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Dicen que nunca se aprende en cabeza ajena, pero hay excepciones.
Y parece que el actual líder del PP es una de ellas.
El verano político en Madrid no da tregua. Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, ha cerrado el curso dejando un mensaje meridianamente claro: si llega a La Moncloa, derogará o sustituirá todas las leyes ideológicas de Pedro Sánchez.
No es una promesa vaga ni un simple eslogan electoral; es, según él, la “responsabilidad histórica” que le corresponde como líder del principal partido de la oposición.
Y lo dice después de haber aprendido de los escarceos y “cinismos” de su antecesor, Mariano Rajoy, quien, según Feijóo, pagó caro sus incumplimientos en la materia.
El líder gallego, menos dado a la retórica florida que a la frase cortante, ha reunido a su Comité Ejecutivo Nacional para anunciar que en septiembre presentará un listado definitivo de leyes “sanchistas” que el PP derogará o reformará en cuanto tenga oportunidad.
En Génova se insiste en que “esta vez no habrá medias tintas” y que el electorado podrá conocer, negro sobre blanco, cuáles son las prioridades de un futuro gobierno popular.
El voto “en conciencia” y el fin de los complejos
Otra de las claves del nuevo discurso popular es la defensa de un voto “en conciencia” en el Congreso. Feijóo ha dejado claro que el PP apoyará o rechazará, “sin complejos”, cualquier iniciativa legislativa, priorizando lo que consideran el bien común y no la aritmética política. Así lo ha hecho recientemente con el polémico decreto ómnibus, donde los populares justificaron su voto favorable “en favor de los pensionistas, de Valencia y de los usuarios del transporte”, aun a riesgo de ser acusados de “calcular electoralmente” cada apoyo.
El propio Feijóo ironizó, con un guiño al “coyote del correcaminos” que le dedicó un ministro socialista, sobre la supuesta dificultad de su partido para contentar a todos los sectores: “No vamos a regalar al PSOE el titular de que nos oponemos a las pensiones. Votaremos en conciencia, en favor de los pensionistas y de nadie más”.
Las leyes en el punto de mira: memoria, género, vivienda y más
Pero, ¿cuáles son esas leyes ideológicas que el PP quiere borrar del mapa legislativo español? El listado, aún en fase de cierre, se perfila extenso y variado. A continuación, un repaso de las principales normas señaladas por los populares:
- Ley de Amnistía: la joya de la corona para Feijóo. Considera que supuso una “derogación tácita de la Constitución” y que “compró” la investidura de Sánchez a precio de oro. Su derogación será prioritaria.
- Ley de Memoria Democrática: tildada por Génova de “concesión a Bildu”, el PP apuesta por rehacerla y eliminar los aspectos más controvertidos, como la resignificación de espacios públicos y el acceso a archivos militares.
- Ley Trans y Ley de Igualdad de Género: Feijóo y su equipo consideran que estas normas “exceden el consenso social” y buscan su revisión profunda, especialmente en los apartados sobre autodeterminación de género y educación.
- Ley de Vivienda: para el PP, la actual normativa interviene el mercado y “dificulta el acceso a la vivienda a los jóvenes”. Se proponen cambios para “garantizar la seguridad jurídica y fomentar la construcción”.
- Ley de Bienestar Animal: uno de los “fetiches” de Unidas Podemos, según los populares, que buscan “equilibrar la protección animal con la tradición rural y la caza”.
- Reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana (ley mordaza): el PP quiere revertir los cambios introducidos por el Gobierno de coalición, defendiendo que los cuerpos de seguridad necesitan “herramientas eficaces”.
- Otras normas medioambientales: el PP critica el “ecologismo de salón” y promete revisar la legislación sobre transición energética, agua y gestión de residuos, en especial las normas que “lastran la competitividad del sector agrario”.
Un calendario de reformas y el desafío de la credibilidad
Feijóo es consciente de que el electorado conservador aún recuerda cómo Rajoy prometió derogar leyes como la de Zapatero sobre matrimonio igualitario y finalmente no lo hizo. Por eso, la consigna es no repetir errores. El presidente del PP ha fijado el mes de septiembre como fecha clave para publicar el listado completo de derogaciones y sustituciones, de modo que no haya lugar a equívocos de cara a unas elecciones que, según el propio Feijóo, podrían celebrarse “cuando menos lo espere Sánchez”.
Entre las prioridades de ese hipotético gobierno popular figuran:
- Regeneración democrática y transparencia.
- Reforma fiscal y bajada de impuestos.
- Recuperación del español en la enseñanza.
- Plan nacional del agua.
- Refuerzo de la seguridad y lucha contra la okupación.
Y todo ello, insisten, bajo la premisa de que “no será una legislatura al uso”, sino una etapa de “limpieza total” del legado “sanchista”.
Los rivales: críticas, ironías y la sombra de Vox
Como era de esperar, el anuncio ha generado una cascada de críticas desde el Gobierno y sus socios. Pedro Sánchez ha acusado al PP de querer “borrar todos los avances sociales” y de funcionar “con la calculadora electoral en la mano”. Vox, por su parte, se muestra escéptico y le reprocha a Feijóo su “incapacidad para hacer oposición real” y “dar oxígeno al sanchismo” con sus votos puntuales.
Mientras tanto, el PSOE ironiza con que Feijóo “vota lo que no es decisivo” y recuerda los bandazos del PP en materias como la ley de vivienda, las pensiones o el decreto ómnibus. La batalla, pues, está servida tanto dentro como fuera del hemiciclo.
Curiosidades y datos sobre el caso
- El término “leyes sanchistas” se ha convertido en trending topic en redes sociales, con memes que van desde la parodia de “Sánchez el legislador” hasta guiños a la saga de Harry Potter, donde Sánchez es “el que no debe ser nombrado”.
- En la sede de Génova se comenta, en tono de broma, que la lista de derogaciones ocupa ya más folios que el BOE de un día cualquiera.
- Feijóo ha pedido a sus diputados “no caer en las provocaciones” y no responder a las “trampas” del Gobierno, evocando a los clásicos del humor político: “No vamos a picar sus anzuelos”.
- El PP asegura que publicará la lista definitiva de leyes a derogar en septiembre, aunque algunos escépticos en el propio partido bromean con que “habrá que imprimirla en fascículos semanales, como las colecciones de verano”.
- La pugna por la Ley de Memoria Democrática ha reabierto viejas heridas en el Congreso, con debates que recuerdan a los años más encendidos de la Transición.
El otoño político promete emociones fuertes y, si algo ha dejado claro Feijóo, es que esta vez piensa cumplir lo que promete, aunque sea para que nadie le llame, como a Rajoy, el “presidente de las promesas incumplidas”.
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