EDITAN EL VÍDEO ORIGINAL PARA DEFENDER A SU TERTULIANA

Risto, tú también das vergüenza: Así se suma a la manipulación victimista de la violenta Ana Pardo de Vera

Patético papel del presentador que primero intenta desacreditar el material audiovisual enviado y luego aprobó el relato de la agitadora de izquierdas que se desmonta viendo las imágenes

Lamentable espectáculo en directo.

El director de Todo es Mentira, Risto Mejide se ha sumado a la manipulación victimista de la agitadora Ana Pardo de Vera, después de que insultase y agrediese al reportero de PERIODISTA DIGITAL, Bertrand Ndongo, a la entrada del primer acto por los 50 años de la muerte de Franco.

PERIODISTA DIGITAL hizo llegar las imágenes en bruto, sin tocar ni un frame, a la redacción de Todo es mentira para que pudieran cotejar cómo es la periodista histérica la que la emprende contra el reportero.

En la emisión de dichas imágenes, por tanto, se aprecia claramente cómo es Pardo de Vera la que empieza a insultar a Ndongo: “tonto”, “negro” y “fascista”. En ese momento el reportero se encontraba haciendo sus preguntas a Gonzalo Miró y Unai Sordo. Es entonces cuando el joven se acerca a ella, y ella responde histérica robándole el micrófono.

Es ahí donde entra Risto Mejide, siempre, ya saben, yendo por la vida de ecuánime, cuando ha pasado a actuar como un esbirro más de Pedro Sánchez. Entre periodistas palanganeros, se defienden. El presentador insinuó que el video enviado por este medio podía estar adulterado porque se pierde el audio después de que la violenta lanzara el micrófono del reportero.

“Hay un momento en el que no se escucha y eso nos hace sospechar… Se ha debido cortar el envío, se ha caído parte del audio”.

Sí, Risto, te lo explicamos, bobo: ¡para eso sirve un micrófono! Para escuchar el audio. Parece mentira que trabajes en televisión o, a lo peor, eres un malintencionado.

Para más, quienes sí editaron la pieza fue el equipo de redacción del programa, que en los rótulos censuró la frase textual de Pardo de Vera: «Cógelo como gorila, fascista».

Ella es lo que es, una burda trolera. Quizás racista de la peor calaña.

Pero es que el relato de Pardo de Vera se cae por su propio peso al ver las imágenes. Sin ruborizarse, ha asegurado que le quita el micrófono a Ndongo después de que este le dijera lo de “las rodilleras y la felación” -algo que sucede después de los hechos sin ella presente ni cerca-, cuando en la secuencia se aprecia cómo todo sucede después de que ella le dijera “hay que ser muy tonto para ser negro y fascista”.

“Metiéndote el micrófono en la cara hasta el punto de tocarte y diciéndote todo tipo de barbaridades, fue cuando me dijo lo de rubia y palabras que no puedo reproducir en horario infantil, este tipo de cosas que llevan repitiéndose muchos años, cuando me dijo lo de las rodilleras, la felación, me cogí el micrófono y lo guardé. Entró como una hidra, me llegó a tocar físicamente, me encontré con una masa encima, me lo sacaron de encima, creía que me iba a pegar, vi mucho odio en esa cara. Tratas de mantener el tipo, son acosos donde no tienes defensa. Si no llega a ser por la gente que está allí, el micrófono se quedó en la puerta e hicieron la cosa de tirarlo más adelante para ir a recogerlo”.

Para completar la vergüenza, en el programa han declinado que Bertrand Ndongo pudiese entrar para dar su versión de los hechos, echándose en brazos de Pardo de Vera actuando como otros palanganeros más.

La gente no traga con semejante trola

La manipulación tan burda no ha colado y las redes se han convertido en un polvorín denunciando lo evidente: que el relato de Pardo de Vera no corresponde con la realidad y que Risto se ha olvidado de la objetividad por su amiguismo con la agitadora de izquierda.

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