Vergonzoso.
Que el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, no tiene ningún tipo de límite moral ni ético ya lo sabemos. Que no deja de sorprendernos, tampoco.
La enésima línea roja cruzada por el socialista, la reforma para beneficiar a los precios etarras con rebajas en sus condenas es la muestra perfecta de todo lo que pasa en el ‘juego político’ de nuestro país.
El líder del PSOE había prometido no impulsar ninguna normativa que beneficiase a los terroristas etarras. De hecho, en un correo del Ministerio de Interior se deja constancia de esta promesa. Sin embargo, y fiel a su ‘caradurismo’, el presidente ha ‘cambiado de opinión’ dejando en claro que si la mentira fuera un deporte olímpico, sería medallista de oro.
Así, y cumpliendo el pago de sus facturas con Bildu para permanecer al menos un año más en La Moncloa, Sánchez ha impulsado esta reforma para beneficiar a más de 40 terroristas. Pero como si no fuera suficientemente malo, destaca también cómo lo ha hecho: colándolo por la puerta de atrás y excusándose con que es un cumplimiento con Europa, cosa que es mentira. Dos movimientos que ya son típicos del cómo se desenvuelve y maniobra políticamente el presidente.
Por el otro, está el dócil Partido Socialista que sigue demostrando que no tiene ningún propósito más allá de servir a su Secretario General. Escudarse en eso de la militancia es igual de miserable que aquellos agentes que se excusan en el ‘seguimiento de órdenes’ por haber violado derechos humanos. A estas alturas las iniciales corresponden más al ‘Partido Sanchista Obediente y Entusiasta’.
Pero como hacen falta dos para bailar un tango, hay que mirar hacia el otro lado, hacia la oposición.
Que te engañen un vez, vale. Dos, puede pasar. Seis años, ya es sintomático. Que se hayan dejado colar la reforma que beneficia a precios etarras es igual de preocupante que el dolo del presidente.
Lo del PP y Vox ha sido vergonzoso. Parece que la derecha está más preocupada en señalarse mutuamente que en el objetivo urgente de frenar al líder socialista con una alternativa seria responsable y con un proyecto de unidad.
Por un lado, los populares que pareciera que están contentos con esperar a que sea el propio socialista el que se autodestruya. Ya cometieron el mismo error cuando, posterior a las elecciones autonómicas creyeron que la suerte estaba echada, se relajaron, y Sánchez les hizo una jugada que los pilló desprevenidos. Llama la atención cómo todavía buscan un acercamiento al PSOE y temen y rechazan al que debería ser su principal aliado para poder conformar un gobierno de coalición.
Por el otro, la formación de Bambú, perdida desde el batacazo en Andalucía, parece que su enemigo principal es el PP. No hay día que pase en que no les señale y los asocie a todos los problemas que ocurren en el país, aunque no gobiernen. No se trata de que se conviertan en un satélite de los populares y no les critiquen sino de que no pierdan el objetivo que deben impulsar desde su espacio: el cambio de gobierno.
Este y otros temas de actualidad serán tratados por Alfonso Rojo en el ‘24×7’ de este miércoles, 9 de octubre, junto al experto en comunicación y asuntos públicos, Fran Carrillo.