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La plaza de toros de Valladolid vivió una de esas tardes en las que la emoción y el miedo caminan de la mano.
Con la Feria de Valladolid llegando a su fin, la pregunta es cuándo podrá volver Roca Rey a los ruedos. Los médicos recomiendan prudencia, pero el propio torero ya piensa en la próxima cita. Su nombre, asociado al valor y la entrega, se consolida entre los grandes de la época contemporánea.
La jornada deja imágenes imborrables: el silencio tras la cogida, la muleta dominando al toro imposible, la ovación tras la oreja y la salida hacia la enfermería. Momentos que, en el arte del toreo, marcan una carrera y definen una pasión.
En una tarde en la que el miedo y la admiración se dieron la mano, Roca Rey ha vuelto a nacer en Valladolid, recordando que el toreo, en su esencia más pura, es siempre una apuesta contra el destino.
El protagonista fue Roca Rey, el diestro peruano que no deja indiferente a nadie y que, a día de hoy, 13 de septiembre de 2025, ha vuelto a poner su nombre en la memoria colectiva tras un percance que por momentos heló la sangre del público.
Durante un lance de capote, el torero se trastabilló y el toro, un animal de los que hacen historia, se hizo dueño de la escena.
Prendió a Roca Rey de manera violenta, generando un silencio de plomo en los tendidos. A pesar del golpe y las dificultades para respirar, el peruano se incorporó y, lejos de dejarse vencer, se entregó a la faena hasta cortar una oreja, elevando el pulso de la Feria y el respeto de los aficionados.
Un toro de leyenda y una faena al límite
El animal, calificado por los cronistas como digno de Cuarto Milenio, mostró unas condiciones tan singulares como inquietantes: se colaba y parecía reparado de la vista, pero en la muleta encontró fondo y bravura. La faena fue de riesgo, dominio y temple, con Roca Rey mandando en el ruedo y sacando todo el partido posible a un toro que exigía la máxima concentración.
El ambiente en los tendidos se transformó en una mezcla de tensión y admiración. Los asistentes, muchos aún sin reponerse del susto inicial, corearon el nombre del torero cuando, tras la estocada, el palco concedió la oreja. No fue solo un premio, fue el reconocimiento a un acto de coraje en estado puro.
El drama continúa en la enfermería
Una vez terminada la lidia, Roca Rey pasó directamente a la enfermería. Los médicos le sometieron a pruebas para descartar lesiones internas, ya que el diestro refería dolor intenso y dificultades respiratorias. El primer parte médico descartó fractura de costilla, pero confirmó una fisura y un desgarro intercostal en el séptimo costal derecho. El propio torero, aunque dolorido, mostró entereza y agradeció el apoyo recibido desde el primer momento.
Afortunadamente, los estudios clínicos posteriores descartaron daños mayores o lesiones graves en órganos vitales, aunque el reposo será obligado durante los próximos días. La evolución es positiva, pero la imagen de Roca Rey saliendo por su propio pie, aún conmocionado, permanece en la retina de los presentes.
El eco de la gesta en el mundo taurino
Lo sucedido en Valladolid corre de boca en boca entre aficionados y profesionales. No es la primera vez que Roca Rey demuestra su capacidad para sobreponerse a la adversidad, pero la crudeza del percance y la calidad de la faena han elevado el listón incluso para un torero acostumbrado a los desafíos extremos.
- Diversos medios y portales taurinos han destacado la mezcla de milagro y torería que se vivió en la plaza.
- La oreja obtenida, más allá del trofeo material, simboliza una victoria personal y profesional ante la adversidad.
- El propio diestro, en declaraciones breves tras la faena, subrayó la importancia de “no rendirse nunca, por duro que sea el golpe”.
Un fenómeno que va más allá de la arena
El impacto de la cogida y la posterior recuperación de Roca Rey trasciende el ámbito taurino. En redes sociales, la noticia ha sido tendencia en España y Perú, con mensajes de ánimo de figuras del arte, la cultura y el deporte. La historia de superación y entrega conecta con la sensibilidad de un público que, más allá de debates, reconoce la dimensión humana del riesgo en el toreo.
Por otro lado, el toro lidiado este sábado en Valladolid será recordado por su comportamiento atípico y por haber puesto a prueba los reflejos y el valor del matador. En las tertulias taurinas, muchos ya lo mencionan como uno de los ejemplares más exigentes de la temporada.
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