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El caso judicial que enfrenta a Elisa Mouliaá y al expolítico Íñigo Errejón ha dado un vuelco tras la publicación, en las últimas horas, de unos audios en los que la actriz pide a una testigo que respalde su versión ante el juez.
Estas grabaciones, que ya forman parte del sumario, muestran cómo la denunciante intenta influir en el testimonio de su antigua amiga y anfitriona de la fiesta donde se habrían producido los hechos denunciados.
El núcleo del escándalo reside en varios mensajes de audio intercambiados entre Mouliaá y Soraya, organizadora de la fiesta y testigo principal del caso.
En ellos, la actriz solicita abiertamente que no declare nada que pueda contradecir su relato. Destaca una frase: “Si empiezas a decir que si te conté no sé qué, que si tal, que si luego me fui súper ‘happy’ a su casa, me van a meter por denuncia falsa”.
Soraya, lejos de ceder ante las súplicas y presiones, responde con contundencia: “No voy a mentir. No me puedes chantajear”.
La testigo recalca en varias ocasiones que solo declarará lo que presenció y que no va a inventarse hechos para favorecer a Mouliaá. “Contaré lo que vi”, zanja Soraya.
Perfil de Elisa Mouliaá: actriz y denunciante bajo presión
Elisa Mouliaá es una actriz conocida en el ámbito nacional. Su denuncia contra Errejón por presunta agresión sexual sacudió el panorama mediático y político a principios de año. Sin embargo, la aparición de estos audios plantea dudas sobre la solidez y veracidad de su relato ante la justicia.
En los mensajes incorporados al procedimiento judicial, se percibe a una Mouliaá preocupada no solo por el futuro legal de su denuncia, sino también por el riesgo personal: “Tía, me das miedo. Me da miedo que declares en mi contra. ¡Que tengo una hija y soy mamá soltera!”, suplica en uno de los audios. Alude así a su situación familiar para intentar obtener la complicidad de su amiga.
La propia actriz reconoce en privado sus dudas sobre la naturaleza delictiva de lo sucedido: “No le estoy denunciando porque crea que sea un delito, tía, yo tampoco creo que fuese un delito. Pero tuve la obligación moral de contarlo”.
La reacción de Soraya: firmeza ante las presiones
La postura de Soraya resulta determinante. Como anfitriona de la fiesta y amiga cercana durante años de Mouliaá, su testimonio es clave para esclarecer los hechos. Desde el primer momento deja claro que no está dispuesta a modificar ni adornar su relato:
- “No digas nada que me contradiga (…). Yo ya me estoy defendiendo con pruebas. Si luego vas tú y dices que yo estaba súper happy me jodes viva.”
- “La realidad, tía, es que tú estás a punto de poner a un tipo en la cárcel por algo que no ha hecho”, le reprocha en otro momento.
- Soraya llegó a acusar a Mouliaá de intentar chantajearla directamente: “Me estás tratando de chantajear”.
Esta actitud provocó una ruptura total entre ambas y alimentó el enfrentamiento judicial.
El contexto del caso: fiesta privada, versiones opuestas
Según la denuncia presentada por Mouliaá, tras un encuentro con Errejón ambos acudieron a una fiesta en casa de Soraya. La actriz sostiene que el político le propinó un beso no consentido en el ascensor y después intentó mantener relaciones sexuales sin éxito tanto allí como posteriormente en casa del propio Errejón. Sin embargo, Soraya asegura no haber presenciado nada ilícito ni haber escuchado ningún relato preocupante por parte de su amiga al día siguiente.
Además, Soraya afirma que lo único que le comentó Mouliaá fue que Errejón le había “entrado a saco” pero sin calificarlo como delito ni mostrar signos de angustia. La frase “que te entren a saco no es delito” resume parte del desencuentro entre las versiones.
El papel mediático y las consecuencias judiciales
La publicación de los audios ha provocado un debate social sobre las denuncias falsas y el uso mediático de casos sensibles como este. Algunos mensajes muestran cómo Mouliaá hizo pública su experiencia tras conocer denuncias anónimas previas sobre Errejón. Su amiga lo interpretó como un intento de sacar rédito mediático del asunto.
La investigación sigue abierta y ahora es el juez quien debe decidir si existen indicios sólidos para continuar o si procede archivar el caso ante las dudas sobre la credibilidad del relato inicial.
Claves para entender el momento actual
- Durante semanas, Mouliaá envió mensajes insistentes pidiendo apoyo incondicional antes del juicio.
- En sus audios reconoce explícitamente sentir miedo ante una posible imputación por denuncia falsa.
- La relación entre ambas amigas estaba rota desde 2022 debido a desavenencias personales previas al caso.
- Soraya fue clara ante el juez: describió a Mouliaá como alguien capaz de “fabular y adornar cosas”, añadiendo: “Cuando algo no te gusta te pones folclórica y te inventas verdades”.
- La defensa subraya el aislamiento testimonial de Mouliaá: nadie más entre los asistentes apoya plenamente su versión.
- El caso pone sobre la mesa la importancia del testimonio independiente frente a cualquier presión o influencia externa.
- Los audios revelan las dificultades personales y emocionales detrás de los procesos judiciales mediáticos.
- Este giro puede marcar un precedente en la valoración judicial sobre posibles denuncias infundadas o manipuladas.
Las palabras clave como audio Mouliáa, testigo caso Errejón, denuncia falsa o presión testimonial resumen un episodio donde cada declaración cuenta para esclarecer unos hechos aún bajo sospecha judicial.
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