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Se lo han llevado crudo.
Y los siguen haciendo estos socialistas.
En un momento en que la política española parece encadenar sobresaltos, la salida de Santos Cerdán del Congreso ha añadido un nuevo capítulo a la saga de dimisiones envueltas en polémica.
El ex secretario de Organización del PSOE ha dejado su escaño por la puerta de atrás, tras ser señalado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en el conocido como ‘caso Koldo’. Y lo ha hecho asegurándose un “paracaídas dorado” que ha hecho saltar chispas en la opinión pública: una indemnización de casi 19.000 euros por algo más de seis años como diputado.
La normativa del Congreso lo deja claro: los diputados que abandonan su acta tienen derecho a una mensualidad del sueldo base por cada año —o fracción superior a seis meses— que hayan permanecido en el cargo, hasta un máximo de 24 meses. En el caso de Cerdán, hablamos de seis pagas mensuales de 3.142,14 euros cada una, con un total exacto de 18.853,84 euros. Eso sí, esta ayuda es incompatible con cualquier otra retribución pública o privada y se abona mes a mes.
El trasfondo: del caso Koldo a la crisis socialista
La renuncia no llega en un vacío político. Desde el pasado jueves, cuando salió a la luz el informe de la UCO implicando a Cerdán en supuestas comisiones vinculadas al entramado de Koldo García y el exministro José Luis Ábalos, el PSOE ha vivido días convulsos. La dirección socialista, consciente del daño reputacional, aceleró la salida para tratar de contener los efectos colaterales en un momento delicado para el Gobierno.
Hay que recordar que Cerdán ocupaba un puesto clave: era mano derecha de Pedro Sánchez y pieza fundamental en la maquinaria interna socialista. Su baja no solo afecta a la estabilidad orgánica del partido, sino que evidencia las grietas abiertas por los casos judiciales recientes.
La renuncia telemática al escaño —que se produjo este lunes a las 15:09 horas— vino acompañada también por su baja como militante del PSOE. Con ello, Cerdán pierde el aforamiento que le protegía ante posibles imputaciones judiciales directas en el Tribunal Supremo.
La ‘conexión Santos Cerdán’ y las ramificaciones hacia Montero
Lo más jugoso para analistas y rivales políticos no es solo el finiquito millonario, sino las conexiones internas que destapa este escándalo. La llamada ‘conexión Santos Cerdán’ salpica ya a otros nombres relevantes del Gobierno. En los mentideros políticos se apunta directamente a María Jesús Montero, ministra de Hacienda y figura central en el Ejecutivo, como posible conocedora o beneficiaria indirecta del sistema de favores y adjudicaciones bajo sospecha.
Las investigaciones policiales sobre adjudicaciones irregulares durante la pandemia sitúan a varios cargos socialistas —entre ellos Montero— bajo el foco mediático y judicial. Aunque no hay imputaciones formales contra ella, los informes señalan contactos y gestiones cruzadas que podrían tener consecuencias aún imprevisibles para el Gabinete.
Este ambiente ha agudizado las tensiones internas y alimentado teorías sobre “cloacas” dentro del aparato socialista: redes informales para garantizar contratos públicos que hoy están bajo lupa judicial.
¿Indemnizaciones merecidas o privilegios injustificables?
El debate sobre las indemnizaciones parlamentarias vuelve a escena con fuerza cada vez que un diputado se marcha envuelto en escándalos. Defensores argumentan que esta prestación ayuda a quienes pierden su única fuente laboral tras años dedicados al servicio público; detractores consideran que constituye un privilegio difícilmente justificable cuando quien la recibe sale bajo sospecha o investigación policial.
Para poner contexto:
- Santos Cerdán percibía un salario bruto mensual cercano a los 5.400 euros durante su última etapa parlamentaria.
- La indemnización por cese equivale aproximadamente al subsidio de paro de los trabajadores asalariados, pero con cuantías notablemente superiores.
- Actualmente solo otro exdiputado recibe esta ayuda: Íñigo Errejón, ex portavoz de Sumar, aunque está ya en su último mes.
Un Congreso sin descanso: presión política e incertidumbre judicial
La salida forzada de Cerdán agrava la sensación de inestabilidad interna en el PSOE justo cuando Pedro Sánchez buscaba proyectar imagen de control y autoridad tras los últimos reveses judiciales sufridos por figuras clave del partido.
Algunos datos curiosos sobre este episodio:
- La renuncia telemática se ha convertido en tendencia entre diputados salientes: evita fotos incómodas y reduce el impacto mediático.
- Pese al ruido mediático, hasta ahora ningún tribunal ha imputado formalmente a Santos Cerdán.
- El importe exacto recibido por indemnización depende milimétricamente del tiempo efectivo como diputado; cada fracción superior a seis meses suma una paga más.
- En las últimas décadas solo un puñado de diputados han cobrado más indemnizaciones parlamentarias que Íñigo Errejón o ahora Santos Cerdán.
- El reglamento prohíbe cobrar esta ayuda si se ocupa cualquier otro puesto remunerado público o privado durante esos meses.
La política española no da tregua ni margen para el aburrimiento: hoy son las cloacas socialistas; mañana puede ser cualquier otro escándalo. Mientras tanto, algunos siguen saliendo “por la puerta de atrás”, pero con los bolsillos bien cubiertos… aunque sea legalmente.
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