Elecciones

Feijóo, en términos taurinos, no rompe políticamente

Distinto es, si habláramos de la muy cabal Ayuso

Ayuso y Feijóo (PP)
Ayuso y Feijóo (PP). Taek Mohamed

Cuando Feijóo inició su andadura en la presidencia del PP, lo hizo inteligentemente con prudencia y cautela, algo que ha ido perdiendo paulatinamente y de forma sucesiva conforme avanza junio de 2024.

Antes, el pasado 23 de julio, cuando la cúpula del PP pensaba dejar KO al demagógico Sánchez – no por ello, menos astuto de lo que creían torpemente muchos del PP – rozando una, mayoría absoluta, Feijóo no calculó que, hiciera lo que hiciera Sánchez, su parroquia de súbditos iba a seguir apoyándole.

En ese devenir del tiempo, Feijóo no sólo no ha aprendido a enmendar las malas experiencias de Rajoy y Casado, sino que ha continuado incidiendo en intentar castigar a Sánchez corrigiéndole, es decir, en cada uno de sus discursos, mitineros o no, se dedica a regañar al presidente diciéndole lo que no tiene que volver a hacer, recordando la reprimenda que la maestra de escuela somete a su alumno más díscolo.

En política, hay que ser directo, sin rodeos – respetando la cortesía parlamentaria y el buen hacer democrático, sin insultos ni voceríos de patio o de chismes de la televisión basura –  no recordando al contrario lo que no debe hacer, entre otras cosas, porque al oponente es algo que le trae al pairo, continuará llevándolo a cabo. Hay que decir lo que está y va mal hacia la ciudadanía respecto del que gobierna, precisar, como consecuencia, qué normas se están vulnerando y que nos rigen y obligan a todos y cómo subsanar la situación. En definitiva, si España tiene un problema que se llama Sánchez, Feijóo, debe traer, al menos, dos soluciones que no caigan en meras declaraciones o manifestaciones populares que el viento y el olvido se llevan.

Si el PSOE ha desaparecido, es una afirmación sin consistencia, en el decir de Feijóo, independientemente del toreo de Sánchez hasta con sus partidarios que no por ello, cerca de siete millones ochocientos mil españoles, dejan de votarle.

Si Sánchez escribe cartas a su público que ni las lee, aléjese Feijóo del comentario que ni por jocoso se atenderá. Haga como los ingleses que no intentan entenderte.

Si la mujer del presidente pudiera o ande en presuntos devaneos comerciales con cierta apariencia empresarial, deje a otros la función, culpatoria o no, que sobre esa persona corresponde. Nula rentabilidad política va a sacar de ello, antes, al contrario, se le volverá como un búmeran si al final doña Begoña sale indemne.

Estas y otras cosas son las que me inducen a pensar que Feijóo no trasmite, no llega políticamente al personal y por ello, no será fácil arrinconar a un Sánchez que sin ganar elecciones preside nuestro país.

Distinto es, si habláramos de la muy cabal Ayuso.

Por cierto, y de cara a las europeas del domingo, caution con Alvise Pérez que puede aguar la fiesta a más de uno y por qué no el Frente Obrero con Roberto Vaquero a la cabeza y su lema trumpiano <<España primero>>.

Antonio Sánchez-Cervera

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