Exultante.
Alvise Pérez, líder de Se Acabó La Fiesta, dio la campanada en las elecciones europeas del 9 de junio de 2024 al entrar en la Eurocámara con tres escaños, uno más que la candidata de Unidas Podemos, Irene Montero.
El político, forjado en las redes sociales, no se cortó en la rueda de prensa para valorar los resultados a la hora de anunciar sus intenciones.
La primera, mandar al presidente del Gobierno socialcomunista, Pedro Sánchez, a prisión:
Un mensaje directo a los criminales, incluyendo a los narcotraficantes. Narcotraficante, criminal y corruptos, no queremos más recursos para que la policía vaya detrás de vosotros, queremos meteros en prisión igual que a Pedro Sánchez. Pedro, calienta, que sales. Y más vale, Pedro Sánchez, porque aquí no somos tiranos, respetamos la ley y la democracia, y aplicando el Código Penal, más vale que te escondas en un maletero porque te vamos a meter en prisión.
También tuvo un recado para Ana Pastor:
Y una última cosa que se me olvida, que esto lo está retransmitiendo García Ferreras. Ferreras, tu mujer me sigue debiendo 25.000 euros. Ferreras, ¿puede usted, caballero, decirle a su mujer que todos los españoles le perdonamos a tu mujer los 25.000 euros si a cambio tenemos un debate libre y abierto en directo en este país? ¿Te atreves o no te atreves?
Pérez tampoco se olvidó de denunciar las trabas burocráticas que existen en este país, a excepción hecha de las facilidades que hay para que los inmigrantes entren en España:
España se ha convertido, lamentablemente, en la fiesta de los criminales. España se ha convertido en la fiesta de los corruptos, mercenarios, pedófilos y violadores, y muchos españoles desde el anonimato sufren las consecuencias cada día. Jóvenes sin posibilidad alguna de acceso a vivienda, ancianos sin capacidad alguna de defender sus propios hogares, policías y guardia civiles siendo asesinados ante la indolencia de su propio gobierno, homosexuales que sufren la homofobia de manadas extranjeras y mujeres que sufren las violaciones sexuales de esas mismas manadas, y todos aquí lo sabéis. Un desempleo estructural y el mayor paro juvenil de Europa, un campo cuyos tomates necesitan más papeles para salir del huerto que un inmigrante para entrar en este país.
