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No todos los días una nave de 120 metros y 5.000 toneladas hace historia, pero el décimo vuelo de Starship lo consiguió. El lunes 26 de agosto de 2025, tras dos aplazamientos por problemas técnicos y meteorológicos, SpaceX logró lo que durante meses pareció misión imposible: el despegue, despliegue y amerizaje controlado de su cohete más ambicioso. Y sí, esta vez sin explosiones ni sustos de última hora. Los vítores del equipo en Starbase, Texas, resonaron más allá del Atlántico.
El vuelo arrancó a las 18:30 hora local, con un despliegue de cámaras y satélites Starlink que permitieron seguir el viaje en directo. El espectáculo no decepcionó: Super Heavy separó sin problemas y cayó en el Golfo de México, mientras Starship ascendía hacia la atmósfera, desplegando ocho simuladores de satélites y reencendiendo un motor Raptor en órbita, algo inédito en pruebas anteriores. El descenso finalizó con un amerizaje suave en el Índico, culminando una misión que marca un antes y un después para la industria espacial.
Una línea temporal de intentos (y tropiezos)
Repasar el historial de Starship es como ver una serie de ciencia ficción: hay suspense, explosiones y giros de guion. Aquí va una breve cronología de sus vuelos de prueba más destacados:
- Vuelo 1-3: Despegues parciales, explosiones y valiosos datos sobre cómo no aterrizar una nave de acero inoxidable.
- Vuelo 4-6: Mejoras en los motores Raptor y primeras separaciones exitosas, pero la reentrada seguía siendo el talón de Aquiles.
- Vuelo 7-9: Se experimenta con losetas térmicas, rediseño de flaps y nuevos algoritmos de control. El vuelo 9 termina en explosión por fugas de combustible.
- Vuelo 10: Todos los objetivos alcanzados. Separación limpia, despliegue simulado de satélites, reencendido en órbita, reentrada y amerizaje perfecto.
Esta progresión, lejos de desanimar a Elon Musk, parece alimentar su leyenda de genio inasequible al desaliento. Cada fallo ha servido de aprendizaje para pulir el diseño y acercar el sueño de una nave totalmente reutilizable.
Artemis y el futuro de la exploración lunar
A día de hoy, 29 de agosto de 2025, el éxito de Starship se traduce en un impulso para el programa Artemis de la NASA, cuyo objetivo es llevar de nuevo a la humanidad a la Luna y, en el horizonte, a Marte. Starship ha sido seleccionada como módulo lunar para Artemis III, y su rendimiento en pruebas es ahora una garantía de fiabilidad.
El amerizaje controlado y la recuperación de hardware abren la puerta a una reutilización masiva. Esto no solo reduce costes, sino que permite planificar misiones más frecuentes y ambiciosas. La capacidad de Starship para transportar grandes cargas y tripulación será clave para establecer bases permanentes fuera de la Tierra.
La inteligencia artificial, copiloto imprescindible
Detrás de cada maniobra milimétrica de Starship hay un ejército de algoritmos de inteligencia artificial. La IA supervisa el control de vuelo, la reentrada, el despliegue de satélites y la gestión térmica de losetas, adaptándose en tiempo real a condiciones cambiantes. Los avances recientes han permitido que la nave aprenda de cada vuelo, ajustando parámetros para optimizar el rendimiento y evitar errores del pasado.
SpaceX ha integrado sistemas de visión por ordenador y análisis predictivo, lo que ha sido fundamental para conseguir el aterrizaje controlado en el Índico. La IA, lejos de ser un extra, se ha convertido en el verdadero copiloto de la nueva era espacial.
Elon Musk: perseverancia (casi) infinita
Si algo define a Elon Musk es su capacidad para ignorar el desaliento. Tras múltiples explosiones y críticas, el fundador de SpaceX ha mantenido el rumbo, invirtiendo en I+D, reforzando equipos y apostando por la transparencia en cada fallo. Musk ha insistido en que cada desastre era “una oportunidad de aprendizaje”, y el tiempo parece darle la razón.
Su visión va más allá de Artemis: Marte es el siguiente objetivo. Con Starship demostrando su viabilidad, la colonización del planeta rojo ya no es solo un sueño de ciencia ficción.
Tecnología, ciencia y espectáculo global
El vuelo 10 de Starship ha sido un fenómeno internacional. Las imágenes del amerizaje han dado la vuelta al mundo, y el clip del chapuzón final acumula millones de visualizaciones. Este hito no solo entusiasma a ingenieros y científicos, sino que engancha a una audiencia global, impulsando vocaciones STEM y reavivando el interés por la exploración espacial.
- El éxito técnico se traduce en impacto social: nuevos empleos, inversión en infraestructuras y avances científicos.
- La colaboración entre SpaceX, la NASA y agencias internacionales demuestra que la carrera espacial es ahora más global y cooperativa.
- Los datos recogidos en este vuelo alimentarán futuras misiones, tanto comerciales como científicas.
Infografía: Starship, del primer despegue al amerizaje perfecto
| Vuelo | Fecha | Objetivo principal | Resultado |
|---|---|---|---|
| 1-3 | 2023-2024 | Despegues y control básico | Fallos |
| 4-6 | 2024 | Separación y reentrada parcial | Progresos |
| 7-9 | 2024-2025 | Mejoras térmicas y maniobras | Explosiones |
| 10 | 26/08/2025 | Vuelo completo, despliegue, amerizaje | Éxito total |
La carrera espacial vive un renacimiento de la mano de la tecnología, la inteligencia artificial y, por qué no decirlo, la terquedad visionaria de Elon Musk. Starship ya no es solo una promesa: es una realidad que nos acerca, paso a paso (o vuelo a vuelo), a una nueva era fuera de la Tierra.
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