Soraya Sáenz de Santamaría se enfrenta a Domènech en el Congreso y deja al podemita hecho un ‘ecce homo’

Empezó Domènech, portavoz de ‘En Comú Podem’, intentando faltar a Soraya Sáenz de Santamaría calificándola de «actual gobernadora de Cataluña»–Rajoy delega en Soraya las funciones de la presidencia del Govern y los ministros asumen el resto de consejerías–.

A pesar de ese poder que acumulan en Cataluña podrán vencer pero nunca convencerán. Ustedes reprimen ante la ausencia de proyecto político. Y ahora amenazan con suspender los resultados electorales que puedan salir del 21 de diciembre. La mayoría de españoles quiere ya un referéndum pactado. No hay más sordo que el que no quiere oír–Losantos, desatado contra Soraya por no enterarse de los desmanes de TV3: «Mentirosa, que eres más falsa que un euro de plástico»–.

El catalán quiso hacer de menos a su rival aludiendo a que el PP no tiene mayoría en la Cámara y que por tanto no está absolutamente ilegitimado para nada–Los masajes de Rubén Amón a Soraya en El País: «Trabaja más horas que un aduanero de Tijuana»–:

Ustedes han violentado la separación de poderes. Ustedes no representan a la mayoría de la ciudadanía. En estos momentos casi el 60% piensan que debe haber un referéndum y la solución pasa por ahí.

La respuesta de la vicepresidenta dejó al podemita hecho un ecce-homo porque tiró de lo evidente, no están los de Pablo Iglesias, ni en el Congreso ni en Cataluña, como para tirar cohetes–La crisis catalana dispara a Ciudadanos y hunde a Pablo Iglesias, según el CIS–:

Señor Domènech le recuerdo que este grupo parlamentario al menos representa a muchos más españoles que usted y después de las últimas elecciones todavía más porque nos votan más.

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Usted viene a esta Cámara a defender sistemáticamente a los independentistas.

Antes de enredar, convendría que dijeran dónde están, que es defender un referéndum para la independencia.

Por tanto, si usted se mueve tanto entre la indefinición y la autodeterminación puede pasarle lo siguiente, que acabe entre la indiferencia y la auto-destrucción, la auto-destrucción de Podemos