Asegura que la "situación de la cadena Cope es envidiable" y tiene el futuro asegurado
(José Manuel Vidal).- Gran parte del ghota mediático español se dio hoy cita en el hotel Ritz de Madrid para asistir al desayuno informativo que escenificaba el acuerdo entre la cadena Cope y el diario ABC. Como conferenciante, Fernando Giménez Barriocanal, presidente de Cope y gerente del episcopado. Como presentador, el director de ABC, Bieito Rubido. Barriocanal aprovechó la ocasión para colocar el «ideario» como el centro de la cadena. Un ideario que pasa por «la defensa de la unidad de España y de la monarquía«.
Antes del turno de preguntas y, como suele ser habitual, Barriocanal pronunció una conferencia sobre valores y medios de comunicación en el contexto de la crisis económica. Con ser ésta grave, para el presidente de Cope, es todavía más grave otra crisis «de la que nadie habla» y que él retrató con colores sombríos.
Una crisis que, a su juicio, pasa por «la dictadura del relativismo» (el término que hizo famoso el Papa), por la imposición de la moral del consenso en clave de progreso ( «palabra maldita»), por la creencia de que «Dios ha pasado de moda», por el utilitarismo y el materialismo o por el «desapego de los valores fundamentales«, como la honradez, el esfuerzo o el altruismo.
En sintonía con la doctrina episcopal, Barriocanal denunció especialmente «el ataque que está sufriendo la familia, el mayor de la Historia» y aseguró que «se intenta imponer la ideología de género», mientras «se ridiculiza la labor del hombre o de la mujer en el hogar». A pesar de todo, Barriocanal reconoció que «la familia es la que está sosteniendo a los 6 millones de parados«.
Para acabar con estas sombras sociales, el presidente de Cope abogó por «un cambio moral«, en el que pueden jugar un papel muy importante los medios. Y, a partir de ese momento, su exposición se centró en la situación actual de la cadena que dirige.
La Cope, según su presidente, ha tenido una bajada de publicidad de un 6% el año pasado, pero con todo, «se ha asegurado su saneamiento económico y su situación es envidiable», dijo. Mirando al futuro, la cadena «ha cambiado de modelo», pasando del modelo de las estrellas al de los oyentes, con «un sonido amable, esperanzador, crítico, que ayuda y no destruye, que informa y entretiene».
Barriocanal se mostró «orgulloso» de la programación de la cadena y de todos y cada uno de sus periodistas. Eso sí recalcó que lo que quiere la radio que preside es «poner su ideario en el centro de la programación«.
En ese sentido, explicó el acuerdo con ABC, un acuerdo que «suma y resulta beneficioso para ambas partes y no va contra nadie». Porque «la Cope es la casa de todos«, subrayó. Un acuerdo que «va más allá de lo económico», porque no sólo amplía la cobertura de la cadena, sino que incide en la misma línea ideológica y de valores.
Y un punto básico de esa línea es «la defensa de la unidad de España y de la monarquía, porque eso nos lo hemos dado todos los españoles».
¿Dinero al Vaticano?
Alguien le preguntó si, para pagar la fusión con ABC, la cadena de los obispos iba a pedir dinero al Vaticano o a la Conferencia episcopal y Barriocanal contestó con cierto sentido del humor. «Pedir dinero al Vaticano lo veo complicado«. Y a la Conferencia episcopal, «en los más de 20 años que llevó en la cadena, nunca he llamado a las puertas de los obispos«, pero tampoco descartó hacerlo, «porque no sería ningún pecado, si los necesitásemos».
Sin querer entrar mucho en el tema, Barriocanal hizo, asimismo, una encendida defensa de 13tv que, con la Cope, «son hijas de la misma madre, la CEE». De la televisión del episcopado, dijo que era «un proyecto complejo y arriesgado, que admite colaboradores» y que, además «es la mayor parroquia de España, con su misa diaria que ven entre 60 y 80.000 personas».
Presente en la sala, el secretario y portavoz de las CEE, Martínez Camino, alabó a la Cope en nombre de los obispos. «Estamos muy contentos de lo que es, de lo que hace y de lo que significa la Cope, asi como de su servicio al pluralismo y al bien común».