ACUSACIONES DE ACOSO Y TOXICIDAD EN SENTEBALE

La pifias, pufos y patochadas ‘benéficas’ del Príncipe Harry

La presidenta de Sentebale, Sophie Chandauka, denuncia presiones y pérdida de donantes, mientras el Príncipe Harry y los fideicomisarios niegan las acusaciones

El Príncipe Harry y Meghan Markle , The Duque y Duquesa de Sussex
El Príncipe Harry y Meghan Markle , The Duque y Duquesa de Sussex. PD

La fundación benéfica Sentebale, creada por el Príncipe Harry en 2006 para ayudar a jóvenes afectados por el VIH en África, se encuentra en el centro de una tormenta mediática que amenaza con socavar su labor humanitaria.

La presidenta de la organización, la Dra. Sophie Chandauka, ha lanzado acusaciones de acoso y presiones contra el Duque de Sussex, desatando una crisis sin precedentes en la institución.

El conflicto estalló el pasado 26 de marzo, cuando el Príncipe Harry y su cofundador, el Príncipe Seeiso de Lesoto, anunciaron su dimisión como patrones de Sentebale. Esta decisión, que sorprendió al mundo de la filantropía, fue seguida por la renuncia en bloque de la junta de fideicomisarios.

En un comunicado conjunto, los príncipes expresaron su «profundo pesar» por la situación, calificándola de «impensable» y prometiendo compartir sus preocupaciones con la Comisión de Caridad del Reino Unido.

Sin embargo, la controversia alcanzó nuevas cotas cuando la Dra. Chandauka concedió una explosiva entrevista al Financial Times el 29 de marzo.

En ella, la presidenta de Sentebale acusó al Príncipe Harry y al Príncipe Seeiso de intentar «forzar un fracaso para luego acudir al rescate». Chandauka, una abogada corporativa zimbabuense que asumió el cargo en julio de 2023, fue más allá al afirmar que la reputación del Duque de Sussex se había convertido en un lastre para la organización.

La toxicidad de la marca Sussex

Según Chandauka, la salida de los duques de Sussex de la familia real británica en 2020 tuvo un impacto devastador en Sentebale. «El riesgo número uno para esta organización era la toxicidad de la marca de su patrón principal», declaró la presidenta, señalando que la controversia generada por el «Megxit» había ahuyentado a potenciales donantes y dificultado la contratación de personal senior.

La presidenta relató un incidente ocurrido en abril de 2024 durante un evento de polo benéfico, donde supuestamente surgieron tensiones con los duques de Sussex. Chandauka afirmó haber rechazado una petición del Príncipe Harry para abordar públicamente un momento viral que involucró a Meghan Markle, declarando: «Dije que no, que no íbamos a sentar un precedente por el cual nos convertiríamos en una extensión de la máquina de relaciones públicas de los Sussex».

Contraataque y negaciones

Las acusaciones de Chandauka han sido recibidas con escepticismo y negaciones por parte del entorno del Príncipe Harry. Una fuente cercana a los patrones y fideicomisarios declaró a PEOPLE que la decisión de abandonar la caridad se basó en la gestión financiera de Chandauka. «Los fideicomisarios intentaron negociar esto en privado y le pidieron que reconsiderara su posición debido a su falta de confianza en ella como líder, como lo demuestra la posición financiera en la que puso a la caridad», afirmó la fuente.

Además, se ha cuestionado la narrativa de Chandauka sobre la dependencia de Sentebale respecto al Príncipe Harry. La fuente señaló que el duque había donado 1,5 millones de dólares de los beneficios de su libro Spare a la organización, y que su participación en eventos como la Copa de Polo Sentebale era crucial para atraer patrocinadores.

Un legado en peligro

La crisis en Sentebale no solo amenaza el trabajo de la organización, sino también el legado personal del Príncipe Harry. La fundación, establecida en memoria de la Princesa Diana y su labor con personas afectadas por el SIDA, ha sido durante años uno de los proyectos más queridos del duque. El conflicto actual pone en riesgo años de trabajo en el sur de África y podría tener consecuencias devastadoras para los jóvenes beneficiarios de sus programas.

La Comisión de Caridad del Reino Unido ha confirmado que está investigando la situación, mientras que Chandauka ha iniciado acciones legales contra la organización. El escándalo ha dejado a Sentebale en una posición precaria, con su reputación y futuro en entredicho.

El futuro incierto de Sentebale

Mientras el mundo espera el desenlace de esta crisis, queda por ver cómo afectará a la labor humanitaria de Sentebale y al legado filantrópico del Príncipe Harry. La organización, que ha ayudado a miles de jóvenes vulnerables en países como Lesoto y Botsuana, se enfrenta ahora a un futuro incierto.

El escándalo también plantea preguntas más amplias sobre la gestión de organizaciones benéficas vinculadas a figuras públicas y el impacto que las controversias personales pueden tener en causas nobles. En un momento en que la confianza en las instituciones filantrópicas es más importante que nunca, el caso de Sentebale sirve como un recordatorio de los desafíos que enfrentan las organizaciones benéficas en un mundo mediático cada vez más polarizado.

Mientras tanto, los beneficiarios de Sentebale en el sur de África esperan que esta tormenta pase pronto y que la ayuda que tanto necesitan no se vea interrumpida por disputas que parecen estar muy lejos de las realidades que enfrentan día a día.

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Autor

Fernando Veloz

Economista, comunicador, experto en televisión y creador de formatos y contenidos.

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