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Donald Trump lanzó este lunes una advertencia contundente a Nicolás Maduro desde su residencia en Mar-a-Lago.
Afirmó que si el presidente venezolano decide hacerse el duro, será la última vez que lo haga. Esta declaración se produjo durante una rueda de prensa en la que también dirigió sus comentarios hacia Gustavo Petro.
El mandatario estadounidense no escatimó en palabras. Al ser cuestionado sobre si su intención es derrocar a Maduro, respondió: “Creo que probablemente sí. No puedo asegurarlo. Eso depende de él”. Además, sugirió que el dictador venezolano actuaría con sensatez si optara por dejar el poder. Este pronunciamiento llega en un momento delicado tras el bloqueo a los buques petroleros sancionados.
Estados Unidos ya confiscó un barco cargado con 1,9 millones de barriles de crudo venezolano el pasado 10 de diciembre. El presidente estadounidense confirmó que se quedará con tanto con la carga como con el buque, y podría decidir venderla o almacenarla en reservas estratégicas. En estos momentos, también están tras la pista de un tercer petrolero cerca de las costas venezolanas.
Por su parte, Maduro ha denunciado actos de piratería y ha llevado la situación ante la ONU. Rusia se ha posicionado del lado de Caracas y el Consejo de Seguridad abordará este asunto mañana en una sesión extraordinaria. Mientras tanto, Trump acusa al régimen chavista de inundar Estados Unidos con drogas y criminales provenientes de las cárceles venezolanas, señalando al Cartel de los Soles, algo que el dictador chavista desmiente.
La presión sobre Venezuela se intensifica con un notable despliegue militar en el Caribe. Estados Unidos ha hundido más de cien narcolanchas, resultando en la muerte de varios tripulantes. La estrategia ha pasado de combatir el narcotráfico a bloquear el crudo venezolano. El objetivo es claro: cortar las fuentes de ingresos del narcochavismo y recuperar los derechos petroleros que pertenecen a empresas estadounidenses.
Pero Trump no se detiene ahí. También lanzó dardos hacia Petro, afirmando: “No es amigo de Estados Unidos. Más le vale andarse con cuidado”. Lo calificó como un provocador y exigió cerrar fábricas dedicadas a la producción de cocaína, asegurando saber dónde se encuentran tres de ellas. Este ataque responde a las ironías lanzadas por Petro, quien había hecho mención de Texas y California ante las demandas de Trump sobre el petróleo venezolano.
La relación entre ambos países está deteriorada. Trump no dudó en amenazar con intervenir debido al narcotráfico y revocó el visado a Petro después de una protesta pro Palestina. Además, ha descertificado a Colombia en temas relacionados con antinarcóticos. Ante esto, el colombiano replicó: “No amenace nuestra soberanía, porque despertará al jaguar”.
El secretario de Estado, Marco Rubio, avivó aún más las llamas al afirmar que la cooperación con Estados Unidos es más importante que cualquier ideología política. Si bien la tradición democrática colombiana tiene peso, la postura del presidente colombiano ha afectado severamente los vínculos entre ambos países.
Antecedentes de la escalada
La tensión entre ambos países no es nueva. Trump siempre ha considerado al chavismo como un narcoestado y durante su primer mandato impuso sanciones severas. Ahora que está nuevamente en escena, endurece su enfoque con un bloqueo naval y ha anunciado nuevos buques militares, los más grandes y potentes jamás vistos, para hacer frente a amenazas como el narcoterrorismo proveniente de Venezuela.
- Acciones clave de EEUU:
- Bloqueo total a los petroleros sancionados.
- Incautación activa de buques cargados con crudo.
- Persiguiendo más barcos.
- Despliegue militar tanto en el Caribe como en el Pacífico.
Mientras tanto, Maduro resiste utilizando a el presidente estadounidense como excusa para consolidar su apoyo interno. Denuncia agresiones imperialistas y busca respaldo tanto en Rusia como en China. Sin embargo, su dependencia del petróleo es su talón de Aquiles; sin ingresos suficientes, su régimen tambalea peligrosamente.
Con respecto a Petro, el choque ideológico se suma al conflicto. El colombiano critica los bombardeos a lanchas mientras que Trump lo califica sin pruebas como líder narco. Se han amenazado aranceles, llamado embajadores para consultas y rechazado vuelos con deportados. Con solo ocho meses hasta las elecciones en Colombia, el próximo gobierno heredará esta complicada situación.
¿Cómo puede evolucionar?
Si Maduro decide no ceder ante estas presiones, es probable que Trump escale aún más la situación; podemos esperar más incautaciones o incluso ataques directos o respaldo a la oposición venezolana. El Consejo de Seguridad de la ONU tiene poco margen para actuar; un veto estadounidense es casi seguro y aunque Rusia y China protestan, sus acciones son limitadas.
Para Petro, las alternativas son escasas:
- Cerrar laboratorios dedicados a la cocaína y colaborar.
- Mantener su postura actual arriesgándose a sanciones.
- Negociar directamente con Washington.
Estados Unidos sigue intensificando su presión sobre el narcochavismo y sus aliados; incluso se habla sobre retirar el visado a José Luis Rodríguez Zapatero por mediar entre chavistas. El subsecretario de Estado hizo esta insinuación recientemente mientras los mediadores europeos pierden influencia cada vez más.
La situación en el Caribe es tensa; mientras tanto, el mandatario estadounidense está construyendo una poderosa flota para dominar las aguas del mar Caribe e hizo anuncios sobre 20-25 nuevos acorazados para enfrentar problemas relacionados con las drogas que afectan gravemente a Estados Unidos; todo ello vinculado directamente con Venezuela.
En respuesta, Maduro comentó que sería mejor para Trump ocuparse primero de sus propios problemas internos. Sin embargo, la presión sigue aumentando sin tregua; el chavismo utiliza esta crisis como justificación para una guerra híbrida continua mientras que él permanece como una figura visible ante observadores externos.
El futuro dependerá mucho del comportamiento del propio Maduro; si continúa haciéndose el duro, tal como advierte Trump, podría ser realmente la última vez que lo haga sin consecuencias graves. Colombia observa atenta todo este desarrollo; mientras tanto, Petro camina sobre una cuerda floja inestable mientras Estados Unidos incrementa su presión sobre el narcochavismo sin compasión alguna. El petróleo será fundamental para definir este tablero geopolítico.
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