LA TRIBUNA DEL COLUMNISTA

Sánchez abraza a Otegi en Navarra para comenzar a articular su ‘Gobierno Frankenstein 2’ en Madrid

Luis Ventoso: " Llegados los presupuestos, ERC pedirá lo único que lo colma: el referéndum de independencia y como ningún presidente de España puede concederlo sin delinquir, tumbarán las cuentas"

Sánchez abraza a Otegi en Navarra para comenzar a articular su 'Gobierno Frankenstein 2' en Madrid
Pedro Sánchez y Arnaldo Otegi.

¡Se acabo el disimulo de Pedro Sánchez! El presidente del Gobierno en funciones ha permitido que el PSOE en Navarra le dé la presidencia del Parlamento a la marca blanca del PNV, apoyándose también en el partido del proetarra Arnaldo Otegi, Bildu. Este 20 de junio de 2019 los editoriales y las tribunas de papel le sacuden la del pulpo al ‘okupa’ de La Moncloa por plegarse a independentistas y descendientes de sanguinarios terroristas con tal de asegurarse su reelección dentro de unas semanas o a primeros de septiembre.

El editorial de ABC sale a saco contra Pedro Sánchez y su decisión de darle a los nacionalistas-independentistas la presidencia del Parlamento de Navarra:

El Partido Socialista de Navarra entregó ayer la Presidencia del Parlamento Foral a Geroa Bai, la marca afín al PNV, y permitió la entrada de un diputado de Bildu en la Mesa de la institución, con el imprescindible aval de Pedro Sánchez a la operación. De este modo, es previsible que el PSOE haya pactado también con el nacionalismo vasco-navarro y con la formación heredera de Batasuna la presidencia de la Comunidad, dejando al margen a la formación Navarra Suma (UPN, PP y Ciudadanos), que había ganado las elecciones. Con decisiones como la adoptada ayer en Navarra, Sánchez ha perdido ya toda legitimidad para exigir a PP y a Ciudadanos que se abstengan en el Congreso para no bloquear su investidura. Una vez más, son los manejos con el PNV, el nacionalismo excluyente y los sucedáneos de Batasuna quienes salvan a un PSOE sin atisbo de memoria histórica con sus propios militantes asesinados. Con todo, aún puede ser más lamentable el silencio que se imponga en el PSOE aun a sabiendas de que hay relevantes dirigentes y barones regionales que abominan de estas componendas con Bildu. Ferraz querrá blanquear a ese partido negando que haya recibido un solo voto suyo. Pero los hechos son los hechos, y el PSOE hizo ayer la vista gorda para que Bildu ganase con el PNV como ‘relator’.

Luis Ventoso vaticina que lo sucedido en Navarra es el primer paso para ir a una nueva convocatoria de elecciones en cuanto a Sánchez no le aprueben los Presupuestos Generales del Estado para 2020:

Ayer en el Parlamento de Navarra, tras una pamplina previa de disimulo, el PSOE volvió a hacer lo de siempre: entre constitucionalistas y separatistas volvió a elegir poner la alfombra roja a los antiespañoles. Esa decantación privará a Sánchez del apoyo en el Congreso de Navarra Suma. Dado que la supuesta victoria épica de Sánchez es en realidad un churro de 123 escaños pelados, no le quedará otra que volver a donde solía, a buscar el plácet de los separatistas catalanes. Retorna lo que Rubalcaba, que destestaba el sanchismo, apodó sagazmente como ‘Gobierno Frankenstein‘. Se está cosiendo ya la momia de Frankenstein 2, que tras echar a andar dará muy pocos pasos. Llegados los presupuestos, ERC –partido que lidera el cerebro golpista, Junqueras– pedirá lo único que lo colma: el referéndum de independencia. Como ningún presidente de España puede concederlo sin delinquir, tumbarán los presupuestos. Elecciones y vuelta a barajar. Tal es el viaje que augura la inexplicable pasión del PSOE por el nacionalismo insolidario.

El editorial de La Razón deja bien a las claras que Pedro Sánchez prefiere gobernar con Otegi:

Pedro Sánchez ha dado un paso decisivo para configurar la mayoría que le va a permitir la investidura. Ha despejado la primera incógnita para impedir que Navarra Suma –la coalición formada por UPN, PP y Cs–, que ganó las pasadas elecciones autonómicas con rotundidad, con el 36,52% de los votos –16 puntos más que el segundo, que fue el Partido Socialista de Navarra–, presida la comunidad foral. El PSN entregó ayer la presidencia del Parlamento foral a Geroa Bai, alianza vasquista encabezada por el PNV, y propició la entrada de EH Bildu en la Mesa de la Cámara, una condición impuesta para asegurar la estabilidad –y el control– del futuro gobierno presidido por la socialista María Chivite. Con esta opción, Sánchez renuncia a los dos diputados que UPN le había ofrecido para su investidura, si a cambio apoyaba a Navarra Suma y, de esta manera, no se veía obligado a apoyarse en una formación como la que lidera Otegi. No ha sido así: el PSOE gobernará con EH Bildu en Navarra, un partido anticonstitucional, que no ha renunciado a su pasado violento y cuya aspiración es la anexión de la comunidad foral a la gran Euskal Herria.

Pedro Narváez está que echa las muelas ante el pacto en Navarra con Bildu:

El pacto de los socialistas en Navarra con los proetarras, con la inestimable ayuda celestina del PNV, traduce no solo un error que un día pagaremos todos sino una hipocresía de retranca maquiavélica. Se puede atar el destino a Otegi pero no se le ocurra nombrar a Vox, que habla en castellano tan antiguo que no se le entiende, ni quiero, la verdad, en estos momentos, pero que la única sangre que puede donar es la suya, no la de inocentes que algo habrían hecho. Las víctimas han sido traicionadas tantas veces que citar su nombre en vano merecería, aun en sentido figurado, la prisión permanente revisable y el destierro institucional. No es así. Para una investidura, sea de quien sea, no vale todo. Con los cordones sanitarios podían atar sus supuestos ideales y ahorcarlos en la plaza pública. ¿No tiene nada que decir Macron? ¿Algún reproche de Valls, el santón que acabará siendo el relator de los males de España? Un socialista, en su definición clásica, no debería abrir la muralla de tapadillo a un nacionalista, claro que la ideología es ya mercancía corrupta, como ha demostrado hace tiempo la historia y nos recuerda Sánchez.

El Mundo acribilla a Pedro Sánchez por su abominable pacto en Navarra:

Sánchez tenía en Navarra la oportunidad de acreditar la sinceridad de su deseo de moderación tras su victoria electoral. Permitiendo gobernar a Navarra Suma, que casi dobla en escaños al PSN, el presidente en funciones habría probado que su sociedad Frankenstein –por citar a Rubalcaba– con el populismo y el independentismo fue circunstancial, circunscrita a la moción de censura, y no estratégica. Pero después del día de ayer, la presión de Moncloa sobre Cs o el PP para merecer su abstención en la investidura pierde toda credibilidad. Y vuelve a demostrarse que Sánchez no tiene un proyecto constitucionalista para el mañana de España: Sánchez tiene un proyecto para el día a día de Sánchez. Al precio, incluso, de blanquear a Batasuna. Que Unai Hualde, presidente de Geroa Bai del nuevo Parlamento, pronunciara su discurso íntegramente en euskera –con abierto desprecio de la lengua hablada por la abrumadora mayoría de los navarros, que es el español– anuncia ya el programa de euskaldunización al que queda abocada Navarra con la connivencia del socialismo.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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