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Lo que falta y justo ahora que empieza el verano.
Cuando nos parecía que ya habíamos controlado más o menos todo lo que nos engorda y teníamos ciertas esperanzas de que pudiéramos reducirlo de nuestras dietas, ahora resulta que entre las cosas que nos hacen aumentar de peso está la luz del Sol.
Sí, la luz engorda.
Los rayos que recibimos del Sol están compuestos de fotones que tienen masa y aumentan la masa de todo aquello que tocan.
En la superficie de la Tierra, cada trozo de seis centímetros cuadrados recibe un empuje de los rayos de sol equivalente a media milmillonésima de kilo.
Aplicado a los más o menos dos metros cuadrados de piel de nuestro organismo, el dato significa que un día soleado podemos pesar 0,000003 kilos más que uno nublado por culpa del «peso» de la luz.
Nuestro aspecto físico no se va ver modificado por esta aporte extra de peso, obviamente, pero, a gran escala, el fenómeno puede llegar a tener consecuencias visibles.
Algunos expertos han calculado el peso de toda la luz que cae en verano sobre una ciudad como Madrid.
En un día soleado la urbe pesa 140 kilos más.
El «peso» de la luz es bien conocido por los ingenieros aeroespaciales, ya que puede arruinar una misión espacial.
Para enviar una nave a Marte, por ejemplo, los ingenieros tienen que calcular la desviación producida por el impacto de los rayos solares sobre ella.
Cuando la luz rebota en el fuselaje el aparato puede llegar a variar el rumbo en 1.000 kilómetros: suficiente para no acertar en su objetivo.
La idea de que la luz «pesa» ya la advirtió Johannes Kepler en el siglo XVII. Percibió que las colas de los cometas siempre apuntan en dirección contraria a donde está el Sol y pensó que aquello se debía a la presión de los rayos solares. Tenía razón.
De manera que si estamos de pie en la playa recibiendo gustosamente un baño de sol, nuestro cuerpo pesará un poco más; el suelo que nos rodea, también.
Pero el área que cubre nuestra sombra y que no recibe la presión de los rayos pesa algo menos que el resto. Haría falta la sombra unificada de varios millones de seres humanos para obtener el equivalente a medio kilo de peso.
La moda de tomar el sol y broncearse ha cambiado significativamente a lo largo de la historia:
Antigüedad
- Egipto y Grecia: En las culturas antiguas como la egipcia y la griega, la piel clara era considerada un signo de nobleza y estatus social elevado. Las mujeres usaban ungüentos y cosméticos para proteger su piel del sol.
Edad Media y Renacimiento
- Europa Medieval: Durante la Edad Media y el Renacimiento en Europa, la piel pálida seguía siendo un símbolo de riqueza y clase alta. Los campesinos y trabajadores manuales, expuestos al sol, tenían la piel más oscura, lo que los diferenciaba de la aristocracia.
Siglo XVIII y XIX
- Europa y América: La piel clara seguía siendo la preferencia, y las personas usaban sombrillas, guantes y sombreros de ala ancha para evitar el bronceado. La tez pálida seguía siendo un símbolo de estatus social.
Cambio en el Siglo XX
1920s
- Coco Chanel: El cambio significativo ocurrió en los años 1920 cuando la diseñadora de moda Coco Chanel, después de unas vacaciones en la Riviera Francesa, regresó con un bronceado que pronto se convirtió en moda. Su influencia popularizó la idea de que una piel bronceada era sinónimo de lujo y ocio.
1950s y 1960s
- Hollywood y la Cultura Popular: Las estrellas de cine y las revistas comenzaron a mostrar el bronceado como algo atractivo. Las playas y los balnearios se volvieron populares y el uso de trajes de baño y lociones para broncearse se incrementó.
Siglo XXI
- Conciencia sobre la Salud: En años recientes, ha habido una mayor conciencia sobre los riesgos del bronceado, como el cáncer de piel. Esto ha llevado al uso de protectores solares y a la promoción de la protección contra los rayos UV. Aun así, el bronceado sigue siendo visto como estéticamente deseable en muchas culturas.
Diferencias Culturales
Asia
- Piel Clara: En muchos países asiáticos, especialmente en Japón, Corea y China, la piel clara sigue siendo altamente valorada. Los productos blanqueadores de piel y las sombrillas siguen siendo populares.
África y América Latina
- Diversidad: En regiones de África y América Latina, hay una mayor diversidad en cuanto a la percepción del color de piel, con menos énfasis en el bronceado artificial. Sin embargo, en algunas áreas urbanas, la influencia occidental ha introducido la moda del bronceado.
Curiosidades
- Cabinas de Bronceado: En los años 70 y 80, las cabinas de bronceado se hicieron populares, pero su uso ha disminuido debido a los riesgos asociados con la exposición a rayos UV artificiales.
- Bronceado Artificial: Productos como los autobronceadores han ganado popularidad como una alternativa más segura al bronceado al sol o en cabinas.
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