Ussía a saco y sin titubeos contra Monedero por su sumisión a Maduro: “Tonto y desalmado”

El titular de la columna parece suave: «Monedero, el conferenciante«.

Pero el veterano Alfonso Ussía entra a saco, sin titubeos, para exponer una de esas indignidades que en una democracia decente y con un periodismo digno de ese nombre, obligarían a enterrar para siempre en el basurero de los miserables a ese sujeto vomitivo que es Juan Carlos Monedero.

Hay otros cómplices con los torturadores chavistas como son Zapatero y en última instancia Albares y el socialista Sánchez, pero lo del casposo fundador de Podemos destaca por su estupidez.

Alfonso Ussía publica el 22 de enero de 2025 en El Debate una dura columna, donde descuartiza a Monedero por impartir una conferencia en Venezuela y no en cualquier sitio: sino en ‘El helicoide’, el mayor y más espantoso centro de torturas que Maduro y los narcochavistas han montado en el país.

El Helicoide, ubicado en Caracas, además de ser el centro de torturas mayor de America Latina se ha convertido en el símbolo real del régimen de Nicolás Maduro.

Aunque es difícil proporcionar un número exacto de personas torturadas allí, el Foro Penal Venezolano cifra en 18,000 el numero de los que han pasado por sus celdas en los últimos 10 años,  arrestadas por oponerse al régimen.

 La ONG Voces de la Memoria ha recopilado testimonios de 30 ex presos que estuvieron detenidos allí y que hablan de diferentes formas de tormento.

1. Golpes brutales: «Me golpeaban repetidamente en las piernas, glúteos y la espalda con un bate cubierto de fundas para evitar dejar marcas visibles.»
2. Descargas eléctricas: «Le aplicaron múltiples descargas eléctricas en las rodillas, costillas y testículos.»
3. Asfixia: «Cuando me montan la bolsa, comienzan a asfixiarme demasiado, me asfixian, y yo muevo las manos desesperadamente, pero no paran.»
4. Posiciones de estrés: «Estuve colgado durante un mes de una mano en una reja en un pasillo rodeado de ratas.»
5. Tortura psicológica: «Tenía la cara tapada con periódico, pero escuché a un guardia pedirle a otro el revólver. ‘Te vamos a matar’, decían.»
6. Privación sensorial: «Me ponen periódico en las muñecas, me esposan, me ponen periódico en los ojos y luego me echan teipe (cinta adhesiva).»

Ussía inicia su columna con una contundente declaración:

«Hablar a torturadores en el centro de la tortura favorito y más espantoso del chavismo, como ha hecho el bien pagado Monedero, colega de Pablo Iglesias y fundador de Podemos, no lo hace ni el menos inteligente y sibilino de los cómplices de la tiranía.»

El autor no escatima en críticas hacia Monedero, a quien acusa de complicidad con el régimen venezolano.

Ussía argumenta que la presencia del político español en un lugar asociado con la represión y la tortura es moralmente reprobable y va más allá de la simple ignorancia o ingenuidad.

Usted, que fue uno de los fundadores de Podemos, con Errejón e Iglesias, entre otros, también protagonizó en un principio hechos de muy complicada aclaración. Y se lo quitaron de encima los que más tarde también demostraron su pertenencia al variado mundo de los embutidos.

O usted es tonto, que es muy probable, o usted carece de sentimientos, que es muy posible, o usted es un desalmado.

En su análisis, el columnista extiende sus críticas a otros políticos españoles que, según él, también han mostrado complicidad con el gobierno de Venezuela:

El columnista profundiza en su argumento, sugiriendo que la visita de Monedero no es un hecho aislado, sino parte de un patrón más amplio de apoyo al chavismo por parte de ciertos sectores de la izquierda española:

«La izquierda española, o al menos una parte significativa de ella, parece haber perdido el norte moral cuando se trata de Venezuela. No solo ignoran las violaciones de derechos humanos, sino que activamente colaboran con un régimen que ha sumido a su pueblo en la miseria y la opresión.»

Ussía concluye su columna con un llamado a la reflexión y a la responsabilidad moral:

«Es hora de que nuestros políticos, independientemente de su ideología, reconozcan la realidad de lo que sucede en Venezuela y dejen de ser cómplices, por acción u omisión, de un régimen que ha demostrado repetidamente su desprecio por la democracia y los derechos humanos.»

EL AUTOR

Alfonso Ussía nació en Madrid el 14 de diciembre de 1948. Con 76 años, Ussía ha desarrollado una larga y prolífica carrera como literato y en medios de comunicación, destacando por su estilo mordaz y sus opiniones controvertidas. Proveniente de una familia aristocrática, es nieto de Pedro Muñoz Seca, dramaturgo y escritor español asesinado en Paracuellos del Jarama el 28 de noviembre de 1936, durante la Guerra Civil española. Ha trabajado en diversos medios como ABC, La Razón, incluso Periodista Digital y actualmente publica columnas en El Debate.