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Las calles de Buenos Aires están impregnadas de política. Con las elecciones legislativas a la vuelta de la esquina, se respira un ambiente de expectativa y tensión.
Argentina se encuentra ante una encrucijada: el nuevo Congreso que surja de estos comicios será el árbitro de las reformas impulsadas por Javier Milei, reflejará la fortaleza de la oposición y, en un plano internacional, será un indicador del impacto que figuras como Donald Trump tienen en el escenario sudamericano.
Así pues, Argentina no solo está votando por nuevos legisladores; está decidiendo sobre los caminos futuros hacia su modelo político, económico y social justo cuando reina una intensa polarización.
El 26 de octubre de 2025 será una fecha clave capaz de marcar un antes y un después en los anales recientes del país; todo bajo atenta vigilancia tanto regional como internacional.
El tablero: qué se elige y quiénes compiten
El 26 de octubre se renovarán 130 escaños en la Cámara de Diputados y 24 en el Senado. Al mismo tiempo, varias provincias elegirán gobernadores y legisladores locales. En la provincia de Buenos Aires, el distrito con mayor peso electoral, están en juego 35 escaños para diputados y 3 para senadores, mientras que la Ciudad Autónoma renueva 13 diputados y 3 senadores.
En esta contienda destacan tres grandes bloques:
- La Libertad Avanza (LLA), el oficialismo liderado por Milei, busca afianzar su poder legislativo para continuar con su agenda de reformas ultraliberales. En Buenos Aires, Diego Santilli encabeza la lista, acompañado por Karen Reichardt y el exministro José Luis Espert.
- Fuerza Patria, la nueva etiqueta del peronismo, tiene como figura principal a Jorge Taiana e incorpora a referentes diversos como Juan Grabois y Jimena López.
- Provincias Unidas junto a otros grupos de centro o izquierda, como el Frente de Izquierda, intentan aprovechar el desgaste tanto del oficialismo como del peronismo para posicionarse como alternativas viables.
El PRO, tradicional aliado de la oposición conservadora, ha quedado relegado en muchos distritos debido a los acuerdos que Milei ha establecido con sectores del macrismo. Por su parte, el peronismo ha logrado una unidad estratégica bajo Fuerza Patria tras meses de divisiones internas, aunque persisten fragmentaciones en algunas provincias.
Milei: el desafío de gobernar sin mayoría
El presidente Milei aborda estas elecciones como un referéndum sobre su gestión. Después de un primer año marcado por ajustes severos, desregulación y tensiones con sindicatos y movimientos sociales, su capacidad para implementar reformas dependerá de ampliar su representación en el Congreso.
Actualmente, La Libertad Avanza no posee mayoría propia. Sus propuestas más ambiciosas, como la eliminación del Banco Central o modificaciones laborales, han encontrado obstáculos tanto entre los opositores como entre algunos aliados. Un buen desempeño electoral le permitiría a Milei negociar desde una posición más fuerte y evitar bloqueos sistemáticos.
Sin embargo, el contexto es incierto. La economía sigue asediada por inflación y recesión. Las salidas inesperadas de funcionarios y las tensiones cambiarias incrementan la inestabilidad. El presidente confía en que el rechazo hacia la vieja política y al peronismo movilicen a su base electoral e impulsen votos desencantados.
La oposición: peronismo y fragmentación
El peronismo llega a las urnas tras un año complicado pero con esperanzas renovadas para recuperar terreno perdido. La unidad bajo Fuerza Patria resulta clave para retener escaños y prevenir que Milei obtenga una mayoría que le permita avanzar sin necesidad de consensos.
En Buenos Aires, kirchneristas junto a sectores afines a Sergio Massa y Axel Kicillof buscan consolidar su influencia. En otras regiones, la dispersión interna podría costarles valiosos escaños. El reto es doble: detener al avance libertario mientras reconfiguran el liderazgo interno hacia 2027.
El resto de la oposición, desde la Coalición Cívica hasta partidos provinciales menores, también se juega su continuidad política. El PRO enfrenta serios desafíos debido a su alianza con Milei y a la falta de figuras nacionales sólidas; corre el riesgo real de perder influencia parlamentaria en distritos clave.
Trump y la dimensión internacional
Aunque no aparece en las boletas electorales, Donald Trump se erige como un actor invisible en esta campaña. Milei ha cultivado una relación cercana con él basada en afinidades ideológicas. Su discurso está cargado de referencias a la libertad y al antiestatismo; conceptos que resuenan entre círculos conservadores globales.
La influencia trumpeana se manifiesta en el estilo combativo adoptado por Milei así como en sus alianzas internacionales poco convencionales. Su apoyo incondicional a Israel o su distanciamiento respecto a China y Brasil son ejemplos claros. Para Washington, un Congreso más alineado con las ideas de Milei podría fortalecer una agenda hemisférica conservadora justo cuando América Latina navega entre gobiernos progresistas y conservadores.
Los analistas internacionales siguen este proceso con interés. Un triunfo electoral para Milei sería interpretado como un refuerzo para una ola ultraliberal en toda la región; un eco que resonaría también en otros países enfrentados a polarización y crisis representativa.
Escenarios y posibles desenlaces
Los resultados electorales definirán:
- Si Milei logra obtener mayoría propia podrá seguir adelante con su agenda sin tener que hacer grandes concesiones. Esto significaría profundizar reformas económicas y sociales que impactarían directamente en la vida cotidiana así como también en sus relaciones con sindicatos y movimientos sociales.
- Si la oposición consigue contener al avance libertario, entonces el Congreso se convertirá en un espacio donde negociar e impedir cambios radicales. Peronistas junto a otros bloques podrían bloquear leyes fundamentales e influir sobre la gobernabilidad.
- Un escenario caracterizado por fragmentación abriría paso a pactos circunstanciales e inesperadas alianzas; esto podría hacer más impredecible aún lo que suceda dentro del ámbito legislativo.
Además, los resultados servirán como un barómetro del estado anímico social. La capacidad de Milei para mantener apoyo popular tras un año lleno de ajustes será puesta a prueba; al mismo tiempo que la oposición evaluará su posible recuperación así como sus opciones para proyectar nuevos liderazgos alternativos.
Claves para entender el impacto
- La nueva composición del Congreso definirá tanto ritmo como profundidad respecto a las reformas.
- La gobernabilidad del gobierno actual depende significativamente del resultado electoral.
- El peronismo juega su papel crucial como principal fuerza opositora mientras intenta articular una alternativa viable.
- Los resultados tendrán repercusiones internacionales notables; especialmente para aquellos aliados globales alineados con Milei dentro del espectro político conservador.
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