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El Théâtre du Châtelet en París fue escenario anoche de una de las sorpresas más impactantes en la historia reciente del Balón de Oro. Ousmane Dembélé, el extremo francés que ha sido objeto de críticas por su falta de consistencia, se alzó con el prestigioso galardón tras una temporada que ha marcado un antes y un después en su carrera. A sus 28 años, el jugador del Paris Saint-Germain logró lo que parecía un sueño inalcanzable hace solo un par de años: ser considerado el mejor futbolista del mundo.
La ceremonia, que mantuvo la habitual elegancia de France Football, dejó momentos memorables, como cuando Ronaldinho entregó el trofeo. Con lágrimas en los ojos, Dembélé abrazó a su madre, quien estaba entre el público, en una escena que conmovió incluso a los más escépticos. De esta manera, se convierte en el sexto francés en recibir este galardón, uniéndose a leyendas como Zidane, Platini y Benzema.
Una temporada para la historia
Los números que respaldan la elección de Dembélé son irrefutables. En total, disputó 53 partidos oficiales, anotando 35 goles y proporcionando 16 asistencias; cifras que evidencian una regularidad sin precedentes en su trayectoria. Bajo la dirección de Luis Enrique, encontró la estabilidad que había estado buscando durante años, convirtiéndose en la clave del triplete histórico del PSG: Ligue 1, Copa de Francia y, finalmente, la tan ansiada Champions League.
Hoy, 22 de septiembre de 2025, el fútbol francés celebra un triunfo que va más allá de lo individual. La victoria europea del equipo parisino, con Dembélé brillando en la final contra el Manchester City, marcó la culminación de un proyecto que había fracasado repetidamente en las grandes citas. Sus dos goles en Wembley, incluido uno espectacular en el minuto 89, no solo aseguraron el primer título continental para el club, sino que también cimentaron su candidatura al codiciado Balón de Oro.
La evolución táctica del extremo bajo las órdenes del asturiano fue clave. Luis Enrique supo canalizar el impresionante talento de Dembélé, dándole libertad para moverse pero también exigiéndole responsabilidades defensivas que asumió con sorprendente madurez. Su capacidad para decidir partidos en momentos críticos, sobre todo durante las eliminatorias de la Champions, le valió reconocimiento tanto por parte de críticos como por parte de aficionados.
El ranking que sorprendió a Europa
La clasificación final trajo consigo algunas sorpresas inesperadas. Lamine Yamal, la joven estrella del Barcelona con apenas 18 años, tuvo que conformarse con un segundo puesto tras una temporada excepcional donde también se llevó consigo la gloria de haber ganado La Liga y haber dejado su huella en la escena internacional. Sin embargo, su eliminación junto al equipo culé en semifinales ante el propio PSG pudo costarle puntos vitales.
En tercera posición quedó Vitinha, elegante centrocampista luso del conjunto parisino, quien confirmó así el dominio abrumador del proyecto liderado por Luis Enrique. La presencia de figuras como Mbappé (cuarto), Hakimi (séptimo), Raphinha (octavo) y Donnarumma (décimo) entre los diez primeros refleja una temporada donde las estrellas brillaron con variada intensidad.
La ausencia notable de Erling Haaland entre los cinco primeros generó un buen revuelo mediático; no es para menos después de una campaña donde el noruego del Manchester City superó los 40 goles en todas las competiciones. Sin embargo, su temprana eliminación en la máxima competición europea y la falta de títulos importantes jugaron en su contra.
Francia recupera su trono
La victoria de Dembélé significa un retorno triunfal para Francia al podio mundial tras el éxito de Benzema en 2022. El país galo revive así sus días dorados gracias a una generación talentosa que combina experiencia y juventud a partes iguales.
Este ascenso definitivo de Dembélé ocurre justo cuando la selección francesa se prepara para nuevos retos internacionales con renovadas esperanzas. El seleccionador nacional, Didier Deschamps, ya ha manifestado su deseo de construir el esquema táctico alrededor del dúo formado por Mbappé-Dembélé, una combinación que promete dar dolores de cabeza a cualquier defensa contraria.
Desde una perspectiva económica, este galardón tiene un impacto incalculable para el club parisino. El PSG, que ha invertido cifras astronómicas buscando este tipo de reconocimiento individual, ve ahora cómo se recompensa su apuesta por un proyecto deportivo ambicioso. Los patrocinadores han expresado ya su satisfacción ante un premio que sin duda incrementará considerablemente el valor comercial del club.
El futuro se escribe en París
Con esta consagración como mejor jugador del mundo surgen interesantes preguntas sobre lo que nos espera pronto en el fútbol europeo. El extremo francés llegó al PSG procedente del Barcelona envuelto en cierta controversia; sin embargo, ha demostrado que cambiar de entorno puede ser decisivo para relanzar una carrera que parecía estancada.
Gran parte del mérito recae sobre los hombros de Luis Enrique, quien supo identificar y potenciar las cualidades aún no explotadas al máximo por Dembélé mientras minimizaba sus defectos históricos. La paciencia mostrada hacia él durante los primeros meses —cuando las críticas llovían por todas partes— evidenció una visión estratégica muy clara dentro del proyecto parisino.
Además, la rivalidad emergente con Lamine Yamal promete añadir emoción a esta victoria; ambos jugadores parecen destinados a protagonizar intensas batallas durante los próximos años por este honor individual tan codiciado. Aunque Yamal haya quedado segundo este año, ha demostrado sobradamente que no hay edad suficiente para competir al más alto nivel.
Curiosidades del nuevo Balón de Oro
- Dembélé se convierte en el primer jugador nacido en Vernon (Francia) que gana este prestigioso galardón.
- A sus 28 años es ya el ganador más veterano desde Modrić en 2018.
- Sus 35 goles esta temporada superan cualquier registro previo para un extremo dentro del PSG.
- Es solo el segundo futbolista capaz de ganar este premio tras haber jugado tanto para Barcelona como para PSG.
- Ronaldinho entregó personalmente el premio; él fue un ídolo durante su infancia.
- Sus padres emigraron desde Mauritania a Francia en 1985.
- Es un apasionado coleccionista: cuenta con más de 300 pares diferentes de zapatillas deportivas.
- Además habla cinco idiomas con fluidez: francés, español, inglés, árabe y catalán.
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