Cómo llegar a bailarín en setenta y dos mil fáciles lecciones

Cómo llegar a bailarín en setenta y dos mil fáciles lecciones

El irlandés Michael Keegan-Dolan bien secundado por su esposa traen a Madrid un espectáculo performativo y autobiográfico muy original y auténtico que no es lo que se anuncia pero que tiene vida, emoción y muy buenas vibraciones. Se le puede perdonar ese patrioterismo tan exacerbado en sus conciudadanos a cambio de sus ironías contra los británicos, su espontaneidad bien medida, sus insinuaciones meditativas y la presencia de Rachel.

Él autor tiene 55 años y va contando entre ráfagas musicales y movimientos sincopados su infancia, sus difíciles comienzos en la danza y la coreografía, sus primeras experiencias sexuales, su vida en :Londres perseguido por el estigma del terrorismo del IRA, su descubrimiento de las práctica espirituales orientales, y sus agudas críticas a los entretelones del mundillo de la ópera, para terminar como empieza, con mucha serenidad y buen rollo. Entre tanto, hace pinitos de baile y Rachel Poirier interpreta ese interminable bolero de Ravel en una coreografía que como todo el espectáculo huye de la perfección para buscar la naturalidad, la comunicación, la telepatia emocional que es el secreto de los secretos de cualquier espectáculo ante el público.

Al igual que los toques coreográficos a lo largo de la pieza, el diseño de la escenografía y el vestuario comparte el enfoque de aparentar algo imperfecto, no ensayado al cien por cien, con la presencia de decenas de objetos variopintos en escena y su uso imprevisible por la pareja, que nunca se comporta como podría suponerse. Tiene un misterio esta propuesta, que puede que haya sido milimétricamente planificado o puede que responda a una auténtica naturalidad tan extraña ya en nuestros escenarios. En todo caso, un espectáculo sin pretensiones que llega directo al ánimo. Y reconforta.

La pieza fue presentada al menos en Nueva York con un subtítulo: ‘A Performance Ritual in Four Parts for Two Performers’, o sea, un improvisado ritual en cuatro partes para dos intérpretes. Empiezan y terminan recitando -o cantando, no recordamos- extractos del poema ‘Augurios de la inocencia’ de William Blake:

‘… Todas las noches y todas las mañanas
Algunos nacen para la miseria.
Cada mañana y cada noche
Algunos nacen para el dulce deleite
Algunos nacen para el dulce deleite
Algunos nacen para la noche eterna…

Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 8
Texto, 8
Coreografía, 8
Dirección, 5
Interpretación, 9
Escenografía, 7
Producción, 7
Programa de mano n/h
Documentación a los medios, 4

TEATROS DEL CANAL
MICHAEL KEEGAN-DOLAN / TEAC DAMSA
How to Be a Dancer in Seventy-two Thousand Easy Lessons
10, 11 y 12 de enero de 2025
1 h y 30 min (sin intermedio)
Inglés (con sobretítulos en español)

Texto: Michael Keegan-Dolan
Coreografía e interpretación: Michael Keegan-Dolan y Rachel Poirier
Directores: Rachel Poirier y Adam Silverman
Diseño de escenografía y vestuario: Hyemi Shin
Diseño de iluminación: Adam Silverman
Diseño de sonido: Sandra Ní Mhathúna
Director de ensayos: James Southward
Director de producción: Reinhard Bichsel
Jefe técnico: Danny Hones
Técnica de iluminación: Luz Lucila Tapia Gaitán
Regiduría: Iain Synnott
Gerente en gira: Fiona Morgan
Coproducción: Teaċ Daṁsa y Gate Theatre.

 

 

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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