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El ministro de Transportes, Óscar Puente, vuelve a estar en el centro de la polémica tras el enésimo incidente ferroviario que ha paralizado la conexión entre Madrid y Andalucía. El robo de apenas 150 metros de cable en cuatro puntos de la provincia de Toledo ha provocado que miles de pasajeros quedaran atrapados, sumando un nuevo episodio a la ya larga lista de crisis ferroviarias que acumula el ministro desde su llegada al cargo en noviembre de 2023.
Este último incidente, calificado por el propio Puente como «sabotaje», ha afectado a 10.700 pasajeros y 30 trenes, generando un caos que ha tardado horas en resolverse. «Hasta las 9:30 horas no habrá trenes entre Madrid y Andalucía», confirmaba el ministro este lunes en una entrevista en Onda Cero, mientras los técnicos de Adif trabajaban contrarreloj para reponer el material robado y reparar las averías.
La era Puente: 18 meses de incidencias continuas
El historial de problemas ferroviarios bajo la gestión de Óscar Puente resulta, cuando menos, preocupante. Desde que asumió la cartera de Transportes y Movilidad Sostenible el 21 de noviembre de 2023, España ha sufrido al menos media docena de grandes crisis en el sector ferroviario que han afectado a más de 100.000 usuarios.
El verano de 2024 fue especialmente caótico. Las averías masivas en los trenes de alta velocidad se sucedieron en Alicante, Sevilla y en la estación de Chamartín con el Talgo Avril. En uno de los incidentes más graves, casi 500 personas quedaron atrapadas durante tres horas en pleno agosto, con temperaturas que rozaban los 50 grados. A esto se sumaron descarrilamientos de trenes de mercancías y otros problemas menores que convirtieron cada semana en un calvario para los usuarios del tren.
Tras aquel desastroso verano, el ministro pidió disculpas a los afectados, pero también advirtió que mantener las anteriores indemnizaciones por retraso sería «un suicidio económico para Renfe». Una declaración que no sentó nada bien entre los usuarios que habían sufrido las consecuencias de la mala gestión.
2025: el año no empezó mejor
El inicio de 2025 tampoco ha supuesto ninguna mejora. El 1 de enero, un fallo informático dejó inoperativos los trenes Talgo que unían Madrid con Galicia, Asturias, Zaragoza, Barcelona y el corredor mediterráneo. Según explicó el ministro, se trató de un «efecto 2000 en pleno 2025», causado por un problema de comunicación entre el sistema de control y los cargadores de baterías relacionado con el cambio de año. Este incidente afectó a 28 servicios y 14.100 viajeros.
A finales de abril, un apagón eléctrico paralizó gran parte de la red ferroviaria española, dejando a miles de pasajeros varados en trenes y estaciones. La suspensión de servicios de Media y Larga Distancia, así como de Cercanías, generó un nuevo caos que el ministro tuvo que gestionar anunciando el restablecimiento progresivo del servicio.
Y ahora, en mayo, el robo de cable en la línea Madrid-Sevilla ha vuelto a poner de manifiesto las vulnerabilidades del sistema ferroviario español y la incapacidad del ministerio para dar respuestas ágiles a los problemas.
Las contradicciones del ministro
Resulta paradójico que estos continuos problemas se produzcan mientras el ministro presume de inversiones récord y mejoras en el servicio. En agosto de 2024, en plena oleada de incidencias, Puente declaraba en el Senado que «el tren vive en España el mejor momento de su historia», una afirmación que repitió con cierta chulería, según recogen los medios, añadiendo: «Lo voy a repetir, por si no me han escuchado bien, el mejor momento de su historia, con récord tras récord de viajeros».
Apenas un mes después, el 17 de septiembre, volvía a insistir en la misma idea ante una pregunta del PP, acusando a la oposición de tener «un problema de oído o uno de comprensión» y reiterando que «el ferrocarril vive en España el mejor momento de su historia».
La realidad que viven los usuarios parece muy distinta. Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Renfe es el operador con mayor porcentaje de retrasos en alta velocidad, con cerca del 7% de trenes llegando con más de 15 minutos de demora, frente al 5% de Iryo y Ouigo.
Un problema de inversión o de gestión
A principios de 2025, Puente destacaba la inversión récord de 10.000 millones de euros ejecutada en 2024, la mayor en más de una década, con el ferrocarril como principal beneficiario. Sin embargo, la patronal de grandes constructoras, Seopan, ha advertido que solo para aliviar la congestión y actualizar las infraestructuras existentes en España serían necesarios 78.000 millones de euros.
El ministro ha justificado el incremento de incidencias argumentando que responden a la remodelación en curso de la red ferroviaria y que los problemas son «coyunturales». También ha subrayado la singularidad de la red española y la necesidad de utilizar material rodante muy específico, como los trenes Avril de Talgo, que han presentado numerosos fallos técnicos.
Críticas desde la oposición
Las críticas a la gestión de Puente no se han hecho esperar. Tras el último incidente con el robo de cable, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, denunciaba que «España sufre una calamidad diaria». Desde el PP, se ha acusado al Gobierno de «incompetencia» y «mala gestión», cuestionando por qué no se dieron respuestas alternativas a los viajeros afectados.
Por su parte, la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, ha culpado directamente al Gobierno por la incidencia en la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla, recalcando que «España no funciona» y reprochando al ministro que «solo se dedique a twittear y señalar a gente en redes» en lugar de solucionar los problemas ferroviarios.
El coste político de la crisis ferroviaria
El constante goteo de incidencias ferroviarias está pasando factura al ministro Puente, cuya imagen pública se deteriora con cada nuevo problema. Su estilo comunicativo, a menudo confrontacional y con cierto tono de superioridad, no ayuda a calmar los ánimos de los usuarios afectados ni a generar confianza en su capacidad para resolver la crisis.
La pregunta que muchos se hacen es cuánto tiempo más podrá mantener el presidente Pedro Sánchez a un ministro que acumula tantos fracasos en un área tan sensible para la ciudadanía como es el transporte ferroviario. Con más de 100.000 usuarios afectados en apenas siete meses, el desgaste político parece inevitable.
Datos curiosos sobre el caos ferroviario
El valor del cable robado que provocó el último caos ferroviario asciende a apenas mil euros, según reconoció el propio ministro, pero los daños generados son incalculables, tanto en términos económicos como de imagen para el sistema ferroviario español.
España cuenta con la segunda red de alta velocidad más extensa del mundo, solo por detrás de China, con más de 3.600 kilómetros de vías. Sin embargo, este desarrollo tecnológico contrasta con la fragilidad del sistema ante incidencias aparentemente menores.
Renfe ha anunciado la adquisición de 430 trenes nuevos, con opción a 90 más, para renovar la flota y mejorar la fiabilidad del sistema. Queda por ver si esta inversión logrará reducir el número de incidencias o si los problemas de gestión seguirán empañando el servicio ferroviario español.
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