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Otro disgusto.
Y va ya una docena.
En poco más de un mes, los conductores españoles deberán despedirse de los tradicionales triángulos de emergencia para dar la bienvenida a la baliza V16 conectada.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha apostado fuerte por este nuevo dispositivo con la intención de mejorar la seguridad en situaciones de avería o accidente.
Sin embargo, el desmontaje reciente de una de estas balizas ha dejado a muchos estupefactos.
Lo que se presentaba como un avance tecnológico ha revelado ser una fuente inagotable de dudas y decepciones.
La baliza V16 contiene una SIM integrada, supuestamente con conectividad gratuita durante 12 años, pero su diseño y funcionalidad han resultado ser muy diferentes a lo esperado. No se trata de una SIM convencional, sino de un chip soldado a la placa base, lo que hace imposible extraerlo y reutilizarlo en otros dispositivos.
En cuanto a la conectividad, esta no es tan abierta como se prometió. Se limita estrictamente a la plataforma DGT 3.0, sin acceso a internet ni posibilidad de uso personal. Su única función es transmitir la ubicación del vehículo a la DGT en caso de emergencia.
El proceso de desmontaje ha dejado claro que las balizas V16 no son dispositivos versátiles ni reutilizables. El chip de conectividad está soldado, lo que impide incluso que los más hábiles puedan extraerlo para usarlo en un teléfono móvil. Y aunque se lograra hacerlo, la red utilizada (NB-IoT) está diseñada exclusivamente para emergencias y cualquier uso indebido sería bloqueado automáticamente.
Las expectativas generadas entre los usuarios han quedado sin satisfacer:
- La SIM no puede utilizarse fuera del dispositivo y su único propósito es transmitir la ubicación a la DGT.
- Aunque se espera que la batería o pilas tengan una duración mínima de 18 meses, no existe opción para recarga universal ni garantía de autonomía extendida por parte de todos los fabricantes.
- Muchos conductores han adquirido balizas no conectadas creyendo estar cumpliendo con la nueva normativa, pero desde el 1 de enero de 2026 solo serán válidas las conectadas. Las antiguas se quedarán obsoletas y podrían acarrear multas.
Análisis técnico: la baliza V16 bajo la lupa
En cuanto al interior del dispositivo, no destaca por su sofisticación. Lo más notable es el sim-on-chip industrial, perfectamente soldado y sellado. Este diseño responde a la necesidad de garantizar conectividad durante 12 años, pero también limita cualquier posibilidad de actualización o reparación futura. La autonomía mínima establecida en 18 meses obliga a estar pendiente del mantenimiento o sustitución del dispositivo, añadiendo otra preocupación para el conductor.
Por otro lado, aunque se prometió una conectividad «gratuita», esta está restringida únicamente para avisar a la DGT en caso de emergencia. No hay comunicación directa con servicios de rescate ni posibilidad alguna para utilizarla en otras funciones.
Funcionalidad y visibilidad: ¿realmente más seguras?
La función principal atribuida a la baliza V16 es evitar que los conductores tengan que salir del vehículo, reduciendo así el riesgo de atropellos. Sin embargo, las cosas son más complejas:
- La luz intermitente es muy visible durante la noche, pero de día y bajo fuerte incidencia solar, su eficacia disminuye considerablemente.
- En situaciones como curvas cerradas, cambios bruscos de rasante o carreteras secundarias, la baliza podría quedar oculta, perdiendo su capacidad para advertir con antelación. En esos casos, los triángulos cumplían mejor esa función al estar colocados a distancia.
- Expertos en seguridad vial advierten que sustituir completamente los triángulos puede ser una decisión apresurada y sugieren que la baliza V16 debería considerarse como un complemento y no como una solución única.
La experiencia del desmontaje ha generado malestar entre los conductores.
Muchos se sienten engañados al descubrir que la conectividad prometida no es lo que esperaban y que el dispositivo resulta ser prácticamente un «elemento cerrado» sin opciones para reutilizarlo.
El mercado está inundado por balizas baratas y no conectadas; sin embargo, desde 2026 serán inútiles y esto supondrá un gasto adicional para quienes ya las han comprado. Las instrucciones sobre homologación son confusas; además, no todos los fabricantes ofrecen garantías claras sobre si sus dispositivos cumplen con los requisitos establecidos por la DGT.
¿Qué opinan los expertos y fabricantes?
Las opiniones están divididas:
- Algunos fabricantes defienden con fervor la baliza V16 como un avance significativo en cuanto a seguridad vial. Resaltan su visibilidad en condiciones adversas y su capacidad para enviar avisos automáticos a la DGT. Además, aseguran que esta nueva generación promete mayor potencia lumínica y mejor alcance.
- Por otro lado, expertos en seguridad vial y asociaciones de conductores consideran insuficiente esta medida. Argumentan que eliminar completamente los triángulos no ha sido suficientemente reflexionado. Recomiendan seguir llevando triángulos como complemento pese a que la normativa prohíba su uso.
La llegada obligatoria de la baliza V16 conectada requiere prudencia e atención a los detalles:
- Asegúrate de que tu baliza esté homologada por la DGT y conectada correctamente a la plataforma DGT 3.0.
- Evita adquirir balizas no conectadas; estas serán inútiles después del año 2026.
- Verifica tanto la autonomía energética como las instrucciones proporcionadas por el fabricante.
- Recuerda que esta nueva baliza no reemplaza otras medidas básicas de seguridad, como las luces intermitentes del vehículo.
La revolución tecnológica en materia de seguridad vial avanza rápidamente; sin embargo, desmontar una baliza V16 ha dejado claro que no todo brilla tanto como se había prometido. El debate continúa abierto mientras los conductores permanecen atentos ante un dispositivo que hoy genera más interrogantes que certezas.
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