Sergio Ramos conquistó de nuevo la Champions League y lo hizo de la manera más holgada posible. El Real Madrid no tuvo que acudir a la épica ni a los minutos en los que el central de Camas saca su determinación a pasear para conquistar su Copa de Europa número doce alargando aún más la leyenda blanca en la competición continental.
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El central del Real Madrid tenía ganas de dejar a Gerard Piqué sin nada que decir después de haber estado las últimas semanas quitando méritos a los partidos del conjunto blanco por supuestas ayudas arbitrales, sin embargo, en la final ante la Juventus de Turín (que recordemos vapuleó al Barça) el Real Madrid pasó por encima de los turineses en el segundo tiempo y le acabó anotando cuatro tantos sin necesidad de ningún tipo de ayuda arbitral.
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