OPINIÓN

Manuel del Rosal: «El tiempo no respeta nada de lo que se hace sin él»

Manuel del Rosal: "El tiempo no respeta nada de lo que se hace sin él"

Este es uno de los muchos sabios proverbios que tiene la cultura china.

“Cada uno cosecha lo que siembra y, aunque muchos sean libres de sus actos, no lo son de las consecuencias porque, tarde o temprano, el juez llamado tiempo dará la razón al que la tiene”

La vida, en el camino que recorre hasta su final, está influenciada por el tiempo. Conforme el tiempo pasa, las piezas se van colocando en el puzle sin que ni siquiera tú intervengas en ello; las máscaras van cayendo, las mentiras aparecen nítidas, la verdad se abre camino tras años de oscuridad porque la verdad no tiene fecha de caducidad, El tiempo va acumulando pruebas y evidencias que las palabras y las promesas ocultan y de las que se sirven los hombres para engañar a los hombres. Esto es así en general, pero alcanza su máximo exponente en la vida política. En política el manejo de los tiempos es muy importante.

Pasado, presente y futuro son las tres formas de manifestarse el tiempo. No es así en política, y no lo es porque el futuro no existe en política. La política solo vive el presente y al pasado recurre cuando necesita modificar la historia de cara a los ciudadanos con el fin de obtener réditos electorales; ejemplo: la memoria histórica con la que manipula al personal de forma indecente.

Más allá de sus narices no ven nada los políticos. El presente los atenaza porque son incapaces de dibujar un futuro que nada les interesa porque el futuro del país y el de sus ciudadanos no entra en sus cálculos; sus cálculos no llegan más lejos de que lo que sucede hoy, como les va a afectar y si puede disminuir sus proyecto – único proyecto que les preocupa – de mantenerse en el poder. Ya se sabe que el que domina el presente, domina el pasado, pero no domina el futuro, aunque así lo crea. Y ahí está uno de los mayores errores de la política. Al no creer en el futuro o al creer que lo dominan porque poseen el presente, esto afecta a la toma de decisiones orientadas a beneficiar al ciudadano para los próximos años que se van dilatando hasta tal punto de llegar tarde o no llegar nunca. Claro que hay una máxima en política: “Las promesas es mejor cumplirlas – si es que se cumplen – lo más tarde posible, cuanto más tiempo pase, más seguridad de que el ciudadano se olvida de ellas ¡Craso error! El ciudadano no se olvida, aunque tarde en reaccionar a la manipulación y cuando reacciona es, precisamente, cuando el gobierno de turno cree que ya se ha olvidado y le coge con el pie cambiado y sin saber cómo reaccionar. La mayoría de las veces los gobiernos han caído porque, encerrados en la paranoia elucubrante del presente, se han olvidado del futuro, un futuro imprevisible que les estalla en las manos. Los gobiernos deberían saber que – como decía Charles Chaplin – “El tiempo es el mejor autor. Siempre encuentra el final perfecto”.

Desde que llegó la democracia hemos visto pasar unos cuantos gobiernos y su llegada al final de su trayecto gubernamental. El guion que, a lo largo del tiempo de sus legislaturas, escribieron los gobiernos se vio roto por un final inesperado y en todos los casos traumático. Ese final fue escrito pacientemente por el juez llamado tiempo que anotaba todo lo que era importante para que el final fuera el final perfecto de unos años de gobierno en los que, los políticos de ese gobierno olvidaron la forma correcta de manejar el tiempo, encenagados en un presente, en una inmediatez que obedecía tan solo a los intereses del partido y a los intereses particulares de cada uno, olvidando que, para que el tiempo escriba el final correcto  siempre se debe contar con el presente, el pasado y con el futuro; que el factor tiempo es clave en la búsqueda de respuestas, que las intenciones ocultas y las inconsistencias las desvela el tiempo junto a la verdadera naturaleza que las personas albergan en sus pechos,,, Y que todo es percibido por el ciudadano con el paso del tiempo.

Dicen que en política marcar los tiempos es fundamental, lo que no dicen es cuando se han de marcar, en el presente, utilizando el pasado o pensando en el futuro.

Los políticos, ya lo hemos dicho, no ven más allá de sus narices y para proyectar el futuro – como no les interesa lo más mínimo – se pasan el tiempo que deberían dedicar a proyectarlo, mirándose el ombligo.

El juez tiempo dicta sentencia en el momento que menos esperan los gobiernos y los partidos políticos. El escritor tiempo encuentra el final perfecto que corresponde al relato que el gobierno ha escrito durante su legislatura. En ambos casos, tanto en la sentencia de los hechos como en el final del relato, el tiempo sorprende a los gobiernos que no han sabido gestionarlo porque, como dice el proverbio chino: “El tiempo no respeta nada de lo que se hace sin él”

MAROGA

MARCAS

TODAS LAS OFERTAS DE TU MARCA FAVORITA

Encuentra las mejores ofertas online de tu marca favorita

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído