La hemeroteca desmonta al Gobierno Sánchez: “La inmigración es competencia exclusiva del Estado”

Pedro Sánchez ha vuelto a claudicar ante Carles Puigdemont.

En un nuevo pago de la factura por los sietes votos para seguir sentado en la poltrona, el jefe del Ejecutivo ha entregado las competencias de inmigración a Cataluña. El asunto no es baladí porque es un atropello a la Constitución por muchos frentes.

Por un lado, es un atentado contra la “indisoluble unidad de la Nación española” porque esta concesión es un reconocimiento velado al ‘Estado catalán’. Como ha dicho el prófugo Puigdemont para regodearse de este nuevo ‘éxito’, la materia de inmigración y manejo de las fronteras “son competencias de los estados” soberanos.

Por el otro, y esto demuestra el nivel de cinismo de Pedro Sánchez y sus acólitos, hasta hace dos días, aseguraban que la medida no se podía implementar porque estas son “competencias únicas y exclusivas de la Administración General del Estado”.

No hay que viajar mucho en el tiempo para recordar cómo el Gobierno Sánchez rebatía que esto no iba a suceder porque la Constitución lo impide. El pasado 16 de enero, la portavoz sanchista, Pilar Alegría afirmaba en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros:

“Las competencias en materia de fronteras y de inmigración irregular, están referidas en el artículo 149 de la Constitución. Y por tato, son competencias únicas y exclusivas de la administración General del Estado.

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Pero Alegría no era la única que señalaba esto.

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, desde el Congreso de los Diputados, aseguraba que “tanto el control de fronteras como el control de los flujos de inmigración irregular son competencia del Estado y del Gobierno central, por lo que no son susceptibles de ser transferidos o delegados”.

Al verse retratado Marlaska ha suspendido su actividad pública de hoy alegando un problema de salud. Quizá por cómo los Policías han vuelto a exigir su renuncia por su penoso papel.