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El enredo de los currículums inflados en la política española suma un nuevo episodio.
Carmen Ninet, destacada socialista valenciana y esposa del recién dimitido José María Ángel, aparece ahora en el centro de la polémica tras descubrirse que presumía de ser diplomada en Dirección de Empresas cuando, en realidad, ni siquiera contaba con el título de bachillerato.
Este detalle, más propio de una comedia de enredos que de la gestión pública, ha dejado en evidencia tanto a la propia Ninet como a la Diputación de Valencia, donde ocupa un puesto con un sueldo anual de 104.634 euros.
La historia, digna de una serie de televisión, empezó a circular en el portal de noticias de L’Eliana, municipio valenciano donde la pareja es bien conocida.
Allí, la ficha personal de Ninet la presentaba como “diplomada en Dirección de Empresas”, un título que nunca pudo acreditar ante la administración.
Sin embargo, eso no fue obstáculo para acceder a un puesto de confianza en la Diputación, donde las exigencias de titulación, al parecer, son menos rígidas que en cualquier proceso selectivo público convencional.
El efecto dominó tras la dimisión de José María Ángel
El escándalo cobra aún más fuerza por la reciente dimisión de José María Ángel, ex director de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias de la Generalitat Valenciana, tras ser imputado por el caso de los contratos de emergencia durante la pandemia. Lejos de calmarse las aguas, la atención mediática se ha centrado ahora en su esposa, que no solo ocupaba un cargo de confianza sino que lo hacía, según lo revelado, bajo una titulación falsificada.
A día de hoy, 15 de agosto de 2025, las preguntas se amontonan en los pasillos de la Diputación: ¿cómo se permitió el acceso a un puesto de tal calibre sin las acreditaciones pertinentes? ¿Qué mecanismos de control fallaron? En este sentido, varias voces dentro de la propia institución han admitido, en privado, que el procedimiento de selección en los cargos de confianza deja mucho que desear, pues la exigencia de titulaciones suele ser más laxa que en los concursos públicos abiertos.
La epidemia de currículums falsos en el PSOE
El caso de Carmen Ninet no es un hecho aislado. En los últimos años, se ha detectado un preocupante aumento de currículums “adornados” en la política, especialmente entre las filas socialistas. Nombres como Cristina Cifuentes o Manuel Cruz resuenan en la memoria reciente, aunque el fenómeno no se limita a ningún partido. Sin embargo, la reiteración de estos casos en el entorno socialista ha alimentado la percepción de una “epidemia” de titulaciones falseadas.
Algunos datos ilustran la magnitud del problema:
- En los últimos cinco años, al menos media docena de cargos socialistas han sido señalados por irregularidades en sus currículums.
- El 40% de los expedientes revisados por la prensa en altos cargos de distintas administraciones presentaban “inexactitudes” en la formación académica.
- Solo en la Comunidad Valenciana, tres altos cargos socialistas han tenido que rectificar o eliminar títulos no acreditados de sus perfiles públicos en el último año.
Esta situación, más allá del escarnio mediático, genera un problema de confianza ciudadana en las instituciones. Si la meritocracia es sustituida por el compadreo o la falta de rigor, el daño a la credibilidad de la política es difícilmente reparable.
¿Cómo se llega a estos extremos?
El acceso a cargos de confianza en las diputaciones, ayuntamientos y otras administraciones se caracteriza por la opacidad y la ausencia de controles estrictos. Se trata de puestos designados “a dedo”, donde el criterio de confianza política suele primar sobre la formación o la experiencia acreditada. Así, no es de extrañar que algunos perfiles inflen su currículum para justificar su nombramiento ante la opinión pública.
En el caso de Carmen Ninet, la falta de exigencia administrativa se suma a la nula comprobación de datos. Según información publicada en medios digitales, ni la Diputación de Valencia ni el propio partido exigieron en ningún momento la presentación de un título oficial. El resultado: una persona sin el bachillerato cobrando más de 100.000 euros anuales en un cargo de responsabilidad.
El impacto social y político
El escándalo ha tenido una fuerte repercusión mediática, y no han faltado los comentarios irónicos en redes sociales. Algunos ciudadanos han comparado la situación con los famosos “másters regalados” de la Universidad Rey Juan Carlos. Otros, con más mordacidad, se preguntan si para acceder a cargos públicos bastará próximamente con tener una cuenta de LinkedIn bien adornada.
Por su parte, la oposición ha exigido la dimisión inmediata de Carmen Ninet y la apertura de una investigación interna para depurar responsabilidades. Desde el entorno socialista, las reacciones han oscilado entre el silencio y la defensa cerrada, alegando que se trata de una campaña de desprestigio. Sin embargo, la presión mediática y social parece inclinar la balanza hacia una inminente salida de Ninet del cargo.
Curiosidades y datos llamativos
- La ficha personal de Carmen Ninet en el portal de L’Eliana fue modificada en tiempo récord tras estallar el escándalo, eliminando cualquier referencia al diploma inexistente.
- El sueldo de 104.634 euros anuales supera ampliamente el de muchos altos cargos de la administración estatal.
- La polémica ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de reformar el acceso a los cargos de confianza y establecer controles de titulación más rigurosos.
Queda por ver si el caso de Ninet servirá de catalizador para una revisión profunda de los procedimientos, o si, como tantas otras veces, todo quedará en una anécdota para el anecdotario político español. Mientras tanto, en los pasillos de la Diputación de Valencia, los currículums se revisan ahora con lupa… y con más de un sudor frío.
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