Arturo Pérez-Reverte le mete un palo de libro a Albert Rivera y, de propina, a Mariano Rajoy

Arturo Pérez-Reverte, miembro destacado de la Real Academia Española de la Lengua le ha soltado un palo soberbio a esos políticos españoles que, una vez retirados, de repente descubren el mundo editorial y se lanzan a escribir libros de memorias o sus recetas para el mejor funcionamiento del país.

El genial escritor cartagenero considera que mientras los políticos están en el ejercicio de su cargo no parecen tener un interés inusitado por el ámbito de la cultura. Incluso, el académico denuncia que en determinados casos ni siquiera se les conoce interés alguno por los libros…hasta que reciben un encargo de algún grupo editorial y entonces se ponen a escribir de forma ferviente.

La reflexión de Pérez-Reverte viene al hilo de un tuit del que fuera presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, al que se le han encendido las ganas creativas y en poco más de mes y medio, para el 31 de marzo de 2020, anuncia que tendrá listo su libro:

Un usuario le iba con el cuento a Arturo Pérez-Reverte:

El literato no solo se molestaba con la intención de Albert Rivera, sino que también sacaba a colación el ‘road-show’ de Mariano Rajoy, expresidente del Gobierno de España, que en estas semanas también está presentando su libro, recordando que nunca tuvo el menor interés por visitar la Real Academia Española de la Lengua ni tampoco demostró un denodado interés por darle impulso al ámbito de los libros:

EL RECADITO A PEDRO SÁNCHEZ

Y no solo políticos retirados como Albert Rivera o Mariano Rajoy se han llevado los palos del escritor de Cartagena. El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que tantos guiños ha hecho al mundo del cine, también recibió un mensaje inequívoco por parte de Pérez-Reverte después de ver el festival de pedigüeños en la Gala de los Goya del 25 de enero de 2020 donde actores, directores y productores reclamaban más ayudas públicas:

Viendo anoche los Goya, pensaba que a mí también me gustaría que el Estado subvencionara a los editores, a los libreros, a los escritores e incluso a los lectores. Y también, de paso, a la media docena de sobrinos que tengo trabajando en el extranjero.