La viuda de Camilo José Cela infla a castañazos a Sánchez, Iglesias, Valls y compañía a los que deja como unos botarates supremos

Tiene su miga el artículo. Marina Castaño, mujer del tristemente desaparecido Camilo José Cela, se marca este 23 de junio de 2019 un texto en La Razón en el que no deja títere con cabeza.

Comienza sacudiendo de lo lindo a Pedro Sánchez y a su socio natural, Pablo Iglesias por ir ahora de adalides en la lucha del cambio climático:

Como la madre de todos los tontos no para de parir, y sus hijos no paran de demostrar su estulticia, ahora salen Iglesias y Sánchez erigidos en expertos del cambio climático. Hace unos días se publicó en la Prensa una fotografía de un trineo tirado por perros en Groenlandia que parecían caminar sobre las aguas, como Jesucristo en el Jordán, pero no. Se trataba de una leve capa de hielo que se había fundido, dada la época del año, que se sustentaba sobre una espesura helada de más de dos metros de grosor sin ningún tipo de grieta o fisura por donde drenar.

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Centra la leche en Iglesias:

Y hete aquí que sale el alma del podemismo y suelta en twiter que la gravedad de la situación la resolverán los suyos. «Nuestro plan Horizonte Verde prevé electrificar el 100% del parque móvil y reducir un 90% de emisiones de hidrocarburos para 2040». ¡Ea, así se habla pico, de oro!

Para seguidamente darle al doctor ‘cum fraude’:

Paralelamente, el gran plagiador sale un poco menos impulsivo, si bien sentencia como si conociera el percal de primera mano: «Esta imagen de Groenlandia coloca ante nuestros ojos la emergencia a la que nos enfrentamos. Gobiernos y sociedad debemos trabajar unidos para frenar las consecuencias de la crisis climática». ¿Pero qué sabrá éste que no ha sido capaz de escribir su tesis y ahora quiere dar lecciones al Instituto Meteorológico danés que ha restado todo tipo de importancia a la foto?

Después se fija en ese francés desorientado llamado Manuel Valls:

Pero sigamos con los tontos. Manuel Valls, candidato fracasado a la alcaldía de Barcelona, va y convierte nuevamente a Ada Colau en flamante regidora de la Ciudad Condal para que todo siga nadando entre la cochambre y los manteros, mientras se apresura cuanto antes a colgar el super lazo amarillo en el balcón de la casa consistorial.

Y se pregunta que le habrá visto a este espécimen su actual pareja:

No sé qué habrá visto en este botarate público Susana Gallardo, ella, que se dedicó el verano pasado a quitar cruces amarillas y lazos de las playas de la Costa Brava y que demostró en el falso referéndum que se podía votar cuantas veces se quisiera en distintos falsos colegios electorales con sus falsas urnas. ¿Será cierto aquello de que el amor es ciego y que el sexo es una de las constantes que nos mueve a los humanos? Todos hemos hecho el mamarracho alguna vez en la vida por mor de las hormonas, es cierto, y el que diga que no que tire la primera piedra. Todos tenemos mucho que callar, así que pasemos a otro tema.

Seguidamente la emprende con el duo tralalá, Calvo y Celaá:

La Celaá y la Calvo, además de ser hijas de la madre de todos los tontos, son mentirosas y embusteras (ustedes dirán que lo uno es sinónimo de lo otro, pero es para dar más énfasis a la cosa). Dicen que no se ha pactado con Bildu/Batasuna. Oiga usted, ¿y lo de Navarra qué ha sido? ¿un simulacro? Para que luego se critiquen posibles o hipotéticos pactos con Vox, que no es afín a ningún grupo asesino como lo es Bildu con ETA y no persigue la disgregación de España, sino todo lo contrario. Todavía me sigo preguntando por qué se habla de ultraderecha cuando se apunta a Vox y no de ultraizquierda cuando se alude a Bildu, Podemos y toda esa tropa.

Para rematar al otro lado del Atlático y sacudir al previsible rival de Trump en las presidenciales de 2020:

Por lo demás, Joe Biden (otro tonto contemporáneo) se perfila como favorito de los demócratas en las encuestas para las elecciones americanas, que empiezan a calentar motores mientras Trump, que no tiene un pelo de tonto mal que les pese a muchos, ha comenzado ya a hacer campaña desde Florida. Se puede ser bruto, sí, rudo y maleducado también, incluso decir inconveniencias cada dos por tres, como el duque de Edimburgo, pero ser hijo de la madre de todos los tontos es triste. Muy triste.