En los años sesenta del siglo pasado se formó un grupo de amigos, bastante sinvergüenzas y disolutos, pero muy atractivos frente al público que estaba deseando disfrutar de sus actuaciones en Las Vegas. Cantaban, contaban chistes, comprometían al público, el show no tenía desperdicio. Se presentaban con smoking y fumando. Uno de los componentes hacía la presentación diciendo: “Somos un grupo de tipos normales que se reúnen de tanto en tanto para apoderarse del mundo”. Los integrantes fueron Frank Sinatra, Dean Martin, Peter Lawford, Joey Bishop y Sammy Davis Jr. Juntos formaron los Rat Pack.
El nombre se le ocurrió a Lauren Bacall, esposa en aquel momento de Humphrey Bogart. Una noche regresó a la suite de su hotel y se encontró tirados por el suelo, en estado de ebriedad lamentable, a su esposo junto con unos cuantos amigos. Allí se encontraban Tony Curtis, Debbie Reynolds, Errol Flynn y un jovenzuelo Frank Sinatra. Cuando la Bacall los vio dijo: “you look like a goddamn rat-pack” (parecen una maldita pandilla de ratas), y de esta manera el grupo adoptó el nombre.
Salvando las distancias temporales, voy a intentar establecer un paralelismo de este simpático grupo de los Rat Pack con otro no tan simpático al que sufrimos en estos días formado por: Ábalos, Koldo, Aldama, Begoña y como artista invitada una tal Delcy. Los informes de la UCO no dejan duda acerca del inmenso entramado de “presunta” corrupción perpetrada por los protagonistas aludidos, en el entorno de la Presidencia del Gobierno de Pedro Sánchez. Simplemente voy a relatar los hechos probados a día de hoy, situación que con seguridad evolucionará en los próximos días según se vaya estudiando la documentación pendiente.
El caso Koldo sobresale por la época en la que se produjeron los hechos que fue durante la pandemia del Covid. En la trama descubierta se encuentran Víctor de Aldama y Koldo García Izaguirre, asesor de José Luis Ábalos. Obtuvieron contratos para comprar mascarillas y test cuando a las comunidades autónomas les estaba prohibido hacer lo propio. El total de los contratos fue de 53 millones de euros. La Unidad de Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) señaló al Grupo Globalia por obtener 3,6 millones de euros adjudicados por el Gobierno a la trama Koldo. Se trajeron mascarillas de calidad pésima y a precios desorbitados. Mientras tanto el señor Aldama exhibía sus Ferraris. La figura de referencia es la del ex-Ministro Ábalos, ya que Koldo era su mano derecha y en las reuniones para concretar la compra del material se cita con frecuencia al ex-Ministro. Y yo me pregunto: ¿Es posible que el Presidente del Gobierno no supiese nada de esto?
En referencia al señor Ábalos, la UCO ha desvelado informaciones sobre una serie de pagos a su nombre en agradecimiento por las gestiones a favor de la trama. Entre los favores destaca un chalet en Cádiz y la financiación de un piso para su novia, la misteriosa Jésica. Y yo me pregunto de nuevo si tampoco sabría nada de esto el señor Presidente del Gobierno.
Una de las máximas del Rat Pack original, y de la que hacían gala antes y después de sus actuaciones en el hotel Sans de Las Vegas era: «Hollywood apesta. No te fíes nunca del jefe. Bebe todo lo que puedas y ama la música como a ti mismo». Al parecer los señores Koldo, Aldama y Ábalos tuvieron un código ético similar al que presentaba Sammy Davies Jr. La principal diferencia es que él lo hacía simplemente para expresar su forma libertina de vivir y nuestros representantes, además de libertinos y amorales, han jugado con las ventajas de pertenecer a un Ministerio público que debería destacar por lo contrario, es decir, la ejemplaridad y no el desacato ético y moral.
Si continuamos con los actores que nos ocupan, tenemos que hacer especial reseña a Víctor de Aldama, quien fue el principal comisionista de la trama, obtuvo 6,6 millones de euros. Enviaba el dinero a República Dominicana para no dejar huella del mismo en España. Por cierto, es gran amigo de Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, y estuvo con Aldama en la Cumbre de San Petersburgo de la ONU Turismo (OMT). El presidente de la OMT, Zurab Pololikashvili, que apoyó en bastantes actos y negocios a Begoña, consiguió que nuestro Presidente le prometiera una sede gratis para su organización, por 75 años, en una zona preferente de Madrid. El señor Aldama también estuvo presente en la llegada ilegal de Delcy Rodríguez a Madrid, Vicepresidente de Venezuela, la cual tenía en aquel momento prohibida la entrada en cualquier país del espacio Schengen – espacio de libre circulación reconocido por 29 países de Europa-. Por cierto Aldama impulsó las reuniones entre Globalia, empresa de la que hablamos tres párrafos más arriba, y Begoña Gómez. Aldama negoció el rescate de Air Europa, cuyo CEO Javier Hidalgo, también se encontraba en la reunión de San Petersburgo junto a Begoña Gómez. En definitiva, el señor Aldama ha sido el factótum perfecto, hasta que le han pillado claro.
Mire Señor Aldama para hacer el mal vale cualquiera, usted lo ha hecho a un nivel institucional de gran altura, no cabe duda, pero la chulería desenfrenada no lleva a buen puerto. El comadreo y el nepotismo excesivo acaban como se encuentra usted, en prisión. Nadie es impune ante la Ley. Los Rat Pack , seguramente cometieron actos poco recomendables, sus coqueteos con el mafioso Sam Giancana así lo dejaron entrever. La simpatía de Dean Martin cuando cantaba, el virtuosismo de Sammy Davis Jr cuando tocaba la trompeta, el piano y bailaba, y los chistes de Bishop cautivaban al público. Pero aún así, les faltaba algo con lo que dar estabilidad a sus desenfrenados quehaceres y de esto se encargó Peter Lawford cuyo principal mérito fue estar casado con la hermana del Presidente John Kennedy. Golpe de efecto total para asegurar, no la impunidad, pero sí una vida relajada sin investigaciones molestas. ¿Lo vé señor Aldama?, ¡hay que valer para todo en la vida!, usted no ha tenido la picardía suficiente como para conseguir este tipo de respaldo.
La señora Begoña Gómez, se ha metido en un lío descomunal y esto no es posible hacerlo de forma accidental, porque es demasiado complejo como para que así sea. Globalia creó una empresa que se llamó Wakalua – en locales de Carlos Barrabés, el empresario al que Begoña Gómez firmó cartas de recomendación-. Wakalua gastó un millón de euros en el Africa Center, instituto que contrató a Begoña como directora en una iniciativa para impulsar la educación y el emprendimiento en África. El señor Zurab Pololikashvili, presidente de la OMT, acompañó a Begoña Gómez a reuniones con ministros africanos. Tras las citadas cartas de recomendación de Begoña, el señor Barrabés mejoró su posición en los concursos públicos con rapidez de vértigo. Por cierto, se me olvidaba un pequeño detalle, el señor Barrabés fue el impulsor de la Cátedra regalada a la señora Gómez que sin tener titulación universitaria la consiguió sin ningún tipo de oposición. Y si nada más empezar el relato me preguntaba si el señor Presidente no sabría nada de esto, imagínense el estado de desasosiego en el que me encuentro ahora por no parar de preguntarme lo mismo de forma obsesiva.
Le doy un consejo señora Gómez, se ha rodeado de un grupo masculino un tanto insano. A menos que esté dispuesta a asumir lo que esto representa. Por esto le voy a contar lo siguiente: al grupo de los cinco magníficos -Rat pack- se fueron sumando las damas de rigor entre las que se encontraron las actrices Angie Dickinson, Shirley Maclaine, Judy Garland, Ava Gadner y alguna más. Fueron bautizadas como las Rat pack mascots (mascotas Rat pack), los caballeros con ellas no se mostraban todo lo respetuosos que se debería esperar de ellos, cosas de la ebriedad… Por este motivo, Begoña, yo le habría sugerido abstenerse de tener amistades tan díscolas, pero me temo que llego tarde. Espero que al menos éstos suyos no la hayan tomado por mascota, como les pasó a las famosas actrices de Hollywood. Aunque la verdad sea dicha, ellas nunca se lo tomaron a mal.
José Carlos Sacristán. Colaborador de Enraizados