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En un país acostumbrado a los sobresaltos políticos, el caso de Claudia Montes, conocida como Miss Asturias +30 años, añade nuevos ingredientes al menú de escándalos: acoso laboral y sexual, supuestas gestiones de enchufe y una madeja de relaciones personales que salpican hasta el último rincón del Ministerio de Transportes.
La historia arranca cuando Montes reconoce que pidió ayuda al exministro José Luis Ábalos para encontrar trabajo. Lo cuenta OkDiario.
La llave que abría las puertas no era otra que Koldo García, el asesor ministerial que ya se ha convertido en sinónimo de lío judicial en España. Pero la realidad supera la ficción: tras conseguir un puesto en LogiRAIL —una subcontrata ferroviaria controlada por Renfe—, Montes se ve atrapada en una pesadilla diaria.
La mujer denunció en correos la precariedad laboral que sufría: “No tengo ordenador ni muchas otras cosas”. A veces ni siquiera tenía claro qué tareas debía desempeñar. Además, fue cambiada varias veces de puesto dentro de la empresa.
Pero lo peor estaba por venir.
Según consta en las investigaciones de la Guardia Civil, Koldo García llegó a realizarle hasta 23 llamadas perdidas al día, además de videollamadas con peticiones tan impropias como preguntarle cómo iba vestida al trabajo. La presión se mantuvo incluso durante los días libres y vacaciones, con ese tono autoritario tan castizo: «Yo soy tu jefe», llegó a espetarle Koldo, mientras Montes -madre de un niño- intentaba no perder el empleo.
Favores, insistencia y “cosas obscenas”
El trasfondo del caso es doblemente inquietante. Por un lado, las gestiones políticas para colocar a Montes en LogiRAIL no dejan lugar a dudas sobre cómo funciona el tráfico de influencias. Un mensaje intervenido por la UCO entre Ábalos y Koldo lo dice todo: “¿A la de Gijón no la pueden contratar en Renfe, Adif o alguna de sus subcontratas?”, pregunta el ministro. “Lo arreglo”, responde Koldo con la diligencia de quien está acostumbrado al encargo fácil.
Por otro lado, está el relato personal del acoso. Montes ha declarado ante el Tribunal Supremo que Koldo le pedía “cosas obscenas” por teléfono y chat. Afirmó entre lágrimas que la situación le llevó a solicitar la baja médica por recomendación facultativa y que, poco antes de convertirse en fija en LogiRAIL, fue despedida. El contenido sexual y humillante de los mensajes fue confirmado tanto por la propia Montes como por los agentes que accedieron al móvil intervenido a Koldo durante un registro domiciliario.
El papel del entorno político: ¿enchufismo o prácticas habituales?
Montes niega cualquier relación sentimental con Ábalos e insiste en que su vínculo era estrictamente laboral. Lo cierto es que su nombre aparece ligado a una cadena de favores donde las altas esferas parecen moverse con una fluidez poco habitual para el común de los mortales. El esquema es claro:
- Contacto inicial vía Instagram con Ábalos tras un acto del PSOE en Gijón.
- Petición expresa para encontrar trabajo.
- Intervención directa de Koldo para gestionar su entrada.
- Mensajes internos entre altos cargos para allanar el camino.
- Incorporación exprés a LogiRAIL sin pasar por procesos competitivos normales.
No faltan detalles tragicómicos: cuando Montes necesitó un adelanto económico para viajar a Madrid por motivos laborales, fue el propio Koldo quien le prestó dinero mediante Bizum, dinero que más tarde le devolvió personalmente en un sobre cerrado durante una cita en una marisquería frecuentada por miembros de la supuesta trama.
El impacto del caso va mucho más allá del ámbito laboral o personal. En estos momentos, el juez investiga si la contratación encubría pagos irregulares o favores ilícitos ligados a comisiones por contratos públicos durante la pandemia.
Por su parte, Claudia Montes ha denunciado públicamente haber sido víctima tanto de mobbing como de acoso sexual y se encuentra fuera del mercado laboral desde su despido. Tras pedir ayuda institucional frente al acoso sufrido, fue despedida apenas cuatro días antes de pasar a ser fija en plantilla. Esto suma una nueva capa de abuso al caso.
El contexto humano: una vida destrozada bajo los focos
Más allá del ruido mediático, Montes ha tenido que aclarar ante el juez —y casi ante toda España— aspectos íntimos que rozan lo grotesco: “Nunca he tenido una relación con Ábalos. Nunca me he dedicado a la prostitución. Se me está destrozando la vida por la prensa”, declaró visiblemente afectada. La ex Miss Asturias denuncia sentirse señalada por sus vecinos y teme por su futuro profesional.
Resulta llamativo cómo los cambios continuos de puesto dentro de LogiRAIL —hasta cada dos o tres meses— revelan una gestión ad hoc diseñada para evitar que se enterase “de cosas”, según relató ella misma. Incluso le habilitaron una oficina exclusiva sin apenas recursos tecnológicos ni conexión a internet, lo cual da para pensar si era una estrategia deliberada para aislarla o simplemente parte del caos organizativo habitual.
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