan a la vejez con los recursos mermados, junto a hombres que si depositan una mirada en ellas es para despreciarlas. Lo bueno de la edad es que te predispone a decir lo que piensas, y eso sí es un placer. Amor, memeces.

Regresamos a la política por el premio a la columna ridícula del día. Se lo doy a Alfonso Ussía (La Razón), porque sigue con su carencia de ideas, que transmite a sus lectores. La manera de refutar el programa de Podemos es aconsejarle a su líder que se lave.

Ya eurodiputado, lo primero que tendría que hacer el Coletas es frecuentar más su lavado. El lavado de las coletas, su signo de indentidad, símbolo piloso de los indignados, si bien su indignación ha tenido que menguar en estos últimos meses, tan productivos en la recepción de los emolumentos tertulianos de las cadenas de televisión capitalistas. Nada tiene que ver el comunismo radical y estalinismo orgánico con el champú. Si no desea adquirirlo en comercio del ramo, puede perfectamente solicitarlo en los salones de maquillaje y peluquería de la Cuatro y de La Sexta, sus cadenas de televisión preferidas y a las que debe su éxito en las elecciones al Parlamento europeo.

Menudo esfuerzo intelectual has hecho, ¿eh, Alfonso?

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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