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Con esta es ya la tercera noche que Paúl Monzón me anuncia que se queda de guardia, por si cae por fin el siniestro Nicolás Maduro.
Paúl, a quien adopté como ‘sobrino’ cuando llegó de Perú hace más de dos décadas y que ahora, ya nacionalizado español, se encarga de todo lo que tiene que ver con el viaje y la aventura en Periodista Digital, esta convencido de que Donald Trump se carga al sátrapa.
Y sin necesidad de desembarcar marines en la atormentada Venezuela.
Su tesis es que un día de estos, algunos militares de su entorno, los mismos que llevan 25 años sosteniendo la narcodictadura y han permitido al tirano seguir en el poder tras perder las elecciones, darán un golpe.
Cobrarán los 50 millones que ofrece la DEA por la cabeza del tirano y seguirán robando, postulándose ahora no como bolivarianos sino como demócratas de toda la vida.
Cuando eso ocurra y espero que sea pronto, quizá nos enteremos con detalle de los sucios apaños del Gobierno Sánchez con los chavistas y sobre todo de los inconfesables secretos del inefable Zapatero.
Ayer, publicaba ‘The Objective’ que el patrimonio del expresidente socialista se ha multiplicado por 100 desde que ejerce como mediador y comisionista de Maduro.
Zapatero lleva bastantes años actuando como embajador oficioso del chavismo y es clave en la vergonzosa complicidad del régimen sanchista con la narcodictadura venezolana.
Fue el Gobierno Sánchez quien prestó nuestra embajada para que la siniestra Delcy y su brutal hermano extorsionaran a Edmundo González, forzando su exilio en Madrid.
Y es el Ejecutivo socialcomunista español quien se afana a diario para blanquear los pucherazos y dar una pátina de respetabilidad a los gestores de la macrocheka del Helicoide, ante la Unión Europea.
Nada de eso es gratis o fruto de profundas convicciones ideológicas.
Seguro que en el PSOE, que además de agencia de colocación y lupanar de lujo es un basurero, hay energúmenos que aplauden la persecución de opositores, la ruina del país caribeño y hasta la conexión entre el Clan de los Soles y el entorno de Maduro, pero lo del inefable Zapatero y los que mandan en la izquierda española va por otro lado.
Es cuestión de dinero, de llevárselo crudo y si eso se logra con petroleo, comisiones, mordidas, sobornos o drogas, les importa un comino.
Siempre se puede caer más bajo, como demuestran cotidianamente Sánchez y sus compinches.
Incluso escarbar para hundirse más profundo.Y en varias direcciones, porque estos majaderos -que en el ámbito doméstico han pactado con proetarras y separatista y parecen dispuestos a desmembrar la Patria para seguir chupando del bote- van camino de meter a España en el vertedero internacional.
No exagero. El régimen que padecemos se entrega a los espías de Huawei, corteja a la orweliana China, insulta a Israel, recibe los aplausos de los terroristas Hamás y colabora con los alucinados indigenistas y antiespañoles del Grupo de Puebla.
No se privan de nada, estos mendrugos.
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