La entervista se realizó el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados y según Enric Hernández, director de ‘El Periódico de Catalunya‘, el podemita Pablo Iglesias parecía aliviado tras cuatro meses de toma y daca con el PSOE que han abocado a otras elecciones, campo de batalla en el que Podemos se siente muy cómodo:
–¿Cómo convencerá Podemos al electorado de izquierdas de que la negativa a gobernar con el PSOE no estaba decidida de antemano?
–Hemos demostrado que queríamos asumir responsabilidades en un Gobierno plural, dialogante y con capacidad de escuchar, entre otras cosas para afrontar la situación catalana. Nuestro discurso, unas veces suave y otras duro, ha sido coherente: hacemos lo que decimos. Sí creo que muchos votantes socialistas no han entendido que el PSOE se moviera hacia Ciudadanos, al que en campaña calificaba como “las derechas”.
–Si no se han puesto de acuerdo con el PSOE ahora, ¿por qué deberían hacerlo después del 26-J?
–Solo hay dos opciones: Gobierno con el PP o con Podemos. Si en la segunda vuelta ganamos las elecciones o adelantamos al PSOE, le tenderemos la mano. Los socialistas tendrán que decidir si gobiernan con Podemos o con el PP, porque ha quedado claro que no hay otra opción.
–El desacuerdo de la izquierda ha concedido otra prórroga al Gobierno en funciones de Rajoy. ¿Qué parte de culpa asume Podemos?
–Siempre apostamos por una coalición progresista, que sumaba si no fuera porque el PSOE no aceptaba las abstenciones de ERC y Democràcia i Llibertat. No es responsable rechazar la abstención de dos partidos legítimos que ni siquiera planteaban entrar en el Gobierno. Frente al acuerdo de las derechas, que solo sumaba 131 diputados, la vía del 161 permitía una colaboración fructífera con el PNV y abrir un escenario de diálogo con Catalunya que también hubiera sido positivo para España.
–Hace algo más de un año, usted manifestaba que una coalición de izquierdas “no sirve”: “El eje izquierda-derecha es un juego de trileros para que gane la banca.” ¿Qué ha cambiado desde entonces?
–El PSOE se reivindicó de izquierdas en campaña y acabó pactando con Ciudadanos. Uno es lo que hace, no lo que dice que es. Esto no ha de ser una guerra de identidades. La cuestión es qué propone cada partido. Los ciudadanos demandan decencia, que las instituciones protejan los derechos sociales y que haya más diálogo. Soy de izquierdas, y se me nota, pero las metáforas de izquierda y derecha se han quedado muy limitadas. Cuando viejos dirigentes del PSOE defendieron el pacto con el PP, ¿en qué quedan esas metáforas?
–Entre PSOE y Podemos, los recelos mutuos siempre estuvieron presentes. Ha dado la impresión de que estaban más pendientes de no aparecer como culpables del desacuerdo que de alcanzar un acuerdo…
–En política, la confianza se sustenta en hechos y asuntos concretos. Si aspiras a gobernar para cambiar la vida de la gente tienes que hablar del qué, pero también del quién. Separar el qué del quién es un juego de trileros. Por eso planteamos al PSOE una relación de igual a igual y le hicimos una oferta de corresponsabilidad de Gobierno, con un documento de cien páginas con muchas y dolorosas cesiones por nuestra parte.
–No ha trascendido la discrepancia programática entre ambos. La imagen que ha quedado es que ha sido una pelea por los sillones…
–El programa del PSOE, con el que teníamos puntos de coincidencia, se desvirtuó tras el acuerdo con Ciudadanos. El pacto de Pedro Sánchez con Albert Rivera supuso la capitulación del PSOE, y Ciudadanos presumió de ello. Ese giro a la derecha impidió el acuerdo con nosotros, cuando lo lógico hubiera sido que un PSOE muy debilitado, con el peor resultado de su historia, hubiera construido una relación de confianza con nosotros.
–¿Qué ha cambiado en Podemos para que ahora acepte la alianza con IU que rechazó antes del 20-D?
–Hay una oportunidad histórica de formar un Gobierno de coalición progresista, y todos debemos estar a la altura de las circunstancias. Yo quiero ese acuerdo y me esforzaré por lograrlo, y me consta que Alberto Garzón también.
–Su propósito con este acuerdo es arrebatar al PSOE el liderazgo de la izquierda. ¿Por qué deberían los socialistas sumarse a un Gobierno con Podemos al frente si ustedes no lo han hecho con Sánchez?
–Yo dije que hubiera aceptado que Sánchez fuera mi presidente. Para que se produzca la coalición de izquierdas quizá sea necesario que la correlación entre las fuerzas progresistas sea distinta. Nos gusta la palabra sorpaso, pero para ‘sorpasar’ al PP. Para ganar al PP hay que hacer políticas distintas y curar los vicios de la vieja política, y para lograrlo seguiremos tendiendo la mano al PSOE. Es bueno que el tono entre nosotros se relaje, y asumo la parte que me toca, porque si al final vamos a tener que gobernar juntos conviene que no seamos presos de nuestras propias palabras.
PINCHAR PARA LEER ENTREVISTA COMPLETA
Más información
Nicolás Redondo, el ‘otro Corcuera’ que se le aparece a Sánchez: «Voto al PSOE con la nariz tapada»
«¿Con qué Podemos pactamos? ¿Con el que elogia a Bódalo o con el que llama a Otegi?»
Ignacio Camacho apuesta por el líder del PP de cara al 26-J: «Rajoy se va a presentar como garantía de estabilidad frente a una política-espectáculo de saltimbanquis y tarambanas»
El PP ganará las elecciones con más holgura, sube Ciudadanos y la coalición Podemos-IU ‘sorpassa’ al PSOE
Más en Partidos Políticos
CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL
QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE
Buscamos personas comprometidas que nos apoyen
CONTRIBUYE
Home