El polémico ministro de Interior Fernando Marlaska — sin «Grande», desde que vendió su implacable dignidad judicial contra la banda asesina de ETA por un vulgar plato de lentejas bajo la forma de un servil Ministerio, el de Interior y a las caprichosas y volubles órdenes del «Puto Amo»( Puente dixit)– ha activado este lunes, 2 de diciembre, el nuevo registro documental sobre las «actividades de hospedaje y alquiler de vehículos a motor» concebido– según él– como un «instrumento policial de lucha y prevención contra el terrorismo y el crimen organizado» para mejorar la seguridad ciudadana, sin embargo su implementación ya ha generado mucha preocupación entre los profesionales del sector, ya que consideran que incrementará la carga burocrática y los costes de gestión, por mucho que traten de convencernos que se «simplificará y facilitara» las labores de procesado e integración de la información (¿…?) al eliminar los antiguos libros de registro que debían elaborar las propias empresas, sustituyéndolos por un mecanismo «funcional y «ágil» (¿…?) gracias a los modernos sistemas informáticos.
Como novedad, a partir de este nuevo registro, estos son los nuevos «datos personales no oficiales» que habrá que aportar obligatoriamente : dirección, teléfono o móvil, la identificación del medio de pago, el IBAN de la cuenta bancaria y/o la fecha de caducidad de la tarjeta de crédito.
¿Realmente alguien se cree que el objetivo principal sea el que afirma Marlaska? ¿,No será una nueva estratagema del «Puto Amo» para controlarnos aún más, si cabe?. A Pedro Sánchez– el siniestro y mitómano presidente, megalómano, autarca, dictador y absoluto controlador de «todo» y de «todos»– George Orwell, en su distópica novela «1984», le habría llamado «El Gran Hermano», cuya imagen estaba por todas partes de la ciudad en grandes carteles y en gigantescas pantallas de televisión en las que se podía leer un mensaje inquietante y muy amenazante, que a modo de recordatorio, les decía: << The Big Brother is watching you>> (El Gran Hermano te vigila).
Desde esta fecha, todas las empresas hoteleras, las de alquiler de coches , las plataformas intermediarias en ambos sectores y las agencias de viaje, deberán de modo obligatorio «comunicar todos los datos de los clientes al registro de la Secretaría de Estado del Ministerio de Interior».
Conviene no olvidar está fecha, que es un paso más hacia el auténtico y opresivo «Estado policial», al que la dictadura socialcomunista de Sánchez nos aboca de un modo irremediable para transformar nuestra actual sociedad en esa otra sociedad «antiutópica», totalmente estratificada, controlada e, incluso, manipulada por el partido en el poder, «El Partido Sanchista», que es la única forma en que un gobierno totalitario controla toda la sociedad a su antojo . Este gobierno, a través de su actual Ministerio de Interior — el de Marlaska– cada vez se parece más a ese «estado policial» ejercido por la temida y represiva «‘Stasi»– abreviatura de «Ministerium für Staatssicherheit» (Ministerio de Seguridad)– de la República Democrática Alemana (RDA) que se fundó en febrero de 1950.
Durante casi cuatro décadas, cerca de seis millones de personas de ambos lados del «muro de Berlín», fueron espiadas por noventa y un mil agentes de la «Stasi», incluso, sufrieron torturas psicológicas y fueron detenidos antes de que cometieran delito alguno. Sus agentes llegaron a espiar a más del 80% de los policías de la Alemania occidental
Nuestra sociedad, es cada vez menos utópica y futura, donde –bien sea por la deshumanización impuesta o bien por el control intrusivo que ejercen las nuevas tecnologías sobre nuestro día a día– la libertad individual se degrada en términos absolutos en favor del pensamiento único y de una sociedad unitariamente colectivista en cuyo vertice superior está omnipotente, omnisciente y omnipresente «El Gran Hermano» o Pedro Sánchez, en nuestro caso.
En su nombre, se manipula todo tipo de información y se practica la vigilancia masiva de todos los ciudadanos. La represión política y social es la única y oficial respuesta del «Partido Sanchista» –-que es quien manda aunque no gobierna–-la para los que públicamente osen disentir o contradecir sus mántricas y «oficiales» consignas. Su politica estructura, su cada vez más férreo y coercitivo código ejecutivo, el amplio despliegue de restricciones sociales y de las prohibiciones personales junto al control del poder judicial, del legislativo y de la libertad de información y expresión –llevado a cabo bajo el amplio y estricto control del «Puto Amo»– nos dibuja , con una milimétrica exactitud, esa otra «sociedad orwelliana» presidida por su homónimo y distópico equivalente «Gran Hermano», que preside un totalitarista gobierno de coalición y que controla cada uno de los movimientos y pensamientos de los ciudadanos, llegando incluso a castigar a aquellos que se atrevan a delinquir de pensamiento.
Su puesta en marcha responde a dos mandatos legales, incluidos en el articulo 45 del «Acuerdo de Schengen» (de junio de 1985) y en el 25 de la «Ley Orgánica 4/2015, (de 30 de marzo) de protección de la seguridad ciudadana», y que cuenta con el aval de la «Agencia Española de Protección de Datos» (AEPD) y el «Consejo de Estado». A pesar de contar con el visto bueno y este doble aval, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) ha denunciado que, aparte de que los procesos de «check-in» serán más lentos y los tiempos de espera mayores, la protección de datos personales de los clientes está en serio peligro, porque –al obligarles a almacenar los datos de los viajeros durante tres años– puede hacer «peligrar la seguridad ante la ciberdelincuencia».
El «Estado Policial» –al que Marlaska quiere llevarnos solapadamente con leyes y decretos que coarten cada vez más nuestros fundamentales derechos constitucionales por orden del «puto amo»– se parece cada vez más a la antigua «Stasi» de la RDA. Su Ministerio, no solo se va a dedicar a la represión social e informativa, sino también a descubrir quién es sospechoso, quién es políticamente no fiable, quién es enemigo de la dictadura socialcomunista de Sánchez y quién milita y trabaja para la «Fachosfera». Pero su tarea clave va a ser espiar la vida diaria –pública y privada– de las personas, de los medios de comunicación e información y de los partidos «no afines» para así asegurarse de que las ideas subversivas contra el Gobierno de su «amo y señor» no lleguen a la mayoría.
No sería nada extraño que –como hacía la «Stasi»– rizen el rizo y tengan informadores que espíen a sus propios espías para asegurarse de que todo está y funciona bien y, para que –el antiguo y anulado PSOE– hoy día convertido en una auténtica dictadura socialcomunista o «PS» (Partido Sanchista) «siga adelantando por la izquierda» y colocando a nuestro país al frente del crecimiento de los grandes países de la Unión Europea”, como han reiterado en su hispalense congreso y aunque no se lo crean ni ellos mismos y, en este caso el clásico aforismo atribuido al sanguinario Goebells carezca de validez y de razón.
Pedro Manuel Hernández López, médico jubilado, Lcdo. en Periodismo y ex senador autonómico por Murcia.