Un importante general, excolaborador de Zapatero, anima al Ejército a evitar la investidura de Pedro Sánchez

El general Fulgencio Coll, en la Reserva y concejal del Ayuntamiento de Palma de Mallorca, no es un militar cualquiera. Ha servido en todas las ocasiones a gobiernos distintos, sobre todo a socialistas. Él mandaba a nuestras tropas en Irak cuando a José Luis Rodríguez Zapatero, de la mano de José Bono como ministro de Defensa, se le ocurrió la idea de retirarlas tropas.

Coll, como no podía ser de otra forma, obedeció y tocó retirada, no sin antes informar, por los cauces reglamentarios, de los inconvenientes de aquella decisión.

Coll fue también el jefe de la Unidad Militar de Emergencias, la gran creación de Zapatero a la que envió para dirigirla, además, permaneció cuatro años, de 2008 a 2012, en la Jefatura del Estado Mayor del Ejército, coincidiendo exactamente con el tiempo en que Zapatero fue presidente.

O sea, no podrá decirse de Coll que haya sido un general desafecto al socialismo; antes bien, ha colaborado siempre con este partido y sin la menor crítica a su gestión. Sin embargo, hace unos meses fue conquistado por VOX y se alistó en la filas del partido de Abascal. No salió alcalde en las elecciones municipales, pero sí concejal del municipio palmeño.

Tal y como recoge OK Diario, Coll ha manifestado, que, por patriotismo, hay que hacer todo lo que se pueda para impedir que Sánchez pueda gobernar gracias a su pacto con los sediciosos de ERC. Las declaraciones de Coll se ajustan milimétricamente a lo que encierra el artículo 102 de la Constitución que, en su Punto Segundo y hablando de la responsabilidad del presidente del Gobierno reza:

“Si la acusación fuera por traición o por cualquier delito contra la Seguridad del Estado en el ejercicio de sus funciones, sólo podrá ser planteada por iniciativa de una  cuarta parte de los miembros del Congreso y con la aprobación de la mayoría absoluta del miso».

En su alegato, Florencio Coll se refiere inequívocamente a la “seguridad del Estado”. Es lógico pensar que sus declaraciones han sido autorizadas, tácita o expresamente por Santiago Abascal. Nadie dice cosas como éstas sin consultarlas previamente. En todo caso, el exordio del militar precisa de varias preguntas: ¿Qué quiere decir exactamente Coll cuando pide que se “impida” la investidura de Sánchez? ¿Cómo sugiere él que sea efectúe esta operación?

¿Acusarán a Sánchez de atentar contra la Seguridad del Estado?. Lo seguro es que si alguien puede beneficiarse de la felonía política que prepara Sánchez es el partido del general Coll: VOX. Pactando con los separatistas encarcelados y con los leninistas que quieren volar España, Sánchez pretende matar dos pájaros de un tiro: continuar en La Moncloa incluso a este precio, y azotar al PP por la vía del engorde de VOX.