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ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN ACTUAL DEL PAÍS

España en 2025: los desafíos económicos y las tensiones políticas a las que se enfrentan los españoles

La economía española muestra signos de fortaleza mientras el panorama político se polariza con un gobierno progresista debilitado y una oposición en plena renovación

Periodista Digital 13 May 2025 - 18:27 CET
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España atraviesa un momento de contrastes en este 2025. Por un lado, la economía mantiene un ritmo de crecimiento envidiable en el contexto europeo; por otro, la tensión política alcanza cotas preocupantes con un gobierno que lucha por mantener su estabilidad y una oposición que se prepara para presentarse como alternativa sólida.

La situación económica del país presenta datos esperanzadores. España ha logrado un crecimiento económico del 2,8% para este año, superando ampliamente la media europea y rompiendo con el patrón observado tras crisis precedentes.

El PIB español está a punto de recuperar la tendencia de crecimiento anterior a la pandemia, algo que queda lejos para la eurozona, según los análisis más recientes. Sin embargo, este optimismo debe moderarse ante las señales de desaceleración previstas para 2026, cuando el crecimiento podría reducirse al 1,8% debido al débil crecimiento europeo y la creciente incertidumbre global.

El panorama político: tensión y renovación

El escenario político español se encuentra en plena ebullición. El presidente Pedro Sánchez, tras siete años en el poder, enfrenta uno de sus momentos más complicados. Hoy mismo, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha tenido que defender su posición en el gobierno ante las preguntas sobre si cuenta con el respaldo del presidente. Esta situación refleja las tensiones internas en un ejecutivo que, según sus críticos, muestra signos de agotamiento.

Mientras tanto, el Partido Popular prepara su congreso nacional para los días 5 y 6 de julio, en lo que su presidente Alberto Núñez Feijóo ha definido como «una respuesta a los problemas de España». En una conferencia titulada «Una España que vuelva a funcionar», Feijóo ha contrapuesto la debilidad del gobierno actual con lo que considera será «el PP más fuerte que nunca».

Esta renovación del principal partido de la oposición coincide con críticas cada vez más duras al ejecutivo. Fernando López Miras, presidente de Murcia, ha afirmado hoy que «nada funciona, ni la luz, ni los trenes, España está en retroceso» bajo la gestión del gobierno actual. Estas declaraciones evidencian la profunda polarización que caracteriza el debate político español.

Desafíos internacionales y compromisos de defensa

En el ámbito internacional, España ha dado un paso significativo al anunciar que destinará el 2% del PIB a Seguridad y Defensa ya en 2025. Este compromiso, anunciado por el presidente Sánchez el pasado 22 de abril, responde a las crecientes tensiones geopolíticas y a la presión de los socios de la OTAN.

El gobierno ha asegurado que esta inversión adicional se financiará «sin tocar un céntimo del Estado del bienestar ni afectar al bolsillo de los ciudadanos». Según explicó Sánchez, los fondos provendrán de la reorientación de partidas del Plan de Recuperación, de los ahorros generados por el buen desempeño económico y de remanentes presupuestarios.

Este aumento del gasto en defensa se produce en un contexto internacional complejo. España forma parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU desde enero de 2025, con un enfoque en la igualdad de género y la no discriminación. Sin embargo, las relaciones con Estados Unidos podrían complicarse tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, especialmente considerando la posición española respecto a temas como Palestina, Cuba y Venezuela.

La vivienda: el gran desafío social

El acceso a la vivienda continúa siendo uno de los principales problemas para los españoles. En enero, el presidente Sánchez anunció 12 nuevas medidas para fortalecer el mercado inmobiliario, reconociendo que este tema se ha convertido en «uno de los principales retos que tienen las sociedades europeas, como la española».

El gobierno ha defendido su política «valiente y social» frente al modelo «injusto y fallido» de gobiernos anteriores. Entre las medidas implementadas destacan la multiplicación por ocho del presupuesto estatal destinado a vivienda, la aprobación de la primera Ley de Vivienda, la concesión de avales para compra de primera vivienda y bonos de alquiler para jóvenes.

No obstante, la oposición considera insuficientes estas medidas y critica la gestión gubernamental en esta materia, señalando que los precios continúan subiendo y el acceso a la vivienda sigue siendo un problema acuciante para amplios sectores de la población.

Perspectivas económicas: luces y sombras

La economía española ha mostrado una notable resiliencia. Tras crecer un 3% en 2024, las previsiones para 2025 apuntan a un dinámico 2,3% según el consenso de analistas. Este crecimiento se ve impulsado por la mayor competitividad, los menores precios del petróleo, la inversión en energías renovables, la depreciación del euro y una inflación y tipos de interés más bajos.

Sin embargo, existen factores de preocupación. La incertidumbre de la política comercial de Estados Unidos, una tasa de ahorro de los hogares atípicamente elevada y una inversión que no muestra una respuesta acorde con el ritmo de crecimiento podrían lastrar la economía en los próximos meses. Además, la brecha entre los resultados macroeconómicos y la percepción ciudadana revela lagunas en el modelo productivo español, caracterizado por el escaso crecimiento de la productividad.

Un futuro incierto

España se encuentra en una encrucijada. Por un lado, los datos macroeconómicos invitan al optimismo; por otro, las tensiones políticas y los desafíos estructurales generan incertidumbre. La capacidad del país para mantener su crecimiento económico mientras aborda problemas como el acceso a la vivienda, la mejora de la productividad o la estabilidad política determinará su evolución en los próximos años.

El contraste entre el dinamismo económico y la polarización política dibuja un panorama complejo. Mientras el gobierno defiende sus logros en materia económica y social, la oposición se prepara para presentar una alternativa que, según sus palabras, hará que «España vuelva a funcionar». Los ciudadanos, mientras tanto, observan con cierto escepticismo unos datos macroeconómicos que no siempre se traducen en mejoras tangibles en su día a día.

¿Sabías que España ha multiplicado por ocho su presupuesto en vivienda en los últimos siete años? ¿O que en solo dos meses el programa de financiación y avales del ICO ha alcanzado los 2.000 millones de euros, que permitirán la construcción de unas 20.000 viviendas, la misma cantidad que las financiadas por el ICO en los 35 años previos? Datos que contrastan con la percepción generalizada de crisis habitacional y que muestran las paradojas de un país que crece económicamente mientras muchos ciudadanos siguen sin percibir mejoras sustanciales en su calidad de vida.

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