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El escenario internacional se agita. Javier Milei llega a Nueva York con la misión de reunirse con Donald Trump y el secretario del Tesoro de EE UU, Scott Bessent, mientras la economía argentina enfrenta grandes desafíos. El Gobierno estadounidense ha manifestado su intención de activar una serie de medidas de alivio financiero, que abarcan un swap de 20.000 millones de dólares, la adquisición de bonos soberanos y un crédito stand-by. La meta es estabilizar el peso, contener la volatilidad y ofrecer a Milei el tiempo necesario para implementar su plan de reformas.
La cita entre Milei y Trump en la ONU representa un momento crucial. Ambos líderes establecen una alianza estratégica que trasciende lo personal y lo ideológico. Según Bessent, el apoyo desde Washington es incondicional: «El Tesoro está dispuesto a hacer lo que sea necesario dentro de su mandato para respaldar a Argentina», señala. Este anuncio llega en un instante crítico, justo cuando el Banco Central argentino se ha visto obligado a vender más de 1.100 millones de dólares en solo tres días para mantener el sistema de flotación del peso y evitar una crisis cambiaria.
Tres ejes del rescate
El paquete de ayuda se sustenta en tres componentes esenciales:
- Swap de 20.000 millones de dólares: Argentina recibiría dólares a cambio de pesos, lo que fortalecería las reservas del Banco Central. Este swap, negociado directamente entre los bancos centrales, reemplazaría el acuerdo actual con China, que ronda los 18.000 millones.
- Compra de bonos argentinos en dólares: El Tesoro estadounidense está preparado para intervenir tanto en el mercado secundario como en nuevas emisiones. Esta estrategia busca reducir el riesgo país y facilitar a Argentina su acceso a los mercados internacionales de deuda, especialmente con vencimientos por 8.500 millones que se presentan en 2026.
- Crédito stand-by mediante el Fondo de Estabilización Cambiaria: Se trata de un préstamo que podría estructurarse en varios tramos y serviría como respaldo para afrontar vencimientos y estabilizar la moneda.
La estructura del acuerdo es flexible y aún queda por definir aspectos como el calendario de desembolsos y las condiciones específicas; sin embargo, ya se reflejan efectos positivos en los mercados: disminuye el riesgo país, se atenúa la presión cambiaria y aumentan las expectativas sobre la estabilidad económica.
Un respaldo condicionado y sus repercusiones
El apoyo estadounidense tiene su precio. Analistas como Cristian Buteler advierten que «el acuerdo busca ganar tiempo para el gobierno argentino mientras define su estrategia económica». Existe cautela respecto a las condiciones que podría imponer Washington, tales como la eliminación de exenciones fiscales para exportadores y productores que generan divisas extranjeras.
Además, hay que tener en cuenta el contexto regional. Estados Unidos considera a Argentina un aliado estratégico frente al crecimiento chino en América Latina. La decisión de Milei de distanciarse del swap chino y alinearse con Washington responde tanto a intereses económicos como geopolíticos. Trump ve a China como su principal competidor global y busca fortalecer su influencia en la región mediante su apoyo a Milei.
Comparación con el rescate español del 2012
La operación actual recuerda, en ciertos aspectos, al rescate financiero ofrecido por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional a España en 2012. En aquella ocasión, los esfuerzos se centraron en reforzar el sector bancario para evitar un colapso soberano. La diferencia fundamental radica en que el paraguas estadounidense sobre Argentina está orientado más hacia la estabilización macroeconómica y sostenimiento de reservas, priorizando evitar la fuga de capitales y facilitar los pagos internacionales.
Lecciones para el sur europeo:
- Condicionalidad y reformas: Al igual que sucedió en España, este respaldo externo exige avances concretos en reformas estructurales. Milei deberá demostrar capacidad para gestionar y dialogar políticamente si quiere cumplir con las expectativas tanto de Washington como del mercado.
- Impacto social y político: Los rescates suelen generar tensiones internas. En España, las medidas llevaron a protestas y desgaste político; mientras tanto, Milei se enfrenta aquí a una oposición fuerte dentro una sociedad polarizada. El apoyo estadounidense puede ofrecer un respiro momentáneo, pero no elimina los riesgos sociales.
- Margen para políticas económicas: El swap junto al crédito stand-by ofrecen tiempo valioso; sin embargo, no solucionan problemas estructurales subyacentes. Si no avanzan las reformas necesarias, la presión volverá rápidamente y este rescate podría convertirse en una carga.
Escenario futuro y perspectivas
El futuro inmediato dependerá enormemente del acierto del gobierno argentino al aprovechar esta oportunidad brindada por Washington. La recomposición de reservas financieras, la reducción del riesgo país y acceso a financiamiento externo son ventajas innegables. Sin embargo, persisten dudas sobre cómo impactará esto en el mercado laboral, así como sobre la inflación y la estabilidad política.
Las próximas semanas serán clave. El acuerdo con Estados Unidos puede permitirle a Milei afrontar con mayor serenidad financiera las elecciones legislativas programadas para el 26 de octubre; además le permitirá negociar desde una posición más sólida tanto ante actores internos como externos. Pero hay poco margen para errores: la economía argentina sigue siendo frágil y cualquier tropiezo podría reactivar la inestabilidad.
En este complejo tablero internacional, la alianza entre Washington y Buenos Aires redefine las dinámicas del poder en América Latina e envía un mensaje contundente: las reformas económicas junto con una estabilidad financiera son ahora prioridades estratégicas para Estados Unidos. Milei recibe aire fresco; sin embargo, la cuenta atrás continúa.
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