Periodistadigital América Home
3 segundos 3 segundos
Coronavirus Coronavirus La segunda dosis La segunda dosis Noticias Blogs Videos Temas Personajes Organismos Lugares Autores hemeroteca Enlaces Medios Más servicios Aviso legal Política de Privacidad Política de cookies
-

CAOS EN TRENES Y POLÉMICA POLÍTICA

El bocazas Óscar Puente, de fiesta en Altea mientras miles de españoles quedan atrapados en los trenes

El titular de Transportes acudió al Castell de l’Olla en Altea y difundió un vídeo del espectáculo pirotécnico en pleno caos ferroviario, reavivando críticas por su gestión y su hiperactividad en redes

Periodista Digital 11 Ago 2025 - 08:12 CET
Archivado en:

Más información

Nuevo caos ferroviario ‘Made in Óscar Puente’: 427 pasajeros del Avia Madrid-Cádiz, atrapados en Córdoba sin agua ni aire acondicionado

Tiene más cara que espalda.

Y además es un bocachancla impenitente, que se pasa el día jugando al golf o tuiteando, y no pega palo al agua.

La política española tiene debilidad por los símbolos. Y pocas escenas resumen mejor el estado de ánimo del país que un ministro aplaudiendo un castillo de fuegos artificiales sobre el Mediterráneo mientras cientos de pasajeros sudan la gota gorda en vagones sin luz ni aire acondicionado.

El sábado 9 de agosto de 2025, por la noche, Óscar Puente compartió un vídeo del Castell de l’Olla en Altea, una de esas citas que iluminan la costa en agosto, y lo hizo justo cuando el caos ferroviario volvía a copar titulares por incidencias serias en la red de larga distancia y media distancia.

El detalle no pasó desapercibido: el ministro más activo en X tiró de móvil ante el cielo encendido, y la oposición le exigió explicaciones urgentes por la cadena de averías que, además, dejaron a un tren Madrid–Cádiz parado a la altura de Almodóvar del Río con 427 pasajeros y temperaturas cercanas a los 40 grados.

La visita de Puente a Altea no fue casual.

El Castell celebraba su 37ª edición, con más de 1.500 kilos de pólvora, innovaciones técnicas de la Pirotecnia Vulcano y una afluencia que la organización y crónicas locales sitúan en cifras récord, con autoridades autonómicas y provinciales en primera fila. La postal era perfecta para el turismo; el timing, letal para la política. Y en España, ya se sabe: una imagen a destiempo levanta más polvareda que un informe de auditoría.

Qué ocurrió y por qué importa

El factor que dispara la polémica no es tanto la asistencia a un acto veraniego –con peso cultural y económico en la comarca– como la descoordinación comunicativa en plena emergencia operativa. La crisis de percepción se fabrica precisamente ahí: en la disonancia entre la experiencia del viajero atrapado y la narrativa digital del responsable del ramo.

El escenario en Altea: espectáculo total y tráfico colapsado

En términos de economía política, el ministro no faltó al evento que la propia comarca promociona como marca de territorio. Pero la politización del ocio está garantizada cuando el servicio esencial bajo su cartera atraviesa un bache sostenido de incidencias.

Un ministro digital en tiempo de averías

Puente ha hecho bandera de su perfil hiperactivo en redes. Esa presencia constante –con réplicas, ironía y vídeos puntuales– dibuja a un ministro que narra en directo y marca agenda en X. Pero también alimenta una caricatura que sus críticos explotan: la de un responsable más dedicado a tuitear –y a cultivar aficiones como el golf– que a ponerse el mono de faena en una red ferroviaria tensionada por el verano y la demanda. El contraste estético entre la pirotecnia en Altea y la agonía de un tren sin aire acondicionado refuerza el relato opositor de “un ministro que nunca trabaja y la pifia a diario”, especialmente cuando la comparecencia exigida sigue en el aire.

Conviene subrayar: asistir a un acto público no equivale a desatender un ministerio. No obstante, en gestión de crisis cuentan los reflejos, el tono y la secuencia. Lo que se echa en falta en situaciones así es un protocolo de comunicación que:

El coste político del “frame” veraniego

Para el Gobierno, el riesgo es de erosión acumulativa: cada incidencia sin relato técnico convincente suma en la idea de desgobierno logístico; cada gesto lúdico del ministro, sin contrapeso informativo, se convierte en munición simbólica. En el medio plazo, el expediente se mide en dos columnas: fiabilidad del servicio ferroviario y control de daños comunicacional.

Lo que sí puede hacer Transportes ya

No se trata solo de apagar fuegos –o de aplaudirlos– sino de demostrar control operativo. La agenda pública y la red social pueden esperar media hora; el tren detenido no.

Detalles y reacciones que cuentan

Curiosidades y datos

Más en Gobierno

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

CONTRIBUYE

Mobile Version Powered by