Más información
Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, que dice el sabio refranero español.
Pocas veces una fiesta de cumpleaños ha tenido consecuencias tan explosivas.
El 8 de diciembre de 2019, José Luis Ábalos, entonces ministro de Transportes, celebró su 60 cumpleaños rodeado de rostros ilustres del socialismo español.
El evento, organizado por su entonces esposa Carolina Perles y recomendado por su inseparable Koldo García, se celebró ni más ni menos que en el restaurante de Víctor de Aldama, empresario investigado por la trama de corrupción que sacude a las altas esferas del PSOE.
Hasta aquí, podría parecer un simple ágape ministerial si no fuese porque la lista de invitados incluye al propio Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, y a nombres tan relevantes como María Jesús Montero o Félix Bolaños.
No es solo cuestión de quién acudió. La fiesta ha adquirido tintes de novela negra por un motivo concreto: Marlaska negó rotundamente en sede parlamentaria haber cruzado jamás palabra ni mirada con Aldama. “No me he reunido con él nunca y no creo que haya cruzado la mirada con él en mi vida, no lo conozco”, aseguró con solemnidad el ministro ante la incredulidad creciente de la oposición y los medios.
Las imágenes que desmontan la versión oficial
La versión oficial se vino abajo como un castillo de naipes tras la publicación de las imágenes del evento. En ellas, Marlaska aparece compartiendo espacio y distendida conversación con Aldama, desmintiendo así su férrea coartada. La difusión de estas fotografías ha demostrado una vez la nula credibilidad del Gobierno en todo lo que niega.
Y es que son muchos ya los socialistas que han negado tener contacto con Aldama o ni siquiera conocerle para luego ver publicados en la prensa los whatsapps que intercambiaban con él. Es el caso de la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto. La que fuera ministra de Sánchez negó de forma iracunda e hiperventilada conocer de nada a Aldama, para luego tener que ver en prensa que se escribía por chat con él. O, también, la ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero, que negaba rotunda y categóricamente que su jefe de gabinete hubiera tenido contacto con Aldama y luego supimos que no era así.
Hasta el propio Pedro Sánchez ha sido objeto de rumores persistentes sobre encuentros con Aldama. Según testigos y periodistas como Ramón Bermejo, el presidente habría coincidido en varias ocasiones con el empresario en contextos tanto públicos como privados, incluyendo el famoso cumpleaños. Por si fuera poco, la exmujer de Ábalos ha aportado pruebas fotográficas adicionales que comprometen aún más a los protagonistas y refuerzan las sospechas sobre una red de complicidades en torno a los contratos públicos y las adjudicaciones.
La secuencia no se detiene en Marlaska. La estrategia del “yo no fui” se ha repetido en distintos frentes socialistas cada vez que emerge un escándalo. No son pocos los analistas que han acuñado ya el término “Sánchez Pinocho” para describir la relación entre lo declarado por Moncloa y lo demostrado por los hechos. Cada nueva revelación alimenta la percepción ciudadana de que el Gobierno recurre a los bulos tanto como a los argumentarios semanales.
El caso Koldo, las comisiones millonarias durante la pandemia y ahora las imágenes del cumpleaños han convertido las ruedas de prensa gubernamentales en ejercicios acrobáticos donde negar lo evidente se ha vuelto rutina diaria. El propio Víctor de Aldama ha declarado sentirse indefenso tras sus explosivas confesiones ante la Audiencia Nacional, asegurando estar convencido de que cualquier percance personal señalaría directamente al Gobierno. Mientras tanto, fuentes socialistas insisten en pedir pruebas fehacientes ante cada acusación, aunque la hemeroteca empieza a superar cualquier ficción.
El caso no solo evidencia una vez más la nula credibilidad del Gobierno, también ahonda las divisiones internas. Las reuniones secretas entre altos cargos del Ministerio de Transportes para investigar a Ábalos antes de su cese, el papel ambiguo del jefe de gabinete Ricardo Mar —que siguió ascendiendo pese a estar señalado— y los constantes pagos en sobres revelados por Koldo García suman ingredientes dignos del mejor thriller político.
La destitución fulminante de Ábalos en julio de 2021 fue precedida por una ronda frenética de consultas desde Moncloa ante las sospechas crecientes sobre irregularidades graves. Tras su cese, según consta en conversaciones intervenidas, Ábalos se reunió durante horas con Aldama en su residencia oficial para tratar asuntos confidenciales relacionados tanto con negocios privados como con favores dentro del Ministerio.
Mientras tanto, figuras como María Jesús Montero han puesto “la mano en el fuego” por colaboradores bajo sospecha directa —una tradición política tan arriesgada como recurrente— mientras la presión mediática exige explicaciones claras sobre el papel real jugado por cada miembro del círculo socialista implicado.
Sánchez, Delcygate y el efecto dominó
A día de hoy, 17 de septiembre del 2025, nuevas declaraciones sobre el famoso “Delcygate” han vuelto a poner en jaque al Ejecutivo. Según Aldama, fue él mismo quien avaló el viaje clandestino de la vicedictadora de Venezuela, Delcy Rodríguez, a España y quien recibió garantías directas tanto de Ábalos como del propio Marlaska para evitar consecuencias legales. Las conexiones entre altos cargos socialistas y empresarios bajo investigación continúan extendiéndose como una mancha difícilmente lavable.
El escándalo alcanza incluso al ámbito internacional: mientras Aldama intenta sin éxito viajar a Miami por motivos deportivos —el Supremo le deniega cualquier salida al extranjero— sigue lanzando mensajes crípticos sobre futuras revelaciones que podrían sacudir aún más los cimientos del Gobierno. La sensación generalizada es que cada día surgen nuevas piezas en un puzle donde los protagonistas parecen haberse especializado más en negar evidencias que en gobernar.
Más en Política
CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL
QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE
Buscamos personas comprometidas que nos apoyen
CONTRIBUYE
Home